En línea con la decisión política adoptada por el gobierno de Carlos Arroyo de permitir emprendimientos privados en inmuebles de carácter patrimonial de General Pueyrredon, en las últimas horas el Ejecutivo envió un proyecto al Concejo Deliberante para que se autorice la construcción de un edificio de 11 pisos que funcionará como hotel en el predio del chalet Lococo, ubicado en Falucho y Alsina.

El predio donde está emplazado el tradicional chalet de Mar del Plata es de 736 metros cuadrados. Ana Irene Aguilera se presentó al municipio para solicitar la autorización correspondiente para “incorporar un nuevo edificio destinado a vivienda multifamiliar”.

“La propuesta contempla la preservación y refuncionalización, con el destino admitido Servicio de Alojamiento, del inmueble patrimonial emplazado en la ubicación de esquina”, dice el mensaje de elevación del proyecto al Concejo Deliberante. Allí se aclara que “sólo incluye la demolición de un exiguo sector del mismo (garaje) adosado al eje medianero frentista a la calle Falucho”.

Allí se construirá un sector de semiperímetro libre compuesto por un nivel de subsuelo para local sin destino, planta con hall de acceso y un SUM. Se detalla que el edificio tendrá once pisos donde se dispondrán dos departamentos por cada uno, en tanto que en el nivel de azotea sólo se proyecta la sala de máquina y de tanques.

“Los profesionales proyectistas en el transcurso del presente trámite efectuaron, a partir de reuniones mantenidas con la Secretaría de Obras y Planeamiento Urbano, ajustes de proyecto, atendiendo cuestiones inherentes a lograr una mejor preservación y puesta en valor del chalet patrimonial”, señala el texto.

En esa línea detalla que, por caso, desistieron de la demolición de un sector del chalet, redujeron la superficie a utilizar en el subsuelo y también se achicó la “silueta edilicia” del edificio.

“La propuesta adopta una clara intención de poner en valor el chalet existente, jerarquizando los espacios abiertos circundantes a éste, integrándolos en la planta baja como una extensión de la acera potenciando de esta manera el sentido de pertenencia al espacio público de calle, lo cual se ve enriquecido con juegos de niveles generados por un ‘patio inglés’, un puente de acceso, escalera y rampas, que promueven la vinculación y utilización de las diferentes propuestas de uso dadas en el nivel de subsuelo y planta baja (Servicio de Alojamiento, Salón de Exposiciones, SUM, local gastronómico, local sin destino y vivienda multifamiliar)”, añade.

El proyecto además deja en claro que el edificio se separa del chalet mediante un paso semicubierto que permite la “conexión semipública”. Tras el análisis de los planos, el gobierno resolvió hacer una excepción al plano límite adoptado (más altura de la permitida) y la eximición del requisito de estacionamiento de vehículos.