Pymes y costos: cómo hacerle frente a los aumentos tarifarios

Pymes y costos: cómo hacerle frente a los aumentos tarifarios

Los recientes aumentos de los servicios públicos golpearon fuerte a determinados rubros. Algunas firmas necesitaron vender hasta 14 veces más para cubrir el costo de la energía en relación a 2015. Cuáles son las estrategias de los empresarios para dar pelea.

La Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA) realizó un estudio a partir del relevamiento de empresas de diferentes sectores para conocer el volumen de ventas necesario para cubrir el costo energético. El promedio fue de entre ocho y 14 veces más que en marzo de 2015. En ese año se necesitaban 16.000 productos en la industria textil, la cifra subió a 84.000 en 2017 y 198.000 este año.

 

 

Los dirigentes de CGERA manifestaron que las facturas anteriores no eran equivalentes al costo real, y que este incentivo para la industria debía reducirse. Aunque reclaman que no se haya hecho un estudio sobre el impacto que tendría el aumento de tarifas en la producción y el empleo.

 

 

El titular de Cierres Lynsa, Marcelo Fernández, empresa de fabricación nacional explica: "Reconocemos que hay una crisis en determinados sectores productivos, y por eso creo que, desde un principio, el Gobierno debería haber administrado el comercio exterior y protegido a las industrias más sensibles a la apertura de las importaciones". Y, señala: "La actualización de las facturas de los servicios tendría que haber sido de manera gradual y con una advertencia a las pymes sobre el costo a futuro de la energía, gas y luz. Así, las empresas se podrían haber adecuado mejor".

 

 

El impacto no es parejo en todas las industrias, sino que varía entre niveles de actividad y automatización. Mientras que la petroquímica necesitaba vender 20 litros de aceite hidráulico para pagar la factura en 2015, este año necesitó 390 litros, es decir, 14 veces más.

 

 

La industria textil también mostró valores alarmantes. Mientras una empresa necesitó vender 16.000 metros de tela tul en 2015 para pagar su boleta, este año, los mismos KW le costaron la venta de 200.000 metros. Los proveedores de indumentaria mostraron una situación similar: de 1000 cierres que tenían que vender en el 2015, este año pasaron a 14.000.

 

 

Fernando García, socio gerente de Texproil, empresa dedicada al rubro del petróleo y el gas explica que, si bien vivieron un incremento en el costo de la energía eléctrica del 60%, "no generó un impacto relevante en los costos de los productos". Sin embargo, García considera que se debería manejar un precio diferencial para las industrias pequeñas que usen energía como insumo. "En nuestro caso controlamos la energía reactiva colocando dispositivos para tal fin, estamos haciendo una reconversión en los sistemas de iluminación convencional pasándonos a Leds para iluminación de taller y oficinas", especifica.

 

 

En Cierres Lynsa, la situación es diferente. "Tuvimos que incrementar el precio de los cierres en un 67% en los últimos tres años. Es decir que, ni por asomo, pudimos acompañar el aumento. Si bien sabemos que no vamos a quebrar ni cerrar por esto, sí corremos el riesgo de no ser competitivos", explica Fernández, y agrega: "Podemos producir más para alivianar algunos costos como energía, logística, comercialización y mano de obra, pero nuestro reclamo histórico y permanente es la fuerza del mercado interno tenga presencia en la oferta de producto nacional".

 

 

En abril de 2017, Texproil pagaba cerca de $ 41.000 de luz, mientras que este costo aumentó a $ 67.000 en el mismo mes de este año. "Si hay algo que caracteriza a las pymes es la capacidad y agilidad para moverse en entornos complicados como el nuestro", dice, al tiempo que añade: "La rentabilidad en nuestra actividad es sensible a la variación del precio del dólar y de los costos de mano de obra, pero solo lo notamos cuando los costos en pesos alcanzan al precio de este último", expone García y aclara que, en estas últimas semanas, a partir del suceso cambiario, debió proteger los activos que estaban en pesos.

 

 

En este sentido, Fernández opina: "El sector privado tiene una obligación fundamental en el diseño de las políticas de estado debido a que trascienden a los gobiernos". Por eso, están elaborando proyectos sectoriales para recuperar a los sectores industriales que se encuentran atrasados. Además, resalta: "Las crisis cambiarias traen mucha preocupación a las pymes. Las grandes empresas se cubren y dolarizan sus precios y, por ende, las dejan a las pequeñas y medianas sin plazo de financiación".

 

 

Para hacer el estudio, desde CGERA, se tomaron los precios de venta de cada producto al momento de la factura que se quería comparar, y surgió que el aumento promedio de estos sectores, desde marzo de 2015 fue del 62%, bastante por debajo de la inflación, y lejos de los aumentos tarifarios "No vemos que la apertura de importaciones vaya a detener la inflación, los costos que más crecen están por fuera de sus fábricas", resaltan desde CGERA.

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