Proyectando Argentina 2030

Proyectando Argentina 2030

Por: Jorge Fontevecchia.

La industria precisa ser apoyada porque el Gobierno tiene la tendencia a confundir novedad con mejora y subvalorar el papel de la industria.

Presupuse bien cuando hace unos meses acepté la invitación de Miguel Acevedo, el presidente de la Unión Industrial Argentina, para exponer en la conferencia anual que concluyó esta semana: la industria precisa ser apoyada porque el Gobierno tiene la tendencia a confundir novedad con mejora y subvalorar el papel de la industria. Fue así: el presidente Macri no fue a la clausura de las conferencias, y el jefe de Gabinete, que fue en su reemplazo, pidió que la industria se modernice.

Nuestra circulación de verosímiles tiene la amplitud característica de lainmadurez o de la historia

El título asignado por la Unión Industrial Argentina fue “Proyectando Argentina 2030”, y usando las tres imágenes que acompañan esta columna, dije: “Para proyectar una posible Argentina de 2030 a fines de 2017, a 12 años de esa fecha, valdría rememorar cómo era 12 años atrás, cuando Néstor Kirchner consolidaba su poder tras ganar las primeras elecciones legislativas de su mandato inicial, en octubre de 2005, y haber barrido la estructura del PJ, como logró hacer Macri recientemente.

”Después de las elecciones de octubre pasado, en las que Cambiemos obtuvo un claro triunfo, se descuenta la reelección de Macri en 2019 y las discusiones se centran sobre si María Eugenia Vidal,  Horario Rodríguez Larreta o Marcos Peña lo sucederán en 2023. Quienes también podrían ser reelectos si el peronismo continuara insignificantizándose y la oposición siguiera sin encontrar su principio de cohesión.

”De ser así, dentro de 12 años seguiríamos con Cambiemos en el gobierno después de haber votado en las elecciones de medio turno del segundo período presidencial del sucesor de Macri, en octubre de 2029. Algo no tan impensable, porque ya hubo 12 años de kirchnerismo y diez de menemismo.

”También si nos remontamos otros 12 años atrás, en este caso desde 2005, llegaremos a las elecciones de octubre de 1993, y quien había vencido en aquellas legislativas que preanunciaban la reelección del presidente de entonces era Carlos Menem.

”¿Qué mensaje nos deja este chiste que acompaña mi presentación? Que la visión sobrevalorada que hoy se tiene de Macri –“genio”, “ídolo”, “estadista”– ya se tuvo de Néstor Kirchner y de Carlos Menem tras repetir un triunfo electoral con el que consolidaron su liderazgo.

”De Macri se dijo ‘no dura tres meses a fines de 2015’, ‘se va en helicóptero en 2016’, ‘pierde las elecciones y comienza su ocaso en otoño de 2017’, para pasar a decir después de octubre ‘se quedan para siempre’. Lo mismo sucedió con Néstor Kirchner, desgarbado, sangrante el día de su asunción por un golpe contra una cámara, con una voz y una sintaxis oral poco atrayentes, ‘Chirolita de Duhalde’ . También con Menem al asumir en 1989, con modos impresentables y una estética kitsch que generaba una combinación de risa y espanto. Fueron subestimados primero e idolatrados después.

”¿Y qué mensaje nos deja esta tapa de la revista Noticias de 1989? La recuerdo muy bien porque por entonces yo era su director, había regresado al país después de vivir en el exterior y, muy joven, no podía entender cómo ese personaje de caricatura era considerado ‘rubio, alto y de ojos azules’ –hasta la metáfora elegida muestra nuestro subdesarrollo conceptual–, mientras que Alfonsín, que había concitado las esperanzas de tantos argentinos, se había vuelto alguien reprobable.

”‘La Argentina errática’ era el título de aquella tapa que ya planteaba el problema central de nuestro país, que con el octavo mayor territorio del mundo y la mayor cantidad de recursos naturales per cápita del planeta lleva ochenta años de crecimiento por debajo del promedio mundial. Y que lo que hoy llamamos ‘grieta’ no es más que una de las tantas expresiones sintomáticas del erratismo de nuestra sociedad, porque lo mismo que ama luego odia.

”La volatilidad es inversamente proporcional al desarrollo: cuanto mayor sea el grado del péndulo del humor social, más subdesarrollo padecerá esa sociedad. Porque ante cada barrida del péndulo, impulsado vertiginosamente por la misma fuerza con que está en un extremo hacia el otro, debido a que ‘la fuente del opuesto es el opuesto’, como sostenía el célebre pedagogo Paulo Freire, se destruye innecesariamente valor a causa de la brusquedad. El recurrente stop and go de la economía argentina es consecuencia y no causa del estado de ánimo de una sociedad comunicacionalmente infantilizada. Para que haya desarrollo industrial precisamos que haya desarrollo mental, no sólo en el plano intelectual sino en el emocional.

Los cuerpos del fiscal de la prensa y de la del Congreso, necesitados siempre de atención médica, son una metáfora

”Nuestro sistema de creencias es la expresión de nuestro sistema de pasiones. Nuestra circulación de verosímiles tiene la amplitud característica de la inmadurez o de la histeria. Una metáfora de lo que produce nuestra altisonancia discursiva siempre al límite y más allá de él son nuestra fiscal de la república en el Congreso y nuestro fiscal de la república en la prensa, con sus cuerpos siempre necesitados de atención médica.

”Proyectando la Argentina de 2030 precisamos un cambio verdadero de nuestro sistema de producción de sentido, es decir, de los medios de comunicación. Y de nuestro periodismo, hoy atrapado en un polemicismo hiperbólico definido por un lado como ‘periodismo de guerra’, y por el otro, actualmente en ocaso, como ‘periodismo militante’.

”Los medios no son los únicos constructores de subjetividad de una sociedad, muchas veces sólo aprovechan la marea siendo procíclicos para beneficio propio, de un corto plazo miope de la misma miopía de quien gana al póker en el Titanic o se hace rico vendiendo sogas con las que será ahorcado. Lo mismo se puede decir de jueces y políticos. Tres profesiones –comunicación, justicia y política– que si bien siempre tuvieron intersticios, vienen perdiendo aceleradamente la frontera de separación entre ellas.

”Soy muy optimista con la Argentina de 2030 y con Sudamérica 2030. Primero porque resulta plausible pensar que, después del acelerado desarrollo asiático de fin de siglo pasado y comienzo de éste, el nuevo sector del planeta donde están dadas las condiciones de posibilidad para un catch-up con los países más desarrollados es Sudamérica. Pero también porque creo que la revolución que la tecnología produce en los medios de comunicación genera una disrupción que, aunque inicialmente produzca fake news y posverdad, permitirá, como respuesta, la emergencia de un ecosistema mediático diferente al actual, con nuevos jugadores y un equilibrio menos hegemónico”.

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