Quemacoches: en un año, ya hay más de 90 autos incendiados en la Región

Quemacoches: en un año, ya hay más de 90 autos incendiados en la Región
Se sospecha de varias bandas que operan en la Ciudad sin seguir patrones comunes. Los posibles motivos: intimidación, robos encubiertos o simple vandalismo
El micro, que su propietario utilizaba como transporte escolar, ardió apenas pasada la medianoche del 17 de febrero en la puerta de una casa de Altos de San Lorenzo. El caso pasó a engrosar la lista de incendios provocados por quemacoches en la ciudad, con una particularidad: en esta ocasión, la investigación llevó hasta una banda que cayó sobre el final de esta semana y a la que se vincula con otros delitos, como venta de drogas y robos. Seis personas fueron detenidas, todas mayores de edad, tres de ellas mujeres en el marco de los operativos. Se las relaciona con hasta cinco casos de quemas de autos en la ciudad, ocurridas entre 2013 y 2014. Para el comisario Daniel Cantarini, director de la DDI La Plata, fue un avance en la lucha contra un delito cuyo impacto crece sin pausa en La Plata desde 2012: “creemos que hay otras bandas que no tienen relación con ésta y que operan de maneras distintas y siguiendo otros patrones”, dijo Cantarini. Según los datos manejados por el concejal José Arteaga, impulsor de un proyecto de Resolución que el año pasado promovió la creación de una comisión especial que investigara este delito, ya son más de 90 los autos incendiados en la ciudad por quemacoches, un delito que atemoriza a los barrios y genera desconcierto entre las autoridades, que reconocen la dificultad que supone investigarlo: “el incendio doloso es el más difícil de investigar, porque se destruye al mismo tiempo que se produce”, le dijo este diario una fuente policial. Según indicó Arteaga “la intensidad y frecuencia que alcanza la quema de coches en La Plata no se puede comparar con la de ninguna otra ciudad. Se estima que el costo promedio de los autos incendiados es de 40.000 pesos, lo que significa que los daños totales ascienden a alrededor de 3.600.000 pesos. Muchos de estos vehículos no tienen seguro contra incendios, por lo que las pérdidas para sus propietarios son totales”. Son muchas las hipótesis que se barajan en torno a una modalidad delictiva que irrumpió en el escenario platense en 2012 y que desde entonces no para de crecer. Según Arteaga “el hecho de que los casos hayan comenzado en abril del año pasado hizo que al principio las investigaciones se orientaran a cuestiones vinculadas a seguros de autos inundados. Pero con el tiempo la quema de autos no sólo no se detuvo sino que aumentó. Y al mismo tiempo, los autos quemados aparecían en barrios que no habían sido afectados por el agua”. A diferencia de lo que sucede en algunos barrios de Buenos Aires, donde la mayor parte de los autos quemados son de alta gama y algunos de los ataques se los autoadjudicó un grupo que esgrimía razones ideológicas, en nuestra ciudad los primeros autos quemados fueron modelos viejos. Actualmente los quemacoches parecen no hacer diferencias y atacan tanto a autos de alta gama como a otros de costo menor. Tampoco hay barrios más afectados que otros. Para el fiscal Fernando Cartasegna, que estuvo a cargo de la investigación de la banda de quemacoches detenida la última semana, “existen varias pistas que se están siguiendo para detectar a los autores de estos delitos, que contemplan penas de entre 3 y 10 años de prisión”. Las hipótesis que manejan los investigadores son varias. Están quienes creen que las quemas están a cargo de piromaníacos, quienes entienden que pueden servir como instrumento para encubrir robos (por ejemplo, el de la documentación del auto que posteriormente se quema), quienes sospechan que son utilizadas por bandas de delincuentes para intimidar a los vecinos de los barrios donde actúan y quienes suponen que es un delito que se puso “de moda” entre jóvenes como una forma de vandalismo. “Antes lo más común era que los autos que aparecían quemados en La Plata fueran vehículos que habían sido robados en el conurbano, se los traía y se los destruía acá. Ahora resulta más complicado determinar las motivaciones”, dice Cartasegna. En el caso de la banda desbaratada la última semana, según indicaron autoridades de la DDI de La Plata, habrían cometido las quemas como una forma de intimidar a los vecinos de un barrio donde presuntamente se dedicaban a cometer otros ilícitos, tales como la venta de drogas o los robos. “En todos los barrios en los que han ocurrido casos de quemacoches los vecinos remarcan los momentos de temor que atraviesan en plena madrugada o a primera hora de la mañana, horarios en los que suelen ocurrir estos episodios, de los que toman noticia habitualmente por los estallidos propios de la explosión de los tanques de combustible”, indica el proyecto de Resolución presentado el año pasado y que reclamaba la creación de una comisión especial que investigue estos hechos. Arteaga, impulsor de ese proyecto, subrayaba que a octubre del año pasado y habiendo sido quemados ya más de 60 autos no había ningún detenido ni pistas sobre el accionar de estas bandas, pese a las 400 cámaras del sistema de monitoreo municipal, el accionar de las patrullas comunales y policiales y la intervención de la justicia. Cartasegna, en tanto, pone el acento en la naturaleza de un delito cuyas derivaciones son difíciles de anticipar. “Si alguien piensa que esto es simple vandalismo se equivoca. Es un delito que se pena con hasta 10 años de cárcel, porque un incendio crea peligros no sólo en el auto incendiado, sino a su alrededor, en los autos estacionados cerca y en las casas, sobre todo cuando estallan los tanques de combustible”, dice. Es que algunas fuentes policiales, que prefirieron mantener su nombre en reserva, no descartan que detrás de muchos de estos incendios haya menores que los cometen como una forma de desafío y consideran cada auto quemado como un trofeo. “Como en otra época rompían teléfonos públicos hoy queman autos. Y es un delito muy difícil de investigar”.

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