La promesa de algunos concejales para debatir sobre la trata de personas y el control o cierre de los cabarets en Bahía Blanca quedó solo en eso: una promesa.

Las dos ediles más involucradas en el tema Miriam Iantosca (Integración Ciudadana) y Ana Civitella (Frente para la Victoria-PJ) dejaron sus bancas y los dos proyectos que buscan la erradicación de los lugares donde se ejerce la prostitución descansan desde hace más de 6 meses en distintas comisiones.

Es más, en los espacios políticos prácticamente no se habló del tema.

Aseguran que es porque hubo muchos problemas que atender durante este año, aunque de todas formas -dicen- eso no justifica la indiferencia que recibió el tema. Mientras otras ciudades avanzan hacia la regulación y prohibición de los clubes nocturnos, whiskerías y boites, en nuestro ámbito la problemática se puso en agenda en noviembre pasado pero luego solo se registró un despacho del bloque de Integración Ciudadana.

El presidente de la bancada oficialista, Matías Italiano, reconoció que ni se habló del tema, aunque se mostró preocupado.

“Hay que retomarlo y seguir discutiéndolo”, dijo, y evaluó que el tema se vincula con otros flagelos tales como la droga y la violencia de género, por lo que “debe tratarse y abordarse de manera integral”.

Italiano señaló que hay otros lugares, además de los cabarets, donde se practica la prostitución y que muchas chicas vienen de otros países engañadas con promesas de trabajo.

“Mientras haya gente que consuma, va a seguir habiendo este tipo de situaciones”, expresó y sentenció: “Mi opinión es que hay que cortar de lleno este tipo de citas”.

Para el massista Lisandro Ganuza todos están de acuerdo en el fin de los cabarets, aunque se debe debatir exhaustivamente cómo llegar a eso.

“La actividad genera muchas cuestiones detrás. Nosotros no hablamos específicamente sobre el tema pero sí lo hicimos con cosas relacionadas como el narcotráfico y la violencia de género”, afirmó y añadió: “No es que le escapamos al debate, sino que evaluamos otras situaciones”.

Desde el FPV-27 de octubre, Gustavo Mandará contó que no tuvieron mucho tiempo para informarse. “Estuvimos todo el año ocupados con otras cosas”, expresó. De todas formas, mencionó que mantiene fuerte el lema “sin clientes no hay trata”.

“Me parece que ese es el camino por el que hay que ir. Todo lo que reduzca la clientela está bien, pero tampoco hay que ser necios y cerrarse a los cabarets, porque hay muchos departamentos y otros lugares similares”, manifestó.

En el denarvaísmo aseguran que trataron el tema: “Poco, pero lo tocamos”, sostuvo Martín Salaberry.

“Hay que avanzar en la erradicación porque se relaciona con la trata de personas, la droga y toda la cuestión de los chicos”, ratificó.

Marisa Pignatelli, de Integración Ciudadana, opinó que hay que cerrar todos los lugares que trafican con menores y donde se practica la prostitución clandestina.

“Más que cierre me gustaría un control exhaustivo sobre ellos: hablo de AFIP, Arba, Sanidad y menores”.

Los concejales que opinaron son algunos de los electos que asumieron en diciembre.

Fueron los otros quienes asumieron la responsabilidad de imponer la problemática y, todavía, no cumplieron.