Algo más de veinte meses atrás, había asumido como subsecretario de Actividades Portuarias Marcelo Lobbosco. Contraalmirante retirado, llegaba al cargo de la mano de la Fundación Pensar, bandera intelectual del PRO. Luego de poco menos de 19 meses de gestión, presentó su renuncia indeclinable acompañada de una carta personal a la gobernadora María Eugenia Vidal. Las razones de su renuncia, aseguraba en la carta, eran estrictamente personales y tenían que ver con su intención de regresar junto a su familia a Mar del Plata. No obstante, circularon rumores de rispideces entre Lobbosco y el ministro de Producción, Javier Tizado.

Muchas semanas pasaron desde aquella fría mañana de viernes cuando presentó su renuncia, y aun la gobernadora no ha decidido un reemplazante. Claramente, el ministerio de Producción no figura entre sus prioridades. En diciembre de 2016, el por entonces ministro Joaquín de la Torre renunció para poder asumir como ministro de Gobierno de la provincia de Buenos Aires. Desde aquel momento en adelante, el ministerio de Producción estuvo acéfalo durante 150 días hasta que la gobernadora se acordó de nombrar a alguien al frente del mismo.

Ahora, la subsecretaría de Actividades Portuarias continúa acéfala, lo que ha provocado un sinfín de conflictos políticos y administrativos. Incluso sus mismos ocupantes han declarado en reiteradas oportunidades que, al no contar con la firma del titular, los expedientes se acumulan sin poder ser cobrados por los proveedores, retrasando considerablemente los pagos.

Curiosamente, el gobierno de la provincia de Buenos Aires dio la orden de comenzar a trabajar con la red de Incendio del Puerto de Dock Sud, sin contar con un inspector designado por la subsecretaría, maniobra que es claramente ilegal. Por el momento, no ha existido una respuesta oficial al conflicto al que se enfrentan los puertos bonaerenses.