"Pueden decir que fui pecador, pero no soy un corrupto"

"Pueden decir que fui pecador, pero no soy un corrupto"
"Se puede decir que he sido irresponsable, imprudente, pecador, pero no corrupto", señaló ayer el sacerdote Osvaldo Buffarini, quien es investigado a raíz de una deuda de unos dos millones de...

"Se puede decir que he sido irresponsable, imprudente, pecador, pero no corrupto", señaló ayer el sacerdote Osvaldo Buffarini, quien es investigado a raíz de una deuda de unos dos millones de pesos que dejó cuando estaba al frente de Cáritas. Su situación es una de las razones por las cuales el arzobispado de Rosario, José Luis Mollaghan, está bajo la lupa del Vaticano, que ordenó una investigación a fondo que encabeza monseñor José María Arancibia.

Buffarini admitió haber contraído deudas personales e incluso presentar su propia quiebra por gastos que no pudo asumir, pero afirmó que no tiene denuncias por estafa ni causas judiciales.

En diálogo con Radio 2, el sacerdote dijo que mantiene buena relación con el arzobispo Mollaghan, pero dejó en claro que "sectores escleciásticos hablaron con desmesura" y deslizó que en algún punto le soltaron la mano. "Se puede decir que he sido irresponsable, imprudente, pecador, pero no corrupto", señaló.

"Mantengo un perfil bajo por pedido del obispo, después de haber recibido algunas amenazas e intimidaciones este año y el año pasado, por esta cuestión de las deudas que he contraído yo y no la parroquia, que es pobre", remarcó el ex titular de Cáritas local.

El sacerdote admitió que le devolvieron algunos cheques durante su gestión al frente de Cáritas pero desestimó que el dinero adeudado ronde los 2 millones de pesos. "Ni por asomo es esa cifra, lo que se dice son operaciones, especulaciones de gente que ha quedado dolida", sentenció.

En tal sentido, explicó que las deudas fueron "todas por las obras que se hacían porque las avalaba personalmente, y hay cosas que me han salido mal. Durante mucho tiempo me salieron las cosas bien, pero se juntaron un montón de cosas como ayudas prometidas que no llegaron, el desfasaje económico, intereses..., entonces, hace un año me presenté y pedí mi propia quiebra. El informe final va a salir a fines de febrero, me puse a derecho, de hecho lo sabían mis superiores", indicó.

"No me fui". El sacerdote remarcó que nunca se fue de Rosario. "Todo lo que se está diciendo es embarrar un poco, no buscar claridad. Yo no me fui de mi zona, me quedé siempre en otra capilla de Tablada, no tengo nada que esconder", insistió y dijo que el obispo le ofreció vivir con el fallecido padre Tomás Santidrián.

Buffarini aseguró que el obispo Mollaghan siempre estuvo al tanto de la situación económica, le pidió que de un paso al costado y responda por las deudas asumidas. "Desde el Obispado se me dijo que me iban a investigar, asumo mi responsabilidad, he sido demasiado imprudente, creí que podía llevar esto adelante, que iba a salir, a lo sumo se me puede decir irresponsable, soy un pecador, no un corrupto", sentenció.

Buffarini detalló que la debacle comenzó por la caída de una industria solidaria. "Teníamos un emprendimiento de panificación y de pastas que sostenía todas las obras, pero hace dos o tres años se vino a pique porque se cerraron un montón de comedores, además de mucha competencia de los proveedores, nos desfinanciamos totalmente, todas esas cosas en medio de la pobreza complican mucho".

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