Punto por punto, cómo es el decálogo albertista para reactivar la economía después de la pandemia

Punto por punto, cómo es el decálogo albertista para reactivar la economía después de la pandemia

Son premisas básicas que pretende consensuar con el sector empresario, sindical y organizaciones sociales. Asegura que "no hay futuro sin políticas productivas" y sostiene que la liberación de importaciones "no es un fin en sí mismo", sino "una herramienta a utilizar inteligentemente.

 

El presidente Alberto Fernández  ansía tener mejor suerte que Mauricio Macri . No solo pretende mejorar el magro desempeño que su predecesor dejó en términos de gestión de la cosa pública, sino que ahora el jefe de Estado lanzó diez consensos que pretende pactar con el sector empresario, los sindicatos, la clase política y las organizaciones sociales a fin de trazar un camino hacia la reactivación económica.

 

El "decálogo albertista" aparece después de que el presidente se reuniera la semana pasada en Olivos con una decena de empresarios para alizar el avance de la economía en el contexto de las medidas aplicadas para mitigar al coronavirus . En momentos de crisis, recurrió a diez puntos de consenso, como los que promovió sin éxito Macri en mayo de 2019 con la esperanza de acercar a su coalición partidaria al PJ no kirchnerista. Quince días más tarde, ese plan se desvanecería con la irrupción de Fernández como candidato ungido por Cristina Kirchner .

Los diez consensos de Alberto giran en torno a la idea de convocar a un "acuerdo económico y social" que, según blanqueó en una entrevista radial, podría vehiculizarse a través del mentado consejo que el Congreso crearía a instancias del Ejecutivo.

El decálogo advierte que "necesitamos exportar más", y rescata que "ningún sector productivo sobra: todos son importantes"; descarta la "falsa antinomia entre mercado interno y mercado externo", avizora que "no hay futuro sin políticas productivas", y asevera que "ninguna actividad productiva será sustentable si no piensa la dimensión ambiental".

Casi de perogrullo, la sexta verdad albertista es que "una macroeconomía estable ayuda al desarrollo productivo", y por tanto, "si no mejoramos la productividad, no bajaremos la pobreza ni la desigualdad". Y a tono con los reclamos del movimiento de mujeres, la octava premisa reza que "una buena política productiva debe reducir las brechas de género".

Entrando en terreno más espinoso, la novena cláusula del pacto económico y social sostiene que "la apertura comercial no es un fin en sí mismo, sino una herramienta que debe ser utilizada de manera inteligente".

Un planteo en tales términos es el que provoca roces con cámaras de importadores y exportadores, y provocó rispideces que hicieron tambalear la institucionalidad del Mercosur, en tanto Brasil, Paraguay y Uruguay, los otros sociso del bloque, van por la senda aperturista de sus economías y reclaman una rebaja del Arancel Externo Común (AEC), que rige los derechos de importación a cobrar en los cuatro países.

La respuesta del Gobierno a este planteo pasa por un enfoque más de vecindario, y por eso el décimo punto reza que "toda política de desarrollo productivo debe ser una política de desarrollo regional", con lo cual pretende al menos en lo retórico procurar un entendimiento con los principales socios comerciales de Latinoamérica.

Pese a que el presidente dio el primer paso, la presentación de los puntos recae primariamente en el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, quien ya se explayó al respecto en reuniones con entidades como la Fundación Mediterránea y LIDE Argentina, y el canciller Felipe Solá, en su rol de encargado del comercio exterior.

A Flourish data visualisationA contramano de Macri

El decálogo macrista, presentado a comienzos de mayo para atraer a figuras opositoras como Sergio Massa, Roberto Lavagna y Juan Manuel Urtubey, tenía otra concepción totalmente opuesta a la que proponen el gobierno bifronte de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Esa agenda de consenso desechada al poco tiempo procuraba "lograr y mantener el equilibrio fiscal", "sostener un Banco Central independiente", "una mayor integración al mundo con crecimiento sostenido de nuestras exportaciones", "respeto a la ley, los contratos y los derechos adquiridos", y la "creación de empleo a través de una legislación laboral moderna", entre otros.

También Cambiemos llamaba a una "reducción de la carga impositiva", la "consolidación un sistema previsional sostenible y equitativo", "un sistema federal basado en reglas claras", "estadísticas transparentes" y "el cumplimiento de las obligaciones con nuestros acreedores".

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