En la Prueba PISA 2012 Tierra del Fuego no participó

La muestra de Argentina para 2012 estuvo conformada por 5.900 jóvenes, pertenecientes a 226 escuelas de todo el país (a excepción de Tierra del Fuego y La Rioja). El Estudio PISA utiliza muestras representativas (entre 4.500 y 10.000 estudiantes) que permiten realizar inferencias del país en su totalidad, pero no habilitan inferencias por región o jurisdicción.

El Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) informó esta mañana los resultados de la Prueba PISA 2012. Nuestro país obtuvo un puntaje promedio de 406 en Ciencias, 396 en Lengua y 388 en Matemática.

“Hemos logrado mantener los niveles de desempeño de nuestros jóvenes, al tiempo que incorporamos 195.000 alumnos más a la Secundaria. Entre ellos, 45 mil chicos de 15 años, que constituyen la población que evalúa PISA”, reflexionó el ministro de Educación, Alberto Sileoni.

Y destacó: “Argentina, junto a Chile, es uno de los países con mayor tasa de escolarización en el nivel medio: 82 por ciento. Como sociedad, hemos hecho un enorme esfuerzo para incluir a quienes históricamente estaban excluidos, sin renunciar a la calidad en los aprendizajes”.

La Prueba PISA se trata de una evaluación internacional, acurricular, comparativa y estandarizada, que se aplica en 65 países de todo el mundo. Evalúa el rendimiento de alumnos de 15 años, independientemente del año escolar que estén cursando, en áreas temáticas clave, y estudia una amplia gama de indicadores asociados a los resultados educativos. Los estudiantes son seleccionados a partir de una muestra aleatoria de escuelas estatales, privadas, urbanas y rurales.

El titular de la cartera educativa argentina explicó que “los países centrales, miembros de la OCDE, que diseñan la prueba, iniciaron un proceso de inclusión educativa hace 30 ó 40 años, previo al mejoramiento de los aprendizajes. Nosotros, en cambio, estamos llevando adelante ambos procesos de manera simultánea: el de incluir más jóvenes en el sistema, y el de mejorar sus aprendizajes”.

“Formamos parte de una gestión que entiende como necesaria la evaluación de los sistemas educativos, ya que aporta insumos y conocimiento sobre su estado de situación –consideró el Ministro–; pero es una herramienta que aborda una porción del sistema y no su integralidad. Un sistema educativo complejo, plural y diverso como el nuestro necesita una multiplicidad de miradas”.

En este sentido, Sileoni afirmó que “los resultados de la última edición de la Prueba PISA confirman algunas lecturas que nosotros ya teníamos a partir del Operativo Nacional de Evaluación 2010”.

En la región, desde 2009, Argentina mejoró el puntaje promedio en el área de Ciencias (5 puntos), y recuperó –y mantiene– el obtenido en Matemática en el ciclo 2000/2001. En Lengua, el rendimiento de nuestros estudiantes descendió 2 puntos respecto a la evaluación anterior, aunque cabe aclarar que dicha diferencia no es estadísticamente significativa, según los estándares técnicos del estudio PISA.

La evaluación 2009 hizo foco en Lengua. Esto significa que el 60 por ciento de los ítems de la prueba se refirieron a comprensión lectora, planteando una mayor cantidad y variedad de situaciones de lectura, tipos de textos y preguntas; y la posibilidad de analizar con mayor profundidad los desempeños de los alumnos. En cambio, en 2012 sólo el 20 por ciento del examen estuvo referido a Lengua.

Por su parte, el secretario de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, recordó: “Había una crítica casi trágica de la situación del sistema educativo argentino. Algunos afirmaban que el 50 por ciento de los jóvenes argentinos no comprendía lo que leía. A partir de los resultados de este examen, PISA dice que el 74 por ciento de nuestros alumnos comprende textos y puede operar en función de esa comprensión lectora. Y al 26 por ciento restante, que es con quienes debemos redoblar el esfuerzo, aún le quedan por delante dos o tres años más de escolaridad obligatoria, para llegar a donde nosotros queremos que lleguen”.

“De todas las disciplinas, Lengua es la más sensible a factores socioeconómicos –señaló el ministro–. La UNESCO es muy clara en este sentido: la escuela tiene más posibilidades de hacer una diferencia en ciencias y matemática, independizándose del contexto y el origen del chico, que en lengua; donde el clima educativo familiar, y sobre todo, el materno, son decisivos para la trayectoria escolar de cada alumno”.

La elección de estudiantes de 15 años como población objetivo obedece a que son alumnos próximos a completar los diez años de escolaridad obligatoria que rigen en muchos de los países miembros de la OCDE.

La muestra de Argentina para 2012 estuvo conformada por 5.900 jóvenes, pertenecientes a 226 escuelas de todo el país (a excepción de Tierra del Fuego y La Rioja). El Estudio PISA utiliza muestras representativas (entre 4.500 y 10.000 estudiantes) que permiten realizar inferencias del país en su totalidad, pero no habilitan inferencias por región o jurisdicción.

“En nuestro país hay un 36 por ciento de alumnos evaluados que no está en el año escolar que le correspondería por edad: son los chicos que repitieron, no ingresaron a tiempo o abandonaron y retomaron la escuela tiempo después. Aquellos jóvenes que están cursando el año acorde a su edad mostraron un mejor desempeño”, detalló Perczyk.

En este sentido, Sileoni afirmó “Lo que queremos decir es que aquí no hay un fracaso de la escuela: cuando el sistema educativo trabaja con chicos que han tenido una trayectoria escolar y una biografía más ordenadas, los resultados son más interesantes: 435 en Ciencias, 415 en Matemática y 431 en Lengua”.

“Por eso decimos que la escuela secundaria se juega en el nivel inicial –sostuvo la subsecretaria de Planeamiento Educativo del Ministerio, Marisa Díaz–. Un buen paso por el nivel medio depende en gran parte de esos primeros años, por eso nuestra apuesta tan enfática para que las mejores y mayores oportunidades se den en esos momentos iniciales de la trayectoria escolar”.

“Tenemos que mejorar los aprendizajes de quienes están dentro del sistema educativo, e incorporar a quienes no están en él: aún tenemos un diez por ciento de jóvenes de 13 a 17 años fuera de la escuela. Debemos optimizar los mecanismos de retención y las tasas de egreso, y transmitir a las familias la idea de que el secundario es irrenunciable para todos”, reflexionó el ministro.

Y concluyó: “Los resultados del examen confirman que debemos redoblar los esfuerzos y la inversión, seguir mejorando los aprendizajes e incrementar el nivel de inclusión que hemos alcanzado”.

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