Provincia: si no es candidata, Cristina apostaría a la intendenta de La Matanza

Provincia: si no es candidata, Cristina apostaría a la intendenta de La Matanza

El kirchnerismo busca levantarle el perfil a  Magario. Podría ir a internas para el Senado contra Randazzo.

-Si vos vas de candidata tenés mi apoyo.¿Pero no pensaste que quizá te conviene preservarte?

En el tórrido diciembre de San Pablo, Verónica Magario le hizo la sugerencia a Cristina Kirchner y escarbó en un asunto tabú: la hipotética postulación de la ex presidenta en la provincia de Buenos Aires.

Por decisión personalísima de Cristina, la intendenta de La Matanza se sumó el año pasado a la comitiva que la escoltó a Brasil, donde se reunió con Lula Da Silva y Dilma Rousseff.

Cuatro meses más tarde, el comentario que la ex presidenta no respondió, tomó volúmen frente a la versión de que Cristina habría decidido no ser candidata en 2017 y que impulsaría a Magario como postulante.

Por la atmósfera de secretismo del planeta K, unos abrazan la posibilidad como una certeza y otros lo interpretan como una "bomba sucia" de la ex presidente. Una distracción.

El dato tuvo como usina el Instituto Patria, búnker de la ex presidente al que diariamente concurre Oscar Parrilli. Pero rebotó en el Congreso y sumó guiños de Máximo Kirchner que en una charla con dirigentes habló de las contras de que su madre compita este año. "Si se presenta y gana la elección, la van a acusar de ser desestabilizadora" dijo el diputado, según reconstruyó Clarín. Sorprendió que exponga argumentos por la no candidatura cuando La Cämpora es el sector más necesitado de una postulación de la ex presidenta.

A la defensiva, en La Matanza dicen desconocer si Cristina tomó esa decisión y niegan que a Magario le hayan hecho esa oferta. "Ella es intendente y la votaron para serlo por cuatro años" avisan.

"Pero en política nada es imposible", entornan la puerta. Apenas diez días atrás, Fernando Espinoza, jefe del PJ bonaerense y caudillo matancero, mencionó a Magario entre los "intendentes nuevos" que podrían ser cnadidatos.

En el mix, invocan encuestas que ponen a la ex presidente con índices de intención de voto del orden del 35% a nivel provincial. "Con esos números ¿cómo no va a ser candidata?" especulan en voz alta.

Digresión: la hostilidad en Santa Cruz con Alicia Kirchner parece reducir las posibilidades de Cristina en esa provincia. No competir o hacerlo por Buenos Aires. "Allá está todo mal: pierde" deslizan, brutales, desde una trinchera K.

Desde el planeta cristinista, aportan dos impresiones. Una refiere a los dones de Magario. "Es mujer para confrontar con Vidal, es peronista y de La Matnaza pero no es Espinoza, no es ultra K pero Cristina la banca" sintetizan como si fuese una bio de Twitter.

Dos. El cristinismo stockea furia contra Florencio Randazzo y lo enfoca como un rival inevitable. "Cristina elige a Magario y si se anima que Florencio vaya a una primaria" dicen operadores K y agregan una provocación: "Así se termina la fantasía de que Randazzo es un gran candidato".

Máximo Kirchner fue más allá: frente de legisladores y dirigentes del FpV dijo que cree que Randazzo podría aliarse con Sergio Massa.

El ex ministro, activo pero invisible, sigue mudo pero deja que armen en su nombre: el martes el bloque post K que nuclea al grupo Esmeralda, el Movimiento Evita y gremios sumó un malón de legisladores provinciales.

"Florencio va a ser candidato y le gusta la idea de una interna, pero los tiempos los maneja él" dicen a su lado y presumen que Cristina no jugará pero promoverá a alguien en su nombre. "Para nosotros, la mejor interna sería Florencio contra Scioli: lo nuevo contra lo viejo" prueban eslogan.

La versión sobre Magario rodó hace un mes cuando apareció medida en una encuesta atribuida a La Cámpora. Volvió atada a la versión de que Cristina decidió no jugar, en medio de la tensión entre los intendentes del PJ que apuestan a Randazzo y los que se andan con Scioli que, en campaña, visitó 15 municipios.

Coincidió con el rumor de que Martín Insaurralde podría sumarse al pelotón de candidatos.

El lomense -que la semana pasada habló con Randazzo y quedaron verse "pronto"- en 2013 fue candidato de Cristina y perdió. Lo mismo ocurrió en 2015 con Scioli. Son ejemplos de lo que se suele llamar "casting defectuoso" de la ex presidenta.

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