Alicia Villar llegó a La Opinión en procura de difusión para la toma de conciencia sobre el árbolado público. Su opinión se suma a otras y a varias fotos que han sido remitidas a este medio.

Esta es su carta:

“Somos una vergüenza como sociedad, tan ignorantes y despreciativos con todo lo que nos rodea; actuamos como si fuéramos lo más importante sobre la tierra. Hablo de nosotros los “sampedrinos”, se preguntaran ¿A qué  me refiero? Bueno les cuento por qué aparentemente nadie o muy pocos se han dado cuenta:

Hoy 26 de mayo de 2016 los señores del club Náutico terminaron de “mutilar”, árboles que tenían más de 100 años, con el pretexto de que se pueden caer. ¿Saben cuántas crecientes soportaron esos eucaliptos?, no tenemos ni idea; me gustaría saber cuál fue el motivo real, les molestaban los pájaros que ahí anidaban porque eso también es una moda muy sampedrina ¡vienen los pájaros, cortamos las plantas!.

Así paso donde estaba el correo y también en la Avenida Tres de Febrero, todo el mundo se cree con el derecho de cortar los árboles que no son propios, me pregunto ¿Quién es el genio que autoriza a hacer estos desastres?

Me acuerdo cuando quisieron cortar las platas que estaban en la banquina de la ruta 191, alguien que tuvo poder lo prohibió y eso que realmente son un peligro ante un accidente que se han cobrado vidas. La verdad que vuelvo a repetir somos una vergüenza sampedrinos no nos importa nada, vivimos mirándonos el ombligo o el celular.

Hace años nos quemaron las islas haciendo desaparecer todo lo que ahí vivía, pájaros, nutrias, carpinchos, insectos, un ecosistema muy valioso también los isleños.

Nos contaminaron con el humo, hubo muchos muertos por accidentes en la ruta, pero no hicimos nada; el intendente anterior, sus funcionarios un día dijeron vamos a sacar todos los sauces del antiguo balneario porque están muy viejos y así lo hicieron, cambiaron el paisaje en pocos días, eso sí pusieron arbolitos muy chiquitos que no cuidaron y los que no se secaron, ahora se murieron con la creciente, o sea, no tenemos nada.

Pero no importa sigamos mirándonos el ombligo que vamos bien, algún día la madre naturaleza nos va a pasar factura, lo tenemos merecido por tanta ignorancia y desprecio. Espero que algún día alguien lea esto y empecemos a respetar todo lo que nos rodea, de lo contrario nos va a ir muy mal; pensemos en el medio “ambiente” porque esos árboles gigantes nos dan el aire que necesitamos para vivir, ya no los tenemos y es muy lamentable”.