Quienes integran el círculo rojo de la campaña presidencial de Scioli

Además de Karina y Alberto Pérez, se posiciona De Fazio. Pepe rezagado. Y el Timerman naranja.

Daniel Scioli cada vez tiene más en claro algunas cosas. Trabaja para ganar la primaria del Frente para la Victoria, eligió a Martín Insaurralde como candidato a gobernador y, para sorpresa de muchos, habla de los cinco colaboradores que lideraran su campaña presidencial.

La frase tomó por sorpresa a un grupo de intendentes del interior del país que lo visitaron en la sede del Banco Provincia. Habían llegado por gestión del senador provincial Alberto De Fazio y cuando consultaron si seguir con el mismo interlocutor, Scioli les dio una respuesta precisa, raro en él.

“Sigan hablando con De Fazio. Está entre las cinco personas principales de mi campaña”, blanqueó ante los alcaldes.

A esas reuniones ya no asiste José “Pepe” Scioli, quien durante 2014 recorrió el país para sumar aliados y resultó un fiasco: incomodó a gobernadores e intendentes y se animó a promesas absurdas que lo dejaron en ridículo.

Pepe trabajaba en tándem con Eduardo Camaño, con oficina en el Banco Provincia y la misión de agregar sciolismo por el país. Pero el ex diputado ni siquiera logró consolidar un bloque duro de senadores, como había empezado a armar con Miguel Pichetto.

De Fazio es un viejo ladero de Camaño en Quilmes, pero desde que llegó al Senado bonaerense mostró una ductilidad difícil de encontrar en los círculos sciolistas. No tuvo problemas en tomar visibilidad y usó Twitter para defender al gobernador de los ataques de los kirchnerismo duro, con el que debe convivir en el Senado.

Scioli le echó el ojo y lo ubicó cerca de Alberto Pérez, a cargo de la complicada gestión en la provincia de Buenos Aires. Iniciada la campaña, dejó de estar en La Plata para ocupar más seguido las oficinas del Banco Provincia y recibir a dirigentes del resto del país.

En algunos casos, De Fazio lidera reuniones con sus pares Marcelo Carignani y Ricardo Bozzani, jugados por Scioli presidente. El primero fue intendente de San Nicolás, de la mano de José María Díaz Bancalari. Bozzani fue secretario general de la gobernación de Felipe Solá pero supo reciclarse para seguir en el Senado.

“La marca Scioli”, como le llaman muchos dirigentes que participan de alguna actividad del gobernador, tiene como estandarte a Karina Rabolini. Siempre impecable, acompaña a Scioli y suele quedarse un tiempo más para liderar jornadas benéficas.

Su facilidad para llegar a la gente se refleja en las encuestas y el gobernador no descarta que integre alguna boleta. La incursión mediática de las últimas semanas alimenta la versión.

“Es un personaje de House Of Cards”, suelen bromear quienes se deleitan con las sonrisas la primera dama presidencial.

El otro colaborador valorado por Scioli es Raúl Timerman, poco conocido por el público, pero capaz de juntarse varias veces a la semana con el gobernador.

Se lo considera uno de los creadores de contenidos del candidato presidencial como la consolidación del color naranja, ahora desestimado para la interna del Frente para la Victoria. Trabaja cerca de Juan Courel, secretario de comunicación de Scioli desde 2011.

El gobernador está entusiasmado con su equipo. Y se los dice a los dirigentes que quieren acompañarlo.

Comentá la nota