¿Con quién jugamos el domingo?”. El grupete de hinchas que aguarda la salida de los jugadores sobre la calle Espora no recuerda cuál es el próximo rival de Boca en el torneo local, pero está al tanto, por caso, de la lesión que acaba de sufrir Mercado. “Tiene una molestia y parece que no concentra; lo tiraron en Twitter unos pibes que cubren River, los empezamos a seguir anoche”, avisan entusiasmados, mientras sacan cuentas para ver si Vangioni llega al primer Súper en la Bombonera y ruegan que a Almeyda no se le ocurra entregarle los puntos a Gallardo para que su equipo llegue mejor parado a los clásicos. “Nos jugamos el año”, dicen. Y algo de razón tienen.

El fixture miente. El partido de mañana ante Lanús puede dejar puntero al conjunto de Arruabarrena, quizá en soledad, pero los tres derbys juntos, en apenas once días, lógicamente cambiaron el orden de prioridades. Ni siquiera la presencia de Guillermo Barros Schelotto en el banco del Granate despierta un poco de interés por el match en el Sur. Nada de nada.

La efusividad que mostraron los hinchas en las redes sociales apenas se conoció el rival en octavos contagió a todos en el Mundo Boca: al plantel, al cuerpo técnico y hasta a los dirigentes. Porque si bien el Vasco buscó bajar los decibeles puertas adentro, varios players toman la visita de mañana a la Fortaleza como un examen para tratar de ganarse un lugar en el 11 ideal. Otros buscarán revancha tras la semi perdida en la Sudamericana del 2014. “Lo que pasó aquella vez ante River no hay tiempo para cambiarlo. Ahora tenemos que pensar en lo que viene. Lo vamos a tomar como una final”, advirtió Gago. Arruabarrena también habló en ese sentido, bajando la condición de revancha de la serie: “Es más importante esta Copa”, viene diciendo.

El DT también empezó a jugar su partido: ya planificó las semanas de trabajo previas a la Revolución de Mayo y, tal como sucedió antes del cruce copero del año pasado, tomó medidas para preservar la intimidad del grupo. Luego del partido de mañana en el Sur, el plantel tendrá el lunes libre y el martes volverá al trabajo, el miércoles se entrenará en doble turno y descansará sábado y domingo. Habrá varias prácticas de fútbol a puertas cerradas y tal vez un test ante la Reserva. El Vasco, además, les pidió a sus jugadores que no den más notas individuales a partir del lunes que viene, que sólo hablen en conferencia y que traten de medir sus palabras para evitar polémicas. “Nosotros hacemos al revés: la veda empieza después de las PASO, je”, bromeó el Vasco con los suyos. “Tendremos la obligación de pasar porque hace varios años que no conseguimos un titulo. Va a ser una linda eliminatoria, pero debemos estar tranquilos. Sabemos lo que genera un partido de estas características”, avisó el entrenador, titular en los dos Súper de la Copa del 2000.

Claro que en la CD también sobre el optimismo. Y por eso se decidió no modificar la fecha de la IV Cena Anual Solidaria del club, anunciada ayer para el miércoles 29/5 en La Rural, dos semanas después de que definir la serie ante el Millo. “Nada va a cambiar el espíritu de esa noche. Los partidos hay que jugarlos, vamos a vivir unos días muy especiales. Esperemos poder quedarnos con el triunfo en todos los partidos”, deseó Angelici, quien todavía no apostó nada con D’Onofrio, como es costumbre, pero esta noche compartirá mesa en el casamiento de un amigo en común y ahí se tirará un lance. Tal vez pinte alguna movida benéfica.

Hasta el parate por las elecciones primarias en Capital se celebró por La Boca, ya que el Vasco podrá poner al 100% a Gago y a Cubas y probar a Palacios, quien llegaría con tiempo de sobra. La idea, en principio, es jugar el primer Súper con mayoría de suplentes, quizá con los mismos 11 que vienen de vencer a los chilenos, y poner lo mejor en la Copa. Y sí: todos en Boca sueñan con la Rivertadores...