Argentina jugó los mejores 10 minutos del torneo en el primer cuarto. Salió con la idea de frustrar a Puerto Rico obligando a lanzar lo más lejos del canasto posible. La marca argentina que alternó zona con individual buscó proteger su zona pintada de los rompimientos de los boricuas y la apuesta le salió bien.

Porque obligó a Puerto Rico a tomar tiros a distancia y respondieron con malos porcentajes (6/17 de campo, 35%) en los primeros 10 minutos.

Pero no fue solo el hecho de negar la penetración, la tarea fue perfecta porque hubo control del rebote propio, aprovechamiento de la pelota en mano para el contraataque mientras que en el estacionado lo bombardeamos con 4/7 en triples (2/3 Safar) y un enorme trabajo de Delia y Scola en el poste bajo par sacar buenas ventajas. La distancia se abrió primero a 15 puntos (17-2) cuando Paco Olmos buscó soluciones en Ayuso y Santiago sin encontrar mucho.

Entre Galindo, Balkman y Arroyo Puerto Rico reaccionó para el final del cuarto para meter un parcial 6-12 y achicar a 9 puntos el final de los primeros 10 minutos (23-14).

Lamas planteó una rotación un tanto más contenida en virtud de aprovechar el buen momento de campo que Argentina disfrutaba. Sacó primero a Delia, luego a Mata y finalmente a Campazzo cuando ganábamos por 13 (33-20) y sin él la distancia trepó a la máxima de 16 (38-22). Ese fue nuestro techo.

Los boricuas empezaron a reaccionar con tiros de tres puntos en manos de Alex Galindo y muchos tiros que no habían podido tomar en los 15 minutos iniciales. Ayuso, Hollando, Barea, Arroyo. Nadie fue mejor que otros sino que todos lastimaron de manera eficaz el aro argentino con una mejor distribución de pase. Argentina había perdido el ritmo defensivo del partido.

Para el cierre del primer tiempo además apenas disfrutamos de las bombas de Selem Safar y algo más de Luis Scola pero la distancia se redujo a solo cinco puntos 49-44 cuando terminaron los primeros 20 minutos.

En el inicio del tercer cuarto se dejó en claro que el partido había cambiado y Puerto Rico pasó por primera vez al frente 48-49 con un arroyo que empezó a destruir la defensa Argentina cuando se le dio el paso para que tire, mientras que al defensor que le jugaba seguidor por arriba lo penetraba abriendo grietas con descargas generalmente a Balkman.

De pronto de llevar un partido parejo (60-57 arriba a falta de 3 minutos) todo se desmadró en el cierre del tercer cuarto con un parcial 13-0 de Puerto Rico (dos triples de arroyo, volcada de Balkman, dos tiros libres de arroyo y doble y libre de Balkman). Lamas aguantó a Espinoza en cancha pero no logró el chaqueño tener el mismo nivel del último juego. De hecho todo el banco dio pocas respuestas.

Pero como los puntos en contra eran muchos el técnico decidió sacar a su media cancha titular, que además no estaba produciendo en ataque. Sacó a Campazzo y Safar para el ingreso de Laprovíttola y Juan Manuel Fernández. Sin Scola en cancha se cerró el cuarto con una formación atípica que Lamas utilizó para abrir el último segmento al que entramos abajo por 8 (62-70)

Juan Manuel Fernández, Nicolás Laprovíttola, Marcos Mata, Leo Mainoldi y Juan Gutiérrez. Una formación rara por la falta de su coincidencia en cancha en todo el proceso, entendiendo además que los muy buenos y rendidores relevos argentinos hoy no tuvieron su gran día: Hubo 14 puntos del banco de suplentes cuando aporta 35 puntos por partido de promedio.

Así Puerto Rico seguía dominando con su defensa el juego, ante la falta de recursos o variantes argentinas en ataque. Regresó primero Scola y con él en el campo Argentina achicó a solo un punto debajo (74-75) pero se quedó sin nafta. No tuvo gol perimetral (argentina lanzó 4/18 en triples en el segundo tiempo) ante una defensa zonal de Puerto Rico que logró confundir al ataque argentino.

De hecho Paco Olmos con esa decisión le gana la pulseada táctica a Lamas porque lo obliga a cambiar la formación jugando siempre con dos pivotes tiradores derivados del terceto Scola – Mainoldi y Pipa Gutiérrez, no reingresando más Marcos Delía que había jugado 10 minutos de lujo en el primer cuarto.

Para el tramo final hubo un show de tapas, contraataque y triples de Puerto Rico que lograron primero colocar un parcial inmediato de 9-0 (74-84) abrir el tanteador y luego dominar a voluntad el cierre para abrir vía Ayuso la diferencia definitiva.