Los 10 puntos del documento que Pulti le presentó a Montenegro

Los 10 puntos del documento que Pulti le presentó a Montenegro

El exintendente se reunió ayer con el actual mandatario en el COM. Los detalles de “Para que la salud y el trabajo vayan de la mano”, la iniciativa que elevó el líder de Acción Marplatense.

En la más absoluta reserva, el exintendente Gustavo Pulti se reunió ayer con el actual mandatario Gustavo Pulti en las oficinas del Centro de Operaciones y Monitoreo.

La denominada “reunión de análisis de la situación” fue impulsada por el gobierno comunal, donde Pulti presentó un documento titulado “Para que la salud y el trabajo vayan de la mano”. Allí se desarrollan 10 propuestas con el espíritu general de encarar la reactivación de la golpeada economía sin descuidar la cuestión sanitaria.

Los primeros dos puntos hablan directamente del primer aspecto, mientras que luego desde Acción Marplatense advirtieron sobre los riesgos sanitarios que aún enfrenta la ciudad. El abastecimiento de alimentos a lo sectores más vulnerables, la movilidad urbana, el abordaje de la violencia de género y la necesidad de articular mayores iniciativas entre las diferentes esferas del Estado, los principales aspectos desandados.

Para el cierre, Pulti no se privó de polemizar con declaraciones del propio Montenegro: “no hay una guerra, hay una pandemia que amenaza Mar del Plata”, concluyó.

Los 10 puntos:

1. La pandemia golpea las economías y la falta de trabajo también enferma. Por eso Urge unir para elaborar. Creemos que hay que convocar a todos los sectores del trabajo, el comercio, la producción y la economía social, junto a los representantes de la salud pública y privada, para encaminarnos hacia una dinamización prudente, progresiva y científicamente avalada de la economía, con protocolos de prevención para cada rama de actividad.

2. El Consejo Participativo Para la Prevención con Trabajo que se conforme debe estar facultado para recomendar iniciativas de gestión y planificación además de contar con acceso a la información para promover la toma de decisiones mientras dure la emergencia.

3. El COVID-19 no está superado. Estimaciones acreditadas de ámbitos públicos y privados, locales e internacionales, advierten que el embate más agresivo del coronavirus puede esperarse para los meses de junio y julio. Es imprescindible entonces aprovechar cada día para mejorar las respuestas prestacionales en la ciudad, sin perder un solo minuto. La capacidad disponible es hoy todavía insuficiente si la pandemia circula con intensidad.

4. Multiplicar la información, la pedagogía de la prevención y los controles. Particularmente en los sectores socioeconómicos más vulnerables, geriátricos y población de riesgo en general. Las enfermedades estacionales del invierno pueden traer confusión y tensiones. La comunidad debe contar con mayor acceso a la información, los tests y las consultas para discernir con confianza las diferencias entre el coronavirus y las demás patologías del invierno.

5. El hambre reclama una gran acción solidaria que permita mitigar las consecuencias de un aislamiento desigual. Si esa necesidad no es advertida y respondida inmediatamente, en la escala que demanda la realidad, se pueden rebasar los límites de una paciencia social hasta aquí notable.

6. Transporte Público y movilidad urbana más segura con pautas de prevención. Dinamizar cuidando el contagio, supone revisar las pautas del transporte público aumentando frecuencias y con menos pasajeros trasladados por unidad. Pero también podemos avanzar hacia una movilidad urbana saludable, disminuyendo riesgos, con la habilitación de vías exclusivas para bicicletas y mayor cantidad de áreas peatonalizadas. Para ello el municipio cuenta con expertos que pueden diseñar soluciones ad hoc.

7. Las enfermedades mentales, las cardiovasculares, las adicciones necesitan de una acción específica y coordinada en el marco de la cuarentena. Dentro de las casas, en la soledad individual o familiar, crecen las necesidades asistenciales, de información y guía por parte del Estado.

8. La violencia doméstica reclama atención y escucha. Proponemos coordinar acciones con las ONG, Universidades y demás estamentos pertinentes del estado en todos sus niveles, encarando un esfuerzo que ponga límites a una escalada que las circunstancias muchas veces ayudan a silenciar. También el fortalecimiento de la seguridad de cercanía en cada barrio es otra cara de la misma necesidad.

9. Mar de Plata debe trabajar en línea junto al Presidente y el Gobernador. Ellos han dado muestras de su compromiso con la ciudad y es imprescindible coordinar estrategias para defender el interés de los vecinos, más allá de toda cuestión partidaria.

10. No hay una guerra, hay una pandemia que amenaza Mar del Plata. Por eso proponemos apelar porfiada, irreductiblemente, a la ética de la solidaridad, a los valores de la inclusión y la equidad. Porque cada ser humano amenazado por la enfermedad nos debe comprometer y convocar. Para que cuando este desafío haya pasado podamos reconocernos con orgullo como una sociedad mejor.

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