Prudente Montenegro: llegó por las fotos de otros, ahora va por su propia película

Prudente Montenegro: llegó por las fotos de otros, ahora va por su propia película

Ya el 2021 y su legislativa local, se evalúa como una primera vuelta para la elección a jefe comunal en 2023. La estimación es que el próximo turno electoral, será por lo menos un reflejo anticipado. El intendente hace los últimos ensayos de su elaborado discurso, que pronunciará el lunes 2 en la sesión de apertura del HCD. Ya inició el hilo de su película y la continuidad de CAMBIEMOS.

Por: Jorge Elías Gómez.

Una  visión expansiva, contenedora y real de Guillermo Montenegro, que ha exhibido una desconocida capacidad de apertura política, en el armado de su gabinete. Fue quizás la respuesta plana y categórica, por haber captado la fracción de votos más frondosa del 41 % de CAMBIEMOS, en una polarización que se alineó con sus fórmulas matrices.

 Los boletos K a mano a Fernanda Raverta, no se capitalizaron de igual manera, en el guarismo del orden del 48 % de F.F. ¿Cuánto, quiénes y desde dónde se militó a favor del corte? Descifrar ese impacto con certeza, permite inferir algunas asociaciones de las cuales ya existían advertencias y tienen que ver con ser el intérprete de su propia película.

El kirchnerismo quedó  declarado en cuarentena, pero en este caso a 2 años vista. Raverta no creyó hasta el día después del 27 de octubre y fue el símbolo de un cimbronazo que todavía duele. Esos 10.000 votos de diferencia, son casi la extensión de un cheque en blanco a la orden de la ministro de Desarrollo Social designada por Axel Kicillof. Raverta, ahora, ya fue ungida candidata 4 años antes. Son suyos el ministerio social bonaerense y el poder que ANSES y PAMI, representan en General Pueyrredon y sus zonas de influencias.

 La ex diputada nacional con acceso directo al Instituto Patria, siente que el “Albertismo” también  es una sombra. Está inmovilizada, mucho tiempo en Mar del Plata, con escasa gestión en territorio bonaerense y  participación en dosis homeopáticas para distribuir la Tarjeta Alimentaria que impulsó Nación. No aparece en el resto de la Provincia, mientras que en el distrito propio hasta hace la huerta en la Unidad Turística de Chapadmalal.

Mover los hilos del FdT en el HCD es su obsesión, entiende que es la llave de su coronación. Así se dispuso la bajada de línea local en la ANSES y el PAMI, acaparar caja política contenida en su intimidad familiar y volcarla al proyecto 2023, a pesar del riesgo de los despechados. La tregua política con la MGP será una ficción y la gestión municipal sabe que conocerá el rigor. Al PRO le sobra experiencia con lo ocurrido en CABA. Y si Kicillof no se lleva ni con los intendentes peronistas bonaerenses, la lógica indica que es una mera cuestión de tiempos.

Para Raverta, es la acumulación de poder, que generó haber tenido a Mar del Plata al alcance de su mano, se convirtió en objetivo excluyente para el kirchnerismo.

Cómo lo adelantó mdphoy.com, la ciudad más querida por los argentinos ilusiona como La Matanza con vista al mar.

No les alcanzó ni con el descabellado ataque al intendente anterior, donde el oficialismo provincial fue socio con la oposición con sede en La Plata, en complicidad con las operaciones del desestabilizador multimedios. Aún así fue insuficiente.

Largaron con la Argentina con Hambre,  dando una vez más rienda suelta a la creatividad de slogans político del PJ. , como la revolución productiva, el salariazo, plata en el bolsillo de la gente, llenar la heladera, solidaridad social y reactivación productiva, una especialidad del populismo para ocultar bolsones cargados de millones de dólares, causas judiciales y prisiones preventivas por actos de corrupción.

Montenegro interpretó el resultado,  y lo que se consideró un loteo, muy probablemente haya sido la devolución a través del reconocimiento múltiple obligado. Hasta existen designaciones, que han accedido en representación de un incipiente peronismo republicano, que emerge a través de Miguel Ángel Pichetto, cuya data no ha cumplido un año y parezca una eternidad. Es la nueva construcción política con la pata peronista tan reclamada pero no conformada, esta es una versión marplatense.

Por otra parte, en voz baja, con tonos graves en el HCD, nació lo que se ha dado por llamar como el “Montenegrismo”, ya tiene su bloque: Vamos Juntos, juega en la interna de CAMBIEMOS. Se integra a los fundadores de la coalición política que ganó todo en 2015. Casi un espejo del armado del gabinete, la desmesura sólo llegó tras un apriete público del ex ministro de Gobierno de María Eugenia Vidal. Uno de los episodios más oscuros de la institucionalidad provincial en 4 años de gobierno.

Diríamos que Montenegro apeló a un pluralismo oficialista, para apuntar a una gestión cargada de pragmatismo. Nada de excesos tampoco, habrá otras pretensiones que se desnudarán en marzo de 2021, allí habrá competencia rumbo a octubre de ese mismo año. Es una utopía la lista única sin el dedo de MEV a la que también amenazan otros competidores.

Para la alianza CAMBIEMOS y sus candidatos es crucial la unidad, sin fisuras crecer a partir del 41 %, para los más optimistas es el piso que nunca va a votar al peronismo y alumbrará la alternancia.

El bloqueo al kirchnerismo en la aprobación del presupuesto 2020, fue una jugada que no podía saber de fracaso. Aisló al satélite de todos, Ariel Ciano, que así operó a lo largo de su sinuoso raid político  en Acción Marplatense, en el Frente Renovador, en Consenso Federal y ahora en el Frente de Todos, un minué propio de luces bajas.

También, además de Morro (Luis Barrionuevo), acompañaron Taccone y Mantero (Pulti), que dejaron sin margen al trasnochado Frente de Todos. Así alumbró la nueva TSU con un correlato a lo que disponen nación y provincia, con una diferencia abismal se trata de una actualización de tasas de servicios públicos.

Montenegro ha sido claro a la hora de transmitir señales, llegó en muletas, a los empujones, casi desconocido hasta las PASO. A la hora de conducir, ya no quedará eximido de interpretar a CAMBIEMOS, un modelo de gestión que tuvo continuidad en Mar del Plata,  para retener la principal ciudad del interior del país.

CAMBIEMOS se quedó con la joya, la demonización de Carlos Arroyo fue un riesgo a todo a nada. Pesó más, fue más fuerte el rechazo al peronismo, un manifiesto que también se proclamó en La Plata y Bahía Blanca.

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