La Provincia desanima un conflicto con Santa Fe por las inundaciones

La Provincia desanima un conflicto con Santa Fe por las inundaciones

El gobernador Schiaretti dialogó con su par santafesino, a quien ofreció ayuda. Hablaron de la necesidad de consensuar obras. Es para que no se repitan los anegamientos que afectan al sur santafesino y a zonas de Córdoba.

 

A través del gobernador Juan Schiaretti y del ministro de Agricultura y Ganadería, Sergio Busso, el Gobierno provincial se pronunció sobre el grave fenómeno de las inundaciones y desalentó un conflicto interprovincial con Santa Fe. Fue después que el gobernador Miguel Lifschitz apuntó a Córdoba entre los motivos de los anegamientos que afectan a la provincia vecina.

Schiaretti dialogó ayer por teléfono con su par santafesino para ponerse a disposición, le ofreció maquinaria y un helicóptero para sobrevolar la zona, según informó el Gobierno de Córdoba.

Schiaretti recibió el agradecimiento de su par y ratificó que seguirá trabajando con Santa Fe para consensuar las obras hídricas necesarias

 

En rigor, el fenómeno hídrico no sólo alcanza a Santa Fe, donde se calcula que hay más de un millón de hectáreas inundadas, sino también a una vasta región en el corazón agrícola del país, donde se encuentran Córdoba, Buenos Aires y Entre Ríos, entre otras.

 

Lifschitz salió a aclarar que no había acusado a Córdoba de ser la culpable de los anegamientos, y señaló que, por una cuestión geográfica, el agua escurre desde una provincia (Córdoba) que está cientos de metros más arriba del nivel del mar, mientras la otra está aguas abajo. Sus palabras, de todos modos, reactivaron un viejo debate: la falta de obras consensuadas para evitar que miles de hectáreas y de pueblos se conviertan en lagunas cada vez que llueve copiosamente.

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En diálogo con La Voz , el ministro de Agricultura y Ganadería de Córdoba evitó pronunciarse sobre las declaraciones de Lifschitz; destacó que el mandatario santafesino ya había aclarado el tenor de sus palabras y consideró que “no es momento de polémicas”. Sin embargo, reconoció que durante muchos años no se avanzó en soluciones de infraestructura que hubieran permitido, al menos, paliar parte de las consecuencias que hoy están sufriendo numerosas poblaciones y muchos productores argentinos.

Obras pendientes

“Las condiciones en los últimos años no estaban dadas, porque la Nación no le prestaba mucho atención al tema. Ahora, el año pasado se reorganizaron los comités interprovinciales de las cuencas de la laguna La Picasa y los ríos Carcarañá y Quinto, y la situación es distinta: se está trabajando, aunque las decisiones llevan tiempo, porque hay que lograr consensos sobre las obras por ejecutar”, explicó Busso.

Los cruces políticos por las inundaciones también tuvieron un capítulo entre Santa Fe y el Gobierno nacional en las últimas horas. Primero, el ministro de Producción santafesino Luis Contingiani reclamó “decisiones urgentísimas” de la Casa Rosada. La respuesta del secretario de Interior de la Nación, Sebastián García de Luca, no fue diplomática: “Les pedimos hace un año un informe hídrico a Córdoba y a Santa Fe, y Córdoba nos lo envió enseguida. Gobiernan hace nueve años la provincia y se hizo poco y nada en materia de prevención”, enrostró.

Solución sistémica

Mientras tanto, Córdoba avanza por su propia cuenta y concretó una nueva reunión del Comité Multisectorial de Gestión Integrada de Cuencas, que integran los ministerios de Agricultura y Ganadería; Agua, Ambiente y Servicios Públicos; y Vivienda, Arquitectura y Obras Viales; junto con legisladores, representantes de la Mesa Provincia-Municipios, entidades agropecuarias, consorcios y el Inta, entre otras instituciones.

Según Busso, el objetivo apunta a soluciones “sistémicas” que conjuguen obras de infraestructura y cambios en el modelo 
productivo que primó en la última década, caracterizado por el monocultivo de soja.

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