Puso todas las fichas

Puso todas las fichas

A Messi lo había cuestionado por ir al casino y Leo y sus compañeros fueron muy superiores y ganaron un partido clave: 2 a 1 ante el City de visitante, con doblete de Luis Suárez. El Barcelona tiene casi servido el pase a los cuartos de final.

Luis Enrique había dicho que después de una derrota era bueno volver a jugar a los tres días y el técnico asturiano puede jactarse de haber acertado en su comentario. El Barcelona mostró una versión muy mejorada en relación a la derrota del sábado frente al Málaga. El Culé no fue aquel equipo inoperante, impropio de sus antecedentes, y expuso su conocida capacidad para hacerse dueño del balón y la contundencia que había perdido ante los andaluces.

Y, lo más importante en la evaluación, mostró personalidad ante alta presión, contra el Manchester City en el Ittihad Stadium, un candidato a quedarse con la orejona. Y muy buena parte de esa reconstrucción se la debe a Leo Messi. Había sido cuestionado por parte de la prensa inglesa por haber visitado un casino catalán en la noche del domingo junto a Piqué, en su tiempo libre. ¿Será por eso que Leo jugó todas sus fichas contra el City?

Tuvo arranques con pelota dominada, precisión en los pases (90% según la computadora de la UEFA) y buena movilidad. Participó en los dos goles de Luis Suárez, el centro en el primero y una gambeta made in el mejor Leo en el segundo para abrirle la pelota a Jordy Alba. Así, con la Pulga en esa versión, el Barcelona va a ganar ante casi todos sus rivales. Bastante tirado a la derecha, como es habitual en la etapa de Luis Enrique, fue una pesadilla para los locales.

También hay que apuntar la buena tarea de Mascherano: firme, hasta bloqueó remates peligrosos.

Del otro lado, Agüero sintió algo que no le resulta habitual: ser local y que su equipo no tenga la pelota. Tuvo dos claras en el segundo tiempo. La primera se le fue por centímetros y la segunda la facturó tras una habilitación de Silva (casi lo único bueno que hizo el español en la noche). El entusiasmo al City le duró poco porque Clichy fue todo lo ingenuo que se puede ser en semejante instancia y cometió un foul de segunda amarilla. Si al City le había costado afirmarse once ontra once, era previsible que el empate resultaba casi una utopía en desventaja numérica.

En el final, llegó la jugada que Hart le va a contar a sus nietos, el penal atajado a Leo (Zabaleta le hizo el foul). Luego, el rosarino desvió el cabezazo. Hubiese sido la frutilla para una noche casi completa. Aunque la victoria 2 a 1 fuera de casa se luce casi definitiva en este tipo de series (en la revancha, en el Camp Nou, al City no le alcanza con ganar 1 a 0 porque rige la regla del gol de visitante). 

A Demichelis no hay mucho que cuestionarle: es obvio que cuando el Barcelona está inspirado no hay mucho que hacer. Es más, fue Kompany, su compañero de zaga, el punto débil del fondo de los Ciudadanos. A Nasri no le llegó el balón y los de Pellegrini tuvieron escasos momentos de profundidad.

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