Tras la multitudinaria marcha del miércoles para pedir que no haya más femicidios bajo la consigna #NiUnaMenos, la Provincia anunció que esperan inaugurar en los próximos meses el primer refugio para víctimas de violencia en la ciudad de Córdoba.

“En principio, en esta primera etapa, va a constar de cinco habitaciones con baño, una sala de estar, una cocina, y los espacios necesarios para los equipos técnicos que asuman el seguimiento y asistencia de la mujer y sus hijos”, explicó Alejandra Morcillo, directora de Violencia Familiar de la Provincia de Córdoba.

“En este momento estamos alojando a las mujeres que registran alto riesgo y a sus hijos en hoteles, pero es importante saber que lo adecuado es que el alojamiento en hotel o en un refugio sea por el menor tiempo posible, hasta que se consigue la exclusión del agresor”, precisó Morcillo. Por estos días, hay tres mujeres con sus hijos al resguardo de Violencia Familiar. Durante 2014 fueron 28 las familias que recibieron asilo, y 21 durante 2013.

LEÉ MÁS“Que mi hija sea una víctima menos”¿El polémico video o el #NiUnaMenos?

“Las personas interrumpen sus rutinas, sus vidas cotidianas, se altera la educación y la vida social, por eso estamos tratando de articular con la Justicia para que esos tiempos se acorten y los grupos familiares puedan retomar su habitualidad lo antes posible”, detalló la funcionaria. Y remarcó, además, que se inicia un proceso de asistencia integral tendiente a lograr la superación de la mujer, “para que pueda cambiar su posición frente al agresor”.

Tanto desde el Poder Judicial como desde la Dirección de Violencia Familiar se analizan las variables que configuran “alto riesgo”, y que empujan a decisiones como la de albergar temporariamente a la denunciante (y sus hijos) en un lugar seguro, lejos del agresor. “Hay indicadores que nos van marcando la progresividad de los riesgos, y que tienen que ver con el tipo de violencia que está sufriendo, la frecuencia y la intensidad; si eso nos indica que es urgente e inmediato tomar medidas, se dispone su alojamiento temporario”, precisó.

“Muy positiva”. Para la directora de Violencia Familiar, la manifestación del 3 de junio en contra de la violencia de género fue “muy positiva”. “Es un salto cuantitativo y cualitativo en materia de visibilización y sensibilización, la sociedad ha tomado la consigna y eso es importantísimo”, consideró.

“No es un problema que podamos solucionar solamente algunas instituciones del Estado, toda la sociedad tiene que comprometerse en la lucha contra el machismo, contra la desigualdad, con el poder y el sometimiento de las mujeres”, describió. “Solos no podemos, necesitamos el compromiso de la sociedad”, concluyó.

En números. Desde el Ministerio de Desarrollo Social difundieron que en dos años se entregaron 1.607 botones antipánico, y que en los próximos meses estarán activos en toda la provincia. Hasta el momento, se registraron 323 detenciones activación del dispositivo.

El botón antipánico es un dispositivo de socorro, similar a un teléfono celular, que la víctima acciona cuando se siente en riesgo, y da una señal de alarma a la Policía junto a la localización satelital del lugar en el que fue activado.

Asimismo, informaron que en lo que va de 2015, la Dirección intervino en 7.846 casos; y que se entregaron 642 ayudas económicas mensuales para víctimas que necesitan independizarse económicamente y 74 créditos para microemprendimientos; así como cobertura gratuita de la obra social provincial, Apross, para 64 mujeres y sus grupos familiares.

"Se está pensando en la pulsera"

La fiscal especializada en violencia familiar Bettina Croppi contó que “se está pensando en las pulseras magnéticas” en lugar del botón antipánico. “Yo creo que es una herramienta más adecuada del botón, se le pone a la víctima y al victimario, y suena en la comisaría más cercana cuando están a determinada distancia”, explicó Croppi en una nota en Canal 10.

Cabe recordar que el botón antipánico es un dispositivo resistido por algunos especialistas que consideran que son sólo un paliativo y que mantiene a la víctima en estado de alerta y pánico todo el tiempo. “El botón genera una dependencia del miedo, es un SOS en el bolsillo, es una persona en permanente estado de pánico dispuesta a accionar un botón cuando el peligro sean inminente, no es la solución”, cuestionó el psicólogo social Sebastián Bertucelli.