El Bono Argentino de Ahorro para el Desarrollo Económico (Baade) quedó preso de la pelea del gabinete económico. De un lado, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, les promete a las empresas que quieran suscribir al bono e ingresar dólares que los títulos tendrán un mercado secundario en pesos y presiona para que se cree. Del otro, el Ministerio de Economía de Hernán Lorenzino debe pedir la cotización pública, sólo permitirá la negociación pública cuando Moreno consiga un buen volumen de emisiones. Las empresas, en tanto, dicen que no comprarán bonos hasta tanto no vean el mercado secundario operativo.

Esa tríada traba la negociación de los bonos, que surgieron como una alternativa del blanqueo de capitales y luego se extendieron al dinero declarado que tienen las empresas en el exterior. El viernes, Economía amplió la emisión de Baade en u$s 1.000 millones para que ingresen las compañías que contacta Moreno. Pero, hasta ayer, se habían suscripto apenas u$s 137 millones de estos bonos, según supo El Cronista. De esa cifra, u$s 68 millones corresponden a las cinco empresas que ganaron arbitrajes en el Ciadi, recibieron bonos como pagos y se comprometieron a comprar estos títulos a tres años, que rinden 4% anual.

Moreno mantuvo reuniones con cerealeras, automotrices, ensambladoras de Tierra del Fuego, bancos, mineras y telefónicas. A todas les pidió que suscribieran Baade. En muchas participó el secretario de Política Económica, Axel Kicillof, quien también impulsa la colocación del bono. El único que, por el momento, se comprometió a hacerlo fue el grupo Bridas, de los hermanos Bulgheroni.

El resto de las empresas pidió un mercado secundario para negociar esos bonos en pesos. Así, se garantizarían entrar dólares a un tipo de cambio superior al oficial. Según una fuente oficial, hoy el Baade cotizaría a $ 7,50. La operatoria consiste en un “contado con liqui” a la inversa: comprar bonos en dólares y venderlos en pesos. La operatoria es usada por las empresas que quieren ingresar divisas con títulos como el Boden 2015, cuyo tipo de cambio hoy ronda los $ 8,90.

Evasivas

A pesar de las promesas de Moreno, las firmas no quieren entrar hasta no ver constituido el mercado para negociar los Baade. “Nadie quiere quedarse con el bono a tres años y no creemos que vayan a crear el mercado secundario”, dijeron desde el sector minero. “Nadie descarta suscribir el bono, pero primero tiene que estar el mercado”, prosiguió la fuente.

El secretario de Comercio Interior también pidió a los bancos que compren Baade. Con algunos fue más allá y les solicitó que garanticen la colocación del bono entre sus clientes, para generar una suerte de mercado secundario sin cotización pública, confiaron dos fuentes del sector financiero privado. Una de las entidades sostuvo que eso sería convalidar un mercado paralelo o, en otras palabras, un desdoblamiento cambiario. La respuesta fue la misma: quedaron en analizarlo, pero no lo ven viable.

Las automotrices, en tanto, se escudaron en la consulta a sus casas matrices para dilatar lo más posible la respuesta al pedido de suscripción de Baade. También pidieron el mercado secundario y hasta ver cómo funciona esa cotización antes de comprar deuda. Las cerealeras iban a comprar u$s 500 millones de bonos con préstamos tomados del exterior para cambiarlos por pesos y hacer una diferencia cambiaria, pero el Banco Central impidió esa operatoria.