Hay que resolver primero el dilema atribulado: ¿Por qué sólo el 17 por ciento nos votó pese a la impresionante cantidad de obras logradas para nuestros vecinos?". Una parte, como se observa en todo el país, se debe a la onda expansiva de castigo al Gobierno nacional y a sus socios. Pero el local puede probar que la estrategia asociativa rindió para la ciudad frutos imposibles de lograr de otro modo. Actuó también la incidencia de los sectores "caceroleros" que no se lucen por su reflexión y racionalidad. Otros elementos más contingentes han existido también. No se advirtió que la clase media que comprende a comerciantes todavía sangra por la draconiana decisión de arrasar con la cartelería publicitaria que los obligó a gastos imprevistos.

¿No se analizó que en las PASO ya había aparecido con fuerza imparable el "fenómeno Vilma?". ¿A qué remedio se acudió para atenuar la caída alarmante de los votos del área céntrica? La publicidad en lugar de mostrar lo hecho y comparar con lo realizado por anteriores gobiernos, donde estuvo incluida Vilma, optó por un mensaje subliminal casi psicoanalítico, inocuo ante gente que trina más que por graves motivos reales por broncas mediáticas y egoísmos sectoriales. Pero Pulti no es "perro de atar con chorizos" y asombró el lunes cuando se cargó la gestión al hombro, como todos los días, y salió a recorrer obras en marcha.

Ahora se dice que acometería con algunos cambios en su elenco de trabajo, que en algunos casos pueden ser simples rotaciones. Pero se habla de una especie de jefatura de gabinete, en tanto Ariel Ciano dice "¿y a mí por qué me miran?". También se menciona la necesidad de fortificar la acción en Desarrollo Social. Y es verdad asumida por todos pero nadie lo puede afirmar ni certificar que Marcelo Artime, secretario de Gobierno, se va a algún cargo nacional.

Quizás convenga revisar el sistema de audiencias del intendente a fin de que el vecino, selectivamente, obvio, llegue a él y no se quede enredado en las zancadillas y agobiantes embustes de los proliferantes y celosos "cuida jefes.".

La magnitud del crecimiento de Baragiola obligaría a Pulti, lo diga o no, a analizar desde ya el objetivo 2015 "porque ni loco expondrá a un tercero en la pelea por los trapos de Acción Marplatense". Que por algo él es el padre de la criatura.

Vilma por la presidencia del HCD

Se esmeran los ahora abundantes y visibles radicales multiplicados en su afán de ayudar y colaborar con sus sabios consejos a quien ganó sin ellos y asistida, fundamentalmente, por el voto de los sin boinas.

El primer cruce de criterios está frente a la presidencia del Concejo Deliberante. Ella la quiere y por derecho consuetudinario le pertenece. Vale rescatar, de paso, el gesto de Ariel Ciano que en la misma noche del 27 avisó que no seguirá en ese cargo.

Parece, además, que la función le calza perfectamente a la necesidad de protagonismo de la ganadora radical.

Algunos pugnan por llevarla esta semana a un debate sobre el tema, pero sus amigos de siempre aseguran que ella no se bajará de su aspiración al honor de presidir el Concejo y que, además, no habrá reunión porque esta semana tiene agenda completa, incluyendo reuniones de nivel nacional. Tal vez con otro ministro, como fue la de el miércoles nada menos que con Alberto Sileoni. Allí reclamó por un tema central de Mar del Plata y la costa como es el ataque a la economía de la región a través del intempestivo comienzo de clases.

Otros radicales

Hay radicales que quieren enfrascarse directamente en esta cuestión de discutir la titularidad del HCD. Difícil la tiene Maximiliano Abad que con su protagonismo actual junto a su colega de bancada, sostiene que ésta debe preservarse y no exponerse con un cargo riesgoso en un Concejo que va a ser conflictivo. No hay quien no esté casi convencido, pese a sus desmentidas enojadas, que no tenga una recóndita apetencia. Pero en realidad él es hombre fiel de Ernesto Sanz y allí ve su destino y Baragiola es espada de un enemigo interno irreconciliable: Leopoldo Moreau.

Del lado de Morena ni soñar que su opinión sea tenida en cuenta si se recuerda la campaña de Mario Rodríguez y los suyos en las PASO.

A su vez Tato Serebrinsky, olímpicamente mira para otro lado porque el lío está en La Plata. El hiperactivo ex diputado nacional, trocado en filósofo pacifista, alega que "hoy y aquí el tiempo es de Baragiola, ganó recuperando el escenario para la UCR y hay que ayudarla y no molestarla".

Agrega: "Hay que desbrozarle el camino, pero en provincia está el juego que interesa. Con la defección de Ricardo Jano los 11 diputados son del Morena". Sobrarán asesorías, quizás.

Ya ni habla de su cargo administrativo en el Congreso nacional. Distinta es la situación del Ruso Katz. Siempre sacrificándose por el bolsillo tendría apoyo de Cleto Cobos y Oscar Aguad para fungir en Diputados en tareas nunca ubicables pero excesivamente remuneradas. No obstante en cafés de Güemes delira con su sueño de volver a Luro e Irigoyen, pero ni a los cafés de las inmediaciones de la esquina histórica se le anima.

Aparentando sabias indiferencias, pero siempre sospechados de alentar el imposible regreso de los tres mosqueteros, estarían el Suso Porrúa y Oscar Pagni, casi resignados porque a Vilma no hay con qué darle y otro turno se pierde.

No todas son buenas para la ganadora porque el segundo en su lista de amigos de línea interna, el diputado de Lobería -hace añares que vive en su mansión de La Plata- se pasó imperdonablemente a las filas de Sergio Massa.

Sin la más mínima delicadeza y con brutalidad borocotizada, dijo que tiene más porvenir con el de Tigre.

Todo por Mar del Plata

Es el momento para que el jefe comunal ejerza protagónicamente ese rol, porque mal que le pese a algún estamento nacional, la comunidad espera que asuma orgánicamente la defensa de la ciudad que gobierna, en una actitud más visible que participar, como lo hace, en reuniones en que se reclama el no adelantamiento del inicio del curso lectivo.

Autoridades que no se preocupan por cuidar la continuidad de las clases refaccionando a tiempo las escuelas y no evitan los consiguientes paros cuando dilatan el comienzo de las paritarias docentes desperdiciando muchos más días del curso escolar que los 15 sustraídos al desarrollo de Mar del Plata y la costa turística en general.

La UCIP y otras cámaras empresariales y la propia CGT están sumadas a las protestas que pronto derivarán en medidas de fuerza.

El intendente siempre se ha sumado a estas voces insoslayables de la comunidad, pero casos como éste indicarían que no sólo participe sino que tenga papel preponderante e institucional, poniéndose al frente del movimiento.

Los gremios más perjudicados ya hicieron oír su queja y se sumará en estos días Pedro Mezzapelle en la jefatura de su gremio, el mercantil, que es uno de los más castigados. No sería de extrañar que desde su alta posición en la Federación -es secretario nacional de Obras Sociales- mueva a la propia conducción nacional del sindicalismo a sumarse al clamor.

Los empleados de comercio en Mar del Plata pierden por la medida de Sileoni miles de puestos de trabajo y no logran reunir los 90 días laborables requeridos para el cómputo jubilatorio.

Gran parte de los comercios han dejado de requerir a los trabajadores temporarios que suman centenares. Los empresarios de este gremio como de muchos otros pierden los tiempos propicios para lograr los ingresos con los que se compensan las onerosas pérdidas invernales.

Y aunque no parece que venga al caso la mención de Mezzapelle, amerita dejar constancia de una experiencia recogida por esta página en diversas reuniones vinculadas con el tema de marras. Se multiplicaron los tanteos al prestigioso dirigente para volcarlo a la actividad política, más allá del socialismo, su marco partidario.

Hay diversos sectores que volvieron a la carga y otros que se sumaron con una tentación reiterada. Hay más para volver al respecto en próximas semanas, porque esta vez parecería que la tentación habría picado y hubo reuniones de amigos al respecto. Para el 2015 hay tiempo y "no hacen falta trabajos de instalación del candidato".

Resucitados políticos

Por ahora sólo dos: Juan Garivoto y José Cano. El primero tocado por la irrupción y el futuro de Javier Faroni, hombre escogido por Sergio Massa para monitorear Mar del PLata, salió a ningunearlo alevosamente. En declaraciones periodistas le negó todo mérito por el vuelco electoral en el distrito. "Todo lo hice yo". Pero Faroni "algo hizo en Buenos Aires", condescendiente al fin reconoció generosamente que Javier "es un buen muchacho".

Tuvo también piedad para Massa "lo conozco desde hace mucho tiempo, cuando recién comenzaba". Casi que lo crió de potrillo.

Cano, por fin. Otro período de protagonismo estelar para el máximo borocotizado de la política lugareña. Se apresta a convertirse en "el Lilito" costero. Anda de concejal en concejal tratando de convencerlos para judicializar la gestión de Pulti y hacer revelaciones fundamentales.