La provincia registró un fuerte descenso en la mortalidad infantil

La provincia registró un fuerte descenso en la mortalidad infantil
La tasa es de 7,7 por cada mil nacimientos. Ya se alcanzó la meta proyectada para el año que viene.

El índice de mortalidad infantil en la provincia volvió a tener una fuerte disminución. El ministro de Salud del Ejecutivo puntano, Gastón Hissa, informó que el último registro fue de 7,7 defunciones por cada mil nacimientos, lo cual implica un descenso de casi un punto en relación al último valor, que había alcanzado el 8,5.

“La política sanitaria de San Luis continúa avanzando con las acciones que procuran disminuir los indicadores vinculados con la mortalidad infantil. Además el proceso de confección de este indicador y el de la mortalidad materna están próximos a certificar con normas ISO”, señaló Hissa.

En el Gobierno están contentos y orgullosos, ya que el 7,7 por cada mil nacimientos registrados (el valor calculado hasta noviembre de 2013) era precisamente el número que se habían puesto como meta para el 2015, un objetivo que se logró con un año de anticipación.

San Luis ha logrado mantener un sostenido descenso en el índice de mortalidad infantil en los últimos diez años. Según los datos del Ministerio de Salud, en el 2003 esta tasa había llegado a 16,7 defunciones por cada mil nacimientos.

Si bien el descenso fue constante en la última década, la caída más pronunciada en el indicador fue verificada en los últimos cuatro años, en la que los números apenas sobrepasaron los dos dígitos.

Entre las razones que explican esta fuerte caída están los mayores controles a las embarazadas y el surgimiento en la provincia de centros especializados para la atención de los bebés. En particular ha resultado beneficioso la aplicación de buenas prácticas de atención en los servicios de neonatología, el seguimiento del niño sano hasta el primer año, la vacunación de la madre y del chico, la capacidad para detección de cardiopatías congénitas y el cuidado sexual y reproductivo de las adolescentes.

“Esto se debe a un trabajo significativo en la puesta en funcionamiento en las maternidades provinciales. San Luis puede mostrar estos resultados porque entre otras razones amplió su infraestructura con la Maternidad Teresita Baigorria y también con los centros especializados privados que se abrieron en los últimos años en la provincia”, afirmó.

El mejoramiento en la atención del recién nacido en la provincia permite tratar adecuadamente a los bebés prematuros (aquéllos que pesan menos de 2,5 kilos y no han completado las 40 semanas de gestación), y que en la Argentina representan, de acuerdo las últimas estadísticas, el 50% de las muertes para los niños menores de un año. Los prematuros graves (por debajo del kilo) son los que tienen más riesgo de vida.

Hissa dijo que el trabajo de reducción de esos indicadores corresponde a un trabajo en conjunto entre los sectores públicos y privados. Los datos aportados por el Ministerio de Salud incluyen un 50 por ciento a cada sector. “Hay que invertir mucho en prevención y en infraestructura”, aseveró.

La capacidad para mejorar la capacidad edilicia, logística y la provisión de insumos sanitarios es relevante en la disminución del indicador, pero el factor humano también cuenta mucho. “El éxito en la baja de la tasa de mortalidad infantil depende en un 50% de la calidad de los profesionales de la salud. El personal que cuenta, por ejemplo, la Maternidad Teresita Baigorria es idóneo y trabaja constantemente para reducir los números”, afirmó Hissa.

Antes estos resultados, el ministro de Salud opinó que las políticas del Estado puntano están bien encaminadas.

“Tenemos que continuar cumpliendo las metas previstas. La mortalidad infantil refleja la realidad de salud de una población y describen las condiciones sociales, económicas y culturales de la provincia. Con estos números podemos cuantificar la realidad para rever los valores y sostenerlos o modificarlos”.

Para este año, el Ejecutivo tiene como una de sus metas principales la prevención de los embarazos adolescentes. “Debemos velar para mantener y reducir estos índices", opinó el ministro.

El funcionario resaltó que la disminución de la mortalidad infantil viene de la mano en la provincia con otras mejores sensibles en el área de la salud, como la brusca caída de las personas que sufren la enfermedad de Chagas, que en los últimos 30 años bajó su prevalencia en los adultos del 20 al 3 por ciento.

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