Dijo González: “Desde que me vine a vivir a Bolívar siempre estuve bastante ligado a la política, siempre tuve ganas de participar y de llegar, y en el caso de hacerlo generar desde el Concejo un trabajo alternativo, hoy hay dos grandes polos, y la idea es trabajar con esa óptica, sin entrar en la confrontación por la confrontación misma, sino defendiendo las ideas de lo que nosotros pregonamos que es el progresismo. Trabajando sobre temas de producción, de educación, de seguridad, con otro enfoque, no con el tradicional, un enfoque más basado en lo preventivo, ya que hoy se habla de seguridad y se pregunta cuántos efectivos hay, si hay policía local, y creo que eso es combatir las consecuencias de la inseguridad y no combatir las causas. Hay que reinsertar a quienes están en el delito y la prevención de aquellos que están en grupos de riesgo, hay que trabajar para que no lleguen y que el universo de personas allegadas al delito sea cada vez menos”.

A González no hay que contarle lo que es vivir en un pueblo del interior: “Las diferencias más grandes que existen entre las localidades como Urdampilleta, Pirovano, Hale y Unzué con la ciudad cabecera es el acceso a un mismo nivel de calidad de vida. Los servicios consolidados están en el núcleo urbano de Bolívar con alguna extensión a los barrios; pero en los pueblos falta eso. En el caso de Urdampilleta está el gas y en el de Pirovano insipientemente el tema de las cloacas, y después también lograr que accedan a los demás bienes, no sólo a los materiales, tienen que acceder a la cultura, a la educación. Uno cuando ha vivido gran parte de su vida en un pueblo sabe que esas diferencias existen y el progresismo trata de limar esas diferencias y de generar igualdad de oportunidades para todos”.

González tampoco es de los que le esquivan a los barrios, precisamente hoy vive en uno, y conoce la realidad de la mayoría de los vecindarios de la zona suburbana. “El desarrollo les tiene que llegar a todos; pero con una planificación urbana, para qué lugar se debe desarrollar para después no tener inconvenientes para que todos puedan acceder a los servicios. Hace muchísimos años que hablamos de planificación estratégica, hoy se ha hecho obra pública; pero está en duda la programación en función del desarrollo sostenible y sustentable de esos barrios. Bolívar va a seguir creciendo, si no planificamos eso el día de mañana nos va a ser mucho más costoso y difícil llegarles a todos y tratar de que la calidad de vida de los perisféricos tenga una correspondencia con quienes viven más cerca del centro”.

Y a la hora del mensaje para el electorado, Hugo dijo: “Nosotros estamos en el mismo lugar, tenemos una convicción y en base a ella nos hemos mantenido en un sector político que por ahí no es el más taquillero; pero sí el que ha mantenido una coherencia, no nos hemos corrido a la derecha como lo hicieron muchos sectores políticos, y en esta línea nos vamos a mantener porque creemos que más tarde o más temprano las ideas triunfan, y en función de eso nuestra propuesta está. El que quiera votar al progresismo sabe que tiene una opción, y si nos acompañan no vamos a dejar de trabajar en función de eso, no vamos a llevarnos las ideas a otros sectores, y proponemos decencia e igualdad”.

 

Guadalupe Gerea es docente, urdampilletense y comprometida con la causa Stolbizer. Forma parte del renovado grupo que ha logrado armar Fabián Castillo pensando en superar el piso el domingo que lo deposite directamente en octubre. Dijo la precandidata a consejera escolar: “La función del Consejo Escolar más que nada es gestionar infraestructura, mobiliario, obras, y referido a la política educativa es muy complejo que pueda entrometerse porque tiene una bajada muy taxativa del Ministerio de Educación. Tengo una visión compleja sobre la educación, tuvimos un encuentro con Margarita en Azul, todas de diferentes ramas, diferentes niveles, haciendo un análisis de cómo está la educación en la provincia y es muy compleja. Hay escuelas en las que se trata de incluir a todos los alumnos y es imposible por la infraestructura, no hay una inclusión plena. Hay escuelas en las que el docente ha perdido el rol de educador para alimentar a los alumnos, vestirlos, contenerlos emocionalmente, se les enseñan cuestiones básicas de la socialización que le corresponden a la familia. Eso es lo que me lleva a intrometerme un poco para tratar de cambiar, es muy fácil quejarse, renegar desde el lugar pasivo de docente y no querer modificar nada. Hay que ponerse un poco en acción y acá encontré el espacio porque estoy segura que el progresismo verdadero es el camino, no hay soluciones desde la derecha para esta realidad”.

Gerea añadió que “en general las escuelas tienen las mismas necesidades, la realidad es igual en todas. Suele suceder que hay escuelas en las que hay mayor presencia de los padres, que son los que últimamente están sosteniendo a las escuelas con las cooperadoras o los clubes de madres. En Urdampilleta la presencia de los papás en la escuela es muy grande, la realidad más compleja la viven las escuelas perisféricas de Bolívar, las de los barrios, es ahí donde más se ven las falencias, y las escuelas rurales, que quedan lejos y nadie las visita. Mi foco está en esas escuelas, son las escuelas en las que trabajo como docente y veo la realidad general de la escuela y la comunidad. De esas necesidades surgen todas mis inquietudes”.