“Quiero una ciudad verdaderamente autónoma”

“Quiero una ciudad verdaderamente autónoma”

El intendente hizo un repaso de su gestión en la capital. Se calificó con un siete, pero prometió levantar la nota. Anunció el reordenamiento del tránsito y la remodelación de la peatonal Gelsi para el próximo año. “Cuando termine el mandato aspiro a poder caminar tranquilo por la calle”, anheló.

Cumplió ayer un año al frente de la intendencia de San Miguel de Tucumán, y calificó con un siete sus primeros 12 meses de gestión. Prometió levantar la nota. Germán Alfaro se jactó de iniciar la gestión durante una crisis económica, pero que logró que el municipio tenga autonomía financiera. Anunció para el año próximo la remodelación de la peatonal Celestino Gelsi y la puesta en marcha del programa de reordenamiento del tránsito, con la potencial implementación del metrobús.

En la media hora de charla del jefe municipal con LA GACETA, en el hotel donde acababa de terminar el lanzamiento de la Mesa de Cambiemos el viernes, el jefe municipal rió, lloró y se puso firme para criticar al Partido Justicialista. Alfaro pasó, en un año, de afirmar en el acto de asunción que había votado por el candidato kirchnerista Daniel Scioli (FpV), en las PASO presidenciales, a ser un actor relevante en la alianza de gobierno nacional con el armado Partido por la Justicia Social.

Aseguró que cumplirá con todas su promesas de campaña, y se acordó del senador José Alperovich: “durante muchísimos años se han sancionado leyes con beneficio a gente del poder, de las que no estoy de acuerdo. No es lo que los tucumanos nos merecemos. Nos separan años luz del concepto político con el ex gobernador”.

- ¿Qué balance hace de su primer año al frente de la Municipalidad?

- Si lo tenemos que calificar en números, a estos 12 meses le pondría un 7. La gestión ha sido positiva, nos hubiera gustado hacer mucho más. La situación económica y social en el país no es de las mejores. Nos hemos visto obligados a tener una administración austera. Manejamos la administración municipal del mismo modo que uno maneja una casa: los gastos que no son necesarios los hacemos a un costado.

- ¿Cuáles son los grandes problemas para resolver que tiene la ciudad?

- Tenemos un proyecto muy grande que venimos conversando con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, por el reordenamiento del tránsito. Es una buena cantidad de recursos que pueden venir para el municipio, porque implica calles exclusivas para colectivos, y en una segunda y tercera etapa, incluye el metrobús. Estamos en la elaboración de un proyecto para convertir en parque a Campo Norte, y también hacer lo propio con el predio de la ex estación El Provincial. Estamos también, casi con un 80% de posibilidades, de iniciar la remodelación de la peatonal Celestino Gelsi el año que viene. Lo mismo con la plaza Independencia.

-En marzo abrió el período de sesiones del Concejo y había dicho: “el Bicentenario nos encuentra reponiéndonos de elecciones vergonzosas”. ¿Piensa igual?

-Sin lugar a dudas fue un acto eleccionario vergonzoso. Me preocupa porque en aquella oportunidad la sociedad toda reclamó una reforma política. El tema necesita acuerdos, consenso. El general Perón decía que cuando no se quiere hacer nada se convoca una comisión. Y veo una comisión (por el cuerpo de Reforma Política de la Legislatura), muy numerosa. Me preocupa porque nació mal. Si no comenzamos a respetar las normas que la propia Legislatura sanciona ¿con qué seriedad podemos encarar una reforma política? (en referencia a la polémica porque el oficialismo incorporó a la mesa de conducción a ese grupo).

-¿Qué medidas de transparencia generó en la Municipalidad?

-Tenemos una unidad de reforma política, y hemos generando varios proyectos. Estamos en contra de los acoples, queremos un juzgado electoral y una reforma de la Ley de Partidos Políticos. El financiamiento de las campañas debe ser transparente, y no que lo financie el Estado con recursos de los vecinos.

-¿Qué medidas ha tomado?

-Trabajamos en un proyecto de presupuesto participativo. Cuando son citados mis funcionarios al Concejo no tengo ningún problema que vayan. Mando cada tres meses la ejecución presupuestaria a los ediles. Tengo un manejo muy austero del municipio porque no hay recursos. Eso me da tranquilidad de que nadie pueda hacer cualquier macana.

- ¿Cómo es la relación con el gobernador Juan Manzur?

-Es una relación buena, institucional. Fue de menos a más. No habíamos iniciado bien, pero después fuimos poniéndonos en sintonía con lo que la comunidad quería. (La gente) no quiere desencuentros ni peleas, quiere que busquemos la solución para los vecinos de la ciudad. Veníamos de años de gobierno del apriete y la gente estaba cansada.

- En un acto en la municipalidad había declarado que era un acérrimo antialperovichista; ¿hay un conflicto con el senador?

-Con el ex gobernador Alperovich nos separa muchísima distancia. El Estado debe ser utilizado para el beneficio de los tucumanos. Durante muchísimos años se han sancionado leyes con beneficio para gente del poder y a familiares, con las que no estoy de acuerdo. Ese tipo de políticas, de aprietes y desencuentros, no es lo que nos merecemos los tucumanos. Definitivamente nos separan años luz con el ex gobernador.

- En marzo había dicho que el PJ se transformó en una fábrica de nuevos ricos a expensas de la miseria del pueblo...

-No me siento representado ni interpretado por la actual presidenta del PJ (Beatriz Rojkés); creo que el PJ se ha transformado en una gran casona, pero sin contenido. Un partido donde no hay debate, donde no hay propuestas. Al peronismo le falta mística, por eso no atrae al afiliado.

-¿Qué es esa mística?

-El peronismo es corazón, hay que sentirlo, y quienes están conduciendo le partido no lo sienten. El peronismo ahora es una franquicia que tiene Alperovich, porque a José le interesó la marca nada más, no el contenido. Son valores que el partido oficialista en la provincia no puede demostrar ante la sociedad. Si hemos tenido a uno de los vicepresidentes revoleando bolsos de dinero (por la escandalosa detención del ex secretario de Obras Públicas durante el kirchnerismo José Francisco López).

- Nombre tres cosas que necesita mejorar la ciudad.

- Necesitamos una ciudad más equitativa, más inclusiva. Quiero una ciudad más linda a la vista, de la que nos podamos sentir orgullosos. Necesitamos mejorar su infraestructura, su trazado y sus espacios verdes. Quiero una ciudad que sea verdaderamente autónoma política, administrativa y económicamente. Es una ciudad muy rica, pero en los 12 años anteriores se produjo el desfinanciamiento de los municipios.

-Durante la campaña había prometido crear una policía municipal...

- Todo lo que he prometido durante la campaña lo vengo cumpliendo. A pesar de la crisis económica, he prometido el boleto estudiantil gratuito y ahora lo tenemos. Había prometido un centro para tratar adicciones y estamos en ello, en la semana visitamos las obras con el titular de la Sedronar Roberto Moro. Prometimos un albergue para mujeres víctimas de violencia machista y estamos en ello. También estoy trabajando con la policía municipal, voy a cumplir todo lo que he prometido en campaña.

-¿Quedó conforme con el Bicentenario?

-Más que conforme (sonríe de oreja a oreja). Marcó un antes y un después. Nadie se imaginaba vivir lo que hemos vivido. El pueblo nos dio una lección. Festejamos con austeridad, pero los tucumanos dijimos presente a nivel nacional.

-¿Cuál es el balance de la Comisión Municipal del Bicentenario?

-Nos permitió realizar los festejos y que la municipalidad haya podido subsistir, con una Provincia que nos cobraba deuda por $ 40 millones mensuales, en los años de aprietes de Alperovich. Nos permitió remozar la ciudad, hacer el monumento...

-¿Se conoce a qué montos ascendieron esas partidas?

- Está trabajando en eso el secretario de Hacienda, porque son muchos gastos. En una semana y media creo que tendré los montos.

-¿Cómo espera que sea el final de su mandato?

-Busco seguir haciendo mi vida como la estoy haciendo, hacer mi vida familiar... (llora). Poder caminar tranquilo por la calle. A eso aspira todo político.

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