La psicosis del saqueo sigue pese a un amplio operativo de seguridad

La psicosis del saqueo sigue pese a un amplio operativo de seguridad
La tensión se mantenía en la mañana de este miércoles: muchos comercios atendían a persiana baja o con un solo acceso de entrada y salida.
Los rumores de nuevos ataques se regaban por teléfono entre los comerciantes de calle Güemes, Pellegrini, la Feria de los Paraguayos de Las Heras y los de El Viejo Galeón. Por suerte, nada pasó durante la mañana y se vio a muchos policías, en patrullas o de a pie, recorriendo el microcentro de Resistencia.

Doble mensaje. La tienda con rejas y apenas un puerta para entrar, lo mismo indicaba que estaba abierto.

Unos 900 gendarmes llegaron a la provincia para reforzar la seguridad y se concentraron en el Club Central Norte y la sede de Julio A. Roca, desde donde saldrían a recorrer la ciudad.

Los intentos de saqueos en la noche del martes cimentaron la psicosis del miedo en la población porque fueron imprevistos, siendo que la Policía del Chaco logró cerrar $8.000 de salario mínimo. Si bien todos los intentos fueron sofocados por la policía y gendarmería, los rumores, en la mayoría de las veces falsos, alentaron el miedo entre comerciantes y la población.

Encerrados. Es la imagen que se repite en negocios y casas por el miedo a nuevos saqueos.

Incertidumbre asiática

En los supermercados chinos la incertidumbre parece ser mayor que en las grandes cadenas como Carrefour o Walmart, que están fuertemente custodiadas. Norte recorrió los principales super chinos del macrocentro, donde los dueños se negaron a emitir opinión y decían desconocer la decisión nacional que tomó la Cámara Empresarial de Desarrollo Empresarial Argentino y países del Sudeste Asiático (Cedeapsa) de cerrar el 20 y hasta fin de año por la inseguridad.

No obstante, las persianas de los chinos estaban a media hasta; en algunos casos habían armado barricadas tras las vidrieras y rejas y en otros, había reforzado el personal de seguridad privada en la entrada.

Ni un paso atrás. Casi 900 agentes de Gendarmería Nacional llegaron a Resistencia para garantizar la seguridad.

Normalidad aparente

Durante la mañana, el centro de Resistencia estaba lleno de personas que caminaban, compraban, pagaban sus cuentas como en un día normal. Sin embargo, muchos de los negocios seguían con persianas a media asta; otros optaban atender por detrás de las rejas; algunos supermercados hacían entrar de a uno a los clientes; y los menos, atendían normalmente.

Los puntos de Rapi Pago y la Caja Municipal tenían colas larguísimas de gente que espera a pagar sus facturas. En los bancos, la atención al público se normalizó con el personal de seguridad.

Protocolo de seguridad

Los comerciantes coincidían en que la forma de comunicación entre ellos es por mensaje de texto y que van tomando las medidas de seguridad de acuerdo a lo que van conociendo de la situación, pero que no hay una comunicación del gobierno o la policía de cómo deben actuar.

La información vía mensaje de texto también es peligrosa porque fomenta más el medio que dar datos concretos o situaciones certeras de saqueos. Lo paradójico de la situación es que si bien uno venía con barricadas los frentes de los locales, algunos exhibían carteles que indicaban que estaban abiertos.

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