Explicaron que a pesar de lograr todos los años un mayor volumen y rendimiento por hectárea a nivel nacional, reciben menos recursos del FET, por kilo, que las otras provincias productoras. Esto provocó -dijeron- que en los últimos años pasaran de producir 20 mil hectáreas a 16 mil hectáreas, a pesar de la alta demanda de tabaco en el mundo. También destacaron que la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy ha pasado de acopiar entre 27 a 30 millones de kilos a sólo 18 millones de kilos el año pasado, entre otras problemáticas que afronta el sector.

El reconocido productor tabacalero de Monterrico, Guillermo Martín Berardi, explicó por qué algunos productores quieren que el conductor de la política tabacalera deba ser un auténtico productor.

“En realidad yo no tengo ningún problema personal con el doctor Pedro Pascuttini como persona -precisó Martín Berardi- lo que tengo es un tema de principios, si se puede decir. Un grupo grande de productores no estamos de acuerdo en que el presidente de la institución que agrupa a todos los productores de tabaco de la provincia de Jujuy no sea productor, ese es en realidad el motivo principal de las diferencias que tenemos con él”.

“Nosotros planteamos que el que presida la Cámara del Tabaco sea un genuino productor y que tenga las mismas vivencias y problemas que tenemos los productores. Que se preocupe genuinamente, como nosotros, cuando no llueve y el excesivo calor nos quema las hojas del tabaco. Que se preocupe genuinamente cuando se avecina una tormenta que hace presagiar que va a caer granizo, que tenga la misma desazón cuando sufrimos la caída del mismo. Que tenga la misma preocupación que tenemos nosotros los fines de semana, cuando hay que dar plata al personal y no tenemos, en fin… todas la problemática que sufrimos los productores tabacaleros. Él podrá decir que las entiende y se preocupa, pero no tiene esa vivencia que se siente ‘en las tripas’ cuando nos acontecen algunos de estos problemas. Pase lo que pase, el sigue cobrando un muy buen sueldo como gerente y nosotros queremos un auténtico productor para conducir la política tabacalera”.

Luego de asegurar que están planteando una revolución ni ningún cambio drástico en el sector, Martín Berardi aseguró que “estamos convencidos que dentro de la misma comisión directiva de la Cámara hay integrantes que perfectamente pueden cumplir ese rol, como el vicepresidente, Horacio Bartoletti, que es hijo y nieto de productores, o Pablo Jenefes, también hijo y nieto de productores y que su abuelo -destacó- fue uno de los fundadores de la institución y presidió muchos años la misma”.

De la misma manera nombró a “Atilio Giacoppo, o Sergio Lamas, también productores e hijos y nietos de productores, o Bianco, Quintana, o Frietlander, etc., no me quiero olvidar de ninguno -recalcó- es odioso dar nombres porque uno termina olvidándose de algunos sin querer y se hieren susceptibilidades sin saber, todos ellos muy buenos productores y que creemos que pueden llevar adelante una exitosa gestión”.

Aclaró luego: “tampoco queremos decir que el hecho de ser hijo o nieto de productores te habilita, como una transmisión hereditaria para ocupar cargos, no decimos eso. Solamente puntualizamos que debe ser productor, si es muy capaz como cualquiera de los otros miembros de la Cámara, mejor y si aparte de eso ha mamado la experiencia de la dirigencia, por ser pariente directo de los socios fundadores, mejor todavía. Pero recalcamos que es no es una cuestión hereditaria ni de sectarismo”.

El productor hizo hincapié en que “no proponemos que se lo despida del cargo que ocupa como gerente de la institución, si es voluntad de los miembros de la comisión directiva, que siga ocupando ese trabajo rentado, simplemente queremos que sea gerente pero no presidente”.

“En realidad yo tengo un gran respeto por su persona -reflexionó- me parece muy loable y un ejemplo a seguir por el sacrificio que tuvo que hacer para poder ser un profesional, para llegar a donde está y al cargo que ocupa actualmente, por eso repito que no es un problema personal, es un problema de cómo creemos que deben ser las cosas; de cómo se interpreta el espíritu del reglamento de la entidad, que como dije es la institución madre que nuclea a todos los productores de tabaco, por lo que el mínimo requisito debería ser que quien presida dicha institución sea genuinamente productor, que tenga personal a cargo, que tenga que comprar insumos, en fin, que tenga la vivencia real, no contada, de lo que significa ser un productor tabacalero”.

“Nosotros podemos disentir en la forma de llevar las cosas, o de algunas ideas, pero no por eso lo consideramos un enemigo, ni lo queremos perjudicar, ni nada parecido -enfatizó- disentimos en la forma de aplicar la política del sector, nada más”.

“A mí -refirió- me enseñaron de chico que yo siempre tenía que trabajar y estudiar para un 10, cosa de que si hay algún problema por lo menos tengamos un 7 u 8, no pensar en hacer lo mínimo para sacar un 4 y zafar. Por eso vemos que con los directivos que están en la Cámara se puede aspirar a más, sabemos que son capaces y pueden lograr más, eso queremos de ellos. Es como un equipo lleno de jugadores con mucho talento y capacidad, pero que el técnico no los sabe conducir, entonces se hacen cosas, pero se podrían hacer mejor. Repito, yo creo que los dirigentes actuales están para más, falla la conducción”.

Consultado sobre cómo cree él que se llegó a esta situación, Martín Berardi señaló que “yo creo que al ser el cultivo de tabaco una producción realmente compleja, en la que cualquier decisión que uno tome puede significar a veces el éxito o el fracaso económico del cultivo, por lo cual es muy adsorbente en las tareas de gestión y supervisión de los trabajos en el campo, cosa que no pasa en otras producciones, es entonces que, un poco por comodidad y un poco por estar demasiado ocupados con nuestras cosas, es que fuimos delegando funciones y decisiones en manos de empleados, que luego fueron paulatinamente ocupando otras funciones y de a poco y sin darnos cuentas empezaron a asumir funciones del directorio, primero de echo y luego formalmente, y así es que terminamos desembocando en el hecho de que nuestro presidente no es productor y sigue ocupando y cobrando por el cargo de gerente”.

“Desgraciadamente -añadió- ya tuvimos muy malas experiencias en ese sentido, donde los consejos directivos iban una vez por semana para que, por formalismo avalaran todas las decisiones que había tomado el gerente, y así nos fue. No queremos que esa historia se repita”.

Sobre la “particular” forma de conducir la Cámara del Tabaco de Jujuy, impuesta por Pedro Pascuttini en los últimos años, el productor señaló que “Pascuttini tiene un mensaje para cada uno de sus interlocutores de turno, a los productores chicos les dice que no puede conseguirles ningún plan especial para ellos porque los grandes se le tiran encima y si no fuera por él, la plata se la agarrarían ellos y no les dejarían nada. A los productores grandes les dice que si no fuera por él, que contiene las apetencias y planteos de los productores chicos, el fondo se repartiría de otra forma, hasta un determinado número de hectáreas y no de acuerdo al valor de la producción. A los productores eficientes, que sacan muchos kilos por hectáreas les dice lo mismo que a los grandes, y a los menos eficientes, o que están en zonas que por clima o suelos, no pueden sacar grandes rendimientos les dice que no puede cambar el modo de pago por que los otros no lo dejan”.

“Al Consejo de Administración de la Cooperativa -añadió- les dice que no puede pedir más planes del 20% del Fondo Especial del Tabaco por que los otros miembros de la comisión directiva se oponen, y a los miembros de la comisión directiva de la Cámara les dice que los de cooperativa se quieren quedar con toda la plata del FET, y que lo tienen que ayudar a ponerse firmes para no permitir eso”.

“En síntesis estamos todos peleados y nos miramos todos con desconfianza, aplicó muy bien el principio de Maquiavelo, divide y reinaras”, señaló.

Todo esto podría parecer cómico, pero en realidad esta política creó divisiones entre grandes y chicos, entre “eficientes” y “no eficientes”, entre los que plantamos de Catamontaña para arriba y los que plantamos para abajo, entre los productores “claros” y los “menos claros”, entre los “gringos” y los “paisanos”. Nunca antes en la historia del tabaco en la provincia de Jujuy existieron esas divisiones, creo que eso es lo más nefasto que va a dejar como herencia la gestión de Pascuttini como presidente de la institución”.

En cuanto a la gestión de los nuevos dirigentes de la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, el tabacalero precisó: “la vemos muy bien, creemos que están haciendo las cosas lo mejor que pueden y le están poniendo mucha garra y empeño. Creo que todos los productores estamos de una forma u otra apoyándolos para que puedan sacar adelante la institución, así siga siendo la entidad que atempera o regula los precios de compra del tabaco tanto de Jujuy como de Salta”.

“Por eso es que creemos que hay que dar una dura lucha para aumentar la proporción del 20% de los recursos del FET para poder ayudar a que la Cooperativa se recupere lo más rápido posible, ojo también sabemos que es difícil, es una dura lucha, porque la asignación de ese 20% es arbitraria y que la actual distribución no es culpa de esta dirigencia, no responde directamente al valor de producción de cada provincia, pero hay que hacerles entender a los funcionarios nacionales que Jujuy ya contribuyó cediendo durante muchos años participación y que ahora estamos ante un grave problema y necesitamos, como dijimos antes, no que se les saque a otras provincias, sino que nos den lo que nos corresponde, para así poder recuperar rápidamente a la institución”.

Consultado sobre la gravedad de las dificultades que jaquean al sector y el pronóstico a corto plazo para su resolución, Martín Berardi advirtió “sabemos que es difícil, siempre fue difícil, pero creo que los tabacaleros jujeños estamos acostumbrados a trabajar arduamente para vencer dificultades. Pensemos -reflexionó- sino en lo difícil y casi imposible que debe haber sido cuando nuestros abuelos, padres, tíos, etc. tuvieron que partir de cero para crear nuestras instituciones. No existía nada -recalcó- debían llevar el tabaco a Salta, esperar semanas para entregar y la mayoría de las veces se volvían cargados, y si entregaban les pagaban gran parte con documentos hasta con un año de plazo”.

“Yo me imagino que al doctor Quevedo, o al doctor Arias o a don Antonio Berruezo, o a Giulivo y Tonino Massina, o a mi abuelo, Atilio Berardi, o mi tío, el Chato Berardi, o mis primos Lalo y Sergio Giacoppo, que fue presidente también de dicha institución, o Josito Monaldi, el ingeniero Lamas, don Faustino Echenique, Ercilio Silvi, Rubén Calamaro, don Benedetto, Aldo Aparicio, Chiquito Aguiar, Montenovi… y muchos más que dejaron todo para fundar y engrandecer todas las instituciones que nos legaron, nunca les pareció fácil, siempre fue difícil, pero no se amilanaron ni cejaron en su lucha. Por eso creo que debemos apelar a esa mística que nos dejaron nuestros mayores y seguir peleando para que estemos cada vez mejor”.

“El tema es que cuando pasamos los 50 años y a veces tenemos algún susto con la salud, empezamos a pensar que el tiempo no nos alcanza, realmente nos damos cuenta que lo más valioso del mundo es el tiempo, no hay riqueza que lo pueda comprar, no se lo puede detener, pasa inexorablemente, nos guste o no, por lo que no tenemos tiempo para esperar a que en 6 ó 7 años la Cooperativa este bien, debemos hacerlo lo antes posible, y qué mejor que utilizar recursos que pueden estar disponibles en el FET y que hoy se están llevando otras provincias”.

Profundizando sobre el tema del 20 por ciento del Fondo Especial del Tabaco y el destino que deberían tener esos recursos en esta coyuntura, señaló que “no es un invento ni una utopía, varias de las otras provincias hicieron uso (y abuso) de los recursos del 20% para sanear sus respectivas instituciones, así que lo que hay que hacer es tomar la determinación, hablar con los funcionarios provinciales, que siempre nos apoyaron, los ministros, el gobernador y en especial nuestro vice-gobernador, el doctor Guillermo Jenefes”.

Sobre el papel que podría desempeñar Jenefes a favor del sector tabacalero, la respuesta del productor fue contundente “siempre fue incondicional en su apoyo y logró, cuando era legislador nacional, muchas cosas en beneficio del sector en su conjunto. Él más que nadie sabe lo que cuesta recuperar una institución de la envergadura de nuestra Cooperativa, ya pasamos por esta situación antes y muchas veces, gracias a su inteligencia, empeño y capacidad de gestión, es que se pudo reflotarla y hacerla crecer de nuevo, por eso es que estamos esperanzados en que vamos a salir adelante”.