Una semana después de que el destructor, que sirvió en la guerra de las Malvinas y se encontraba para desguace, se hundiera en ese puerto de Punta Alta como consecuencia de una avería, el ministro Arturo Puricelli visitó el lugar y dio instrucciones sobre los lineamientos de la investigación para averiguar lo sucedido.

El ministro, quien sostuvo en varias ocasiones sus sospechas de que podría tratarse de un sabotaje, reclamó “absoluta transparencia y objetividad” para saber “con precisión lo sucedido”.

Así lo hizo saber durante una reunión de trabajo autoridades de la Armada, de la que participó el titular de ese cuerpo, almirante Daniel Martín. En breve se definirá quién será el auditor que encabezará el proceso.

Allí, Puricelli visitó el buque Hércules, gemelo del Santísima Trinidad, en donde observó el amarre del barco y cuestiones esenciales del funcionamiento de los compartimentos de máquinas.

Acompañado de ingenieros navales del astillero Tandanor y otros especialistas, se dirigió luego al lugar donde zozobró la embarcación, que a partir de hoy quedó asentada para permitir el ingreso y que de ese modo se inicie la investigación.