Distintos actores de la actividad portuaria están dejando trascender su descontento con la decisión del intendente Carlos Arroyo de haber trasladado algunas dependencias de la Dirección de Tránsito a la Terminal de Cruceros, a lo que ahora se le sumó la intención de ocupar ese edificio con oficinas públicas pertenecientes a áreas como cultura, turismo o deportes. "Esta medida tiene que se revertida porque es un auténtico disparate", le aseguró ayer a LA CAPITAL un dirigente empresarial que se ocupó de transmitir la opinión que prevalece en el seno de distintas cámaras, empresas y sindicatos del puerto marplatense.

La idea de llevar Tránsito a la Terminal de Cruceros surgió del propio jefe comunal, quien el pasado 25 de diciembre, tras haber visitado el galpón que esa dependencia ocupa sobre la avenida Libertad, concluyó en que por su estado el lugar debía ser "clausurado" y resolvió mudar a su personal a la Terminal. "La Escollera es un muelle que pertenece a la jurisdicción del puerto y como tal no puede ser utilizada ligeramente y de manera arbitraria paras actividades que entorpezcan la operatoria, la logística o la producción", fue el mensaje que, por ahora, hicieron trascender los actores vinculados a la tarea portuaria. "Este rechazo se basa en las mismas razones por las que en su momento se cuestionó la intención de la Municipalidad de utilizar el muelle con fines 'recreativos' relocalizando sobre él los bares de Alem. La Escollera Norte es, principalmente, el muelle de abrigo del puerto y un ámbito en el cual se desarrollan actividades inherentes a la actividad portuaria. Quienes entienden esto no pueden dejar de observar el impacto negativo que provoca desvirtuar su función, más aún, en un puerto que debe ajustarse a normas de seguridad y en el cual se sufre la carencia de espacios adecuados para la operatoria de los buques y para su logística", señaló el vocero que tomó nota de las quejas que despertó la intempestiva ocupación de la Terminal por parte de la Municipalidad. "En todo caso, si la comuna tiene interés en aprovechar un edificio por ahora ocioso debería hacerlo analizando alternativas acordes a la actividad portuaria y no adoptando medidas unilaterales e inconsultas, proponiendo usos inadecuados dentro de una jurisdicción en la cual no tiene ninguna autoridad", agregó.