Quedó paralítica una de las chicas baleadas en la masacre de San Luis

Florencia Silvera (18) no podrá volver a caminar. Una bala le atravesó el abdomen en la cadera y le rompió la médula, reveló ayer en estado de shock su mamá, María Cristina, cuando se lo comunicaron los médicos de San Luis. La joven es parte de los 17 heridos por el ataque del policía Walter Talquenca, que entró disparando en un boliche y mató a dos personas.
“Nunca tuvimos un problema y ahora mi hija no podrá caminar”, se lamentó la mujer y suplicó ayuda a las autoridades para sobrellevar el shock y darle la dura noticia a su hija que aún no lo sabe.

El policía Walter Talquenca fue indagado por la jueza Penal Patricia Besso en el Juzgado de Concarán. “Dijo que no se acuerda de nada”, manifestó una fuente del caso. Talquenca, que aún no tiene abogado defensor, fue trasladado a las 8.15 desde el Servicio Penitenciario a Concarán, a unos 160 kilómetros de San Luis.

Así lo confirmó el jefe del Servicio Penitenciario, Inocencio Carpio. El funcionario dijo que el preso había sido alojado el sábado al mediodía en el pabellón 3 junto a otros policías presos por otras causas. Fue revisado antes del ingreso y luego curado en el tobillo de uno de los pies donde recibió un disparo de los policías que lo detuvieron en Naschel. “Mi impresión es que no tiene noción de lo que aconteció. No habla ni tiene ningún tipo de manifestación”, opinó.

Talquenca fue llevado bajo estrictas medidas de seguridad desde la ciudad de San Luis a Concarán, tras conocerse que familiares y amigos de las victimas podrían reaccionar contra el preso.

En los tribunales hay un cerrado hermetismo por la conmoción que causó la tragedia que enlutó a la provincia y obligó al gobierno a declarar tres días de duelo.

Walter Talquenca estaba en la madrugada del sábado con su mujer en un pub de Naschel. Por causas que aún se desconocen, luego de dejar a su pareja, reingresó al boliche disparando con su arma reglamentaria. Hirió a una chica en la vereda y luego asesinó a un camionero y al jefe de la comisaría local e hirió a otras 16 personas que estaban en el interior. Se retiró del sitio y fue detenido a unas cuadras en la sede policial donde fue herido en un pie. Un análisis demostró que estaba alcoholizado: tenía 1,6 gramos de alcohol en sangre.

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