En los primeros días de abril pasado, una sucesión de lluvias terminó de saturar una amplia región rural del departamento Marcos Juárez y el agua, estancada, sitió primero e inundó después a Isla Verde.

El pueblo, de 4.500 habitantes, se pudo sacar el agua de encima pero lleva dos meses rodeado por campos inundados. Un talud de tierra marca aún el límite para que esa masa de agua no entre al pueblo, mientras se espera que una obra de canalizaciones rurales ayude a desviarla. Unas 22 mil hectáreas de campo a su alrededor están bajo agua aún, según citan en el municipio. Isla Verde está, en esa región, en “un bajo” que la complica.

Pero el tema que más inquieta en el pueblo es que el cementerio municipal está completamente inundado desde abril. Además del impacto social que produce, preocupan los riesgos de contaminación que implica esa situación.

Desde el gobierno municipal, que encabeza Jorge Guzmán, indicaron a este diario que “el pueblo está zafando porque el municipio y Recursos Hídricos de la Provincia armaron un talud de tierra alrededor, ante la emergencia”.

Pero el cementerio, en el punto más bajo de la cuenca, no pudo ser salvado. Lleva dos meses inaccesible e inhabilitado, y aunque cada día se lo desagota por bombeo, las napas subterráneas saturadas hacen que la inundación permanezca.

“Los servicios fúnebres se están haciendo en pueblos vecinos, como Monte Maíz y Corral de Bustos”, indican desde el municipio, donde se admite que la situación genera un fuerte impacto social y anímico entre los vecinos.

Este año ya llovió 976 milímetros en esta zona. En seis meses, ese registro superó el promedio histórico anual de 900 milímetros.

Canal que falta

Para aliviar la situación, pero sobre todo para evitar que vuelva a repetirse, se marca la necesidad de obras que canalicen los excedentes hídricos rurales, que nunca se ejecutaron.

“Ahora está en marcha un proyecto, que empezó la Provincia, para construir un canal por Marcos Juárez y Baldissera que lleve las aguas hasta el río Carcarañá”, marcaron funcionarios municipales. En el pueblo esperan que este año quede terminada y que, mientras tanto, no ocurran nuevas lluvias.

En tanto, durante más de un mes la ruta 11 (principal acceso a Isla Verde), estuvo cortada por presencia de agua. Días atrás, al fin fue rehabilitada, aunque resta repavimentar el tramo más dañado.