Son las 19:30 y cae la tarde en una Buenos Aires sacudida por la visita de Barack Obama, tema de conversación obligado para los argentinos. Matías Rodríguez, de 23 años, repasa sus apuntes en un café porteño. Es un estudiante neuquino de la carrera de Medicina de la Universidad del Comahue. Tres horas antes, en la Usina del Arte del barrio de La Boca, tuvo el intenso privilegio de ser uno de los 500 jóvenes que pudo hacerle, cara a cara, una pregunta al presidente de los Estados Unidos. Y todas las cámaras de TV, que marcan el segundo a segundo del líder mundial, giraron para quedarse unos instantes con su voz y su figura.

Primero se definió como un "orgulloso" integrante de la comunidad homosexual argentina y le agradeció por "luchar por nuestros derechos". Luego preguntó acerca de sus logros de gestión en el tema de la salud en EE. UU. y las políticas preventivas basadas en la educación para evitar las causas de muertes.

Obama le contestó que nadie puede ser "saludable" si antes no tiene "un buen ingreso" monetario. Y mencionó entonces la creación en su país de un sistema que dio cobertura en salud a 20 millones de personas. También hizo referencia a la importancia de que exista una fuerte política prevención, "a la que todos puedan acceder".

"Mi pregunta fue seleccionada por la embajada de Estados Unidos entre las 1.000 que entregaron estudiantes argentinos" - Matías Rodríguez, Estudiante de Medicina.

Horas más tarde, y al responder al contacto telefónico de "Río Negro", a Matías se le vinieron encima una catarata de palabras con las que intentó describir "su propio momento histórico" ante Obama.

"Todavía no caigo, y estoy evitando a mis amigos para contarles... Ya lo voy a hacer, tiempo al tiempo, ni bien me ordene un poco".

Luego, más relajado, y con el ruido de las mesas y copas de fondo, describió cómo se dio la situación. Dijo que fue seleccionado por la embajada de Estados Unidos para realizar su pregunta, entre los 1.000 estudiantes que se inscribieron para asistir a la disertación del líder norteamericano en La Usina.

Antes, en el 2010, Matías accedió a una beca mientras estudiaba en un secundario de Neuquén capital y viajó al estado de Montana para perfeccionarse en temas vinculados a la salud.