La DGE quiere eliminar las amonestaciones en la escuela secundaria

La DGE quiere eliminar las amonestaciones en la escuela secundaria
Antes de que los estudiantes mendocinos regresen a las aulas en 2013, todas las escuelas secundarias de la provincia tendrán en sus manos un nuevo régimen de sanciones disciplinarias.
A este cambio se sumará una metodología distinta de la actual para contar las inasistencias. Por eso, antes de definir de qué forma se concretarán ambas modificaciones, las autoridades están recabando propuestas llegadas desde todos los rincones del ámbito educativo, de modo que se logre un sistema más adaptado a la realidad que hoy se vive en las aulas.

Las resoluciones que por ahora establecen las pautas de convivencia y la forma en que los colegios contabilizan las faltas son las N° 604 y 773, las dos con más de diez años de vigencia (datan de 2001). Desde ese año hasta la fecha, las normas destinadas a impartir disciplina en los establecimientos educativos no fueron modificadas. Sin embargo, el contexto dentro y fuera de las escuelas cambió y de hecho, hoy el significado que reviste ser amonestado o quedarse libre no es el mismo que el de años atrás.

Incluso, algunos docentes opinan que la sanción en sí misma no siempre implica una mejora en la conducta del alumno. "La reacción del chico cuando es reprimido de manera formal, es decir, a nivel más institucional antes que de manera reflexiva, es distinta en cada caso. A veces pasa que igual se siguen portando mal. Otros muestran miedo ante la sanción, pero esa tampoco me parece la manera", aportó Lourdes L., profesora de Lengua que se desempeña en tres colegios secundarios del Gran Mendoza.

Desde su punto de vista, algo positivo sería que en lugar de una sanción por escrito exista la obligación para el alumno de mostrar una actitud reparadora. "Se me ocurre, por ejemplo, que si la falta consistió en romper el mobiliario del colegio, entonces el o la alumna busque la forma de dar un giro positivo al daño hecho", expresó la docente.

Por estos días y hasta los próximos meses, la Dirección General de Escuelas (DGE) continuará efectuando reuniones de tipo consultivo en las distintas zonas de la provincia para lograr unificar los criterios de la manera más consensuada posible. En ese sentido, Livia Sandez, subsecretaria de Planeamiento de la Calidad Educativa, explicó que el trabajo para conocer la postura de todos los actores del ámbito educativo comenzó en abril de este año.

Desde ese mes, los directores de distintos colegios manifestaron una gran diferencia entre lo que se vive todos los días dentro de las instituciones y lo que se establece en las normas vigentes. "En función de esa inquietud hicimos consultas a expertos, representantes académicos, legisladores, ex ministros de Educación, alumnos, directivos, supervisores, docentes, preceptores y padres", subrayó Sandez.

El rol de los adultos a la hora de impartir límites, la necesidad de delimitar de manera clara las pautas de convivencia y qué importancia tienen éstas en la vida cotidiana, fueron algunos de los temas charlados en las reuniones que se mantuvieron de manera semanal y que continuarán de acuerdo a las posibilidades de los concurrentes.

Según trascendió, algunas propuestas planteadas por el momento consisten en establecer un sistema de puntaje en el caso de las sanciones y que se terminaría con la noción de alumno libre. La primera metodología apuntaría a que el adolescente vaya restando créditos de un total de 25. La cantidad de puntos descontados dependerá de la gravedad de la falta, que iría de "leve" a "muy grave". Respecto de la forma de hacer el seguimiento de las inasistencias, se conoció la idea de que el alumno/a, una vez que llegue a las 28, se computarán por materia, debiendo tener como mínimo el 85% de asistencia en cada espacio curricular. De lo contrario, se llevarán esa asignatura.

Más allá de estas posibilidades, lo cierto es que desde la DGE prefieren ser cautelosos hasta tanto se termine con el total de las consultas, ya que aún falta, por ejemplo, conocer la postura de las comunidades educativas del Sur provincial. "Una vez que escuchemos a todos y sistematicemos las propuestas será posible definir las nuevas normativas. Recién allí comenzarán a regir y eso será en 2013", aclaró Sandez, y agregó que lo más importante es lograr "que el chico esté en la escuela, acompañando este proceso con una educación de calidad".

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