Las perspectivas no son alentadoras: donde hay fuego y más se necesita lluvia, no lloverá; donde sobra el agua, volverá a llover. Así lo indica el pronóstico para los próximos días.

Mientras que en las zonas con miles de evacuados por las inundaciones de las últimas semanas, como Córdoba, Santa Fe y San Luis, se esperan nuevas lluvias, no ocurrirá lo mismo en provincias castigadas por incendios forestales, como Chubut y Río Negro.

A la situación de alerta máxima que describió el ministro de Agua y Ambiente de Córdoba, Fabián López, se sumó el crítico panorama de San Luis, donde hay rutas cortadas y unas 2000 personas evacuadas por el temporal de las últimas horas, que provocó la muerte de una mujer.

Las localidades de Concarán, Luján, Quines y Leandro Alem son las más afectadas por las inundaciones causadas por la tormenta. Y lo peor podría llegar en las próximas horas, advierten las autoridades locales.

En Santa Fe, las lluvias obligaron a cortar la circulación en la ruta a Rosario, mientras que en Córdoba la alerta del Servicio Meteorológico Nacional para hoy hace temer que la pesadilla de la semana pasada se vuelva a repetir. Según las autoridades, las cuencas de los ríos y los diques ya están saturadas por las intensas precipitaciones del último mes.

"Las cuencas están saturadas por lo que una lluvia de 50 milímetros puede causar la misma inundación, los mismos daños que antes una lluvia de 100 milímetros", dijo López.

En Córdoba, las zonas más afectadas son las Sierras Chicas, en el noroeste provincial, y los departamentos del noreste, pero el centro y sur también estaba padeciendo el aumento de los caudales de los ríos. En la región central, la apertura de las válvulas del dique Piedras Moras, en proximidades de la ciudad de Río Tercero, generó preocupación aguas abajo, especialmente en Villa María, Villa Nueva y Bell Ville, donde el año pasado el desborde anegó gran cantidad de barrios.

En San Luis había rutas cortadas, tras las intensas lluvias del fin de semana que provocaron el desborde de ríos y arroyos. Según informó la Dirección Nacional de Vialidad (DNV), "se encuentra totalmente interrumpida la circulación por la ruta Nacional Nº 20 en Quines y Luján por crecida de los ríos de esas localidades del norte puntano, que impactaron sobre los puentes y los dañaron".

A raíz del corte, quienes viajen desde Villa Dolores, Córdoba, hasta San Juan, Mendoza o la Capital de San Luis, deben utilizar la ruta nacional Nº 148 hasta Santa Rosa del Conlara, de allí continuar por la ruta provincial 55 hasta La Toma, y de allí por ruta provincial 20 hasta la ciudad de San Luis. En tanto, quienes se dirijan a San Juan deben continuar por la ruta nacional Nº 147, y quienes se trasladen a Mendoza deberán tomar la ruta nacional Nº 7.

INCENDIOS

Las provincias castigadas por los incendios forestales recibieron el alivio ayer con la llegada de una lluvia que de manera intermitente comenzó a en la zona de Cholila, sobre la cordillera del Chubut. Tal como lo habían pronosticado los meteorólogos, una tenue precipitación aplacó desde la media mañana de ayer la actividad del fuego. Sin embargo, si el agua no resultaba suficiente para apagar los focos, en los próximos días el panorama será más complicado.

La lluvia fue más importante hacia el flanco sur del incendio, donde está el Parque Nacional Los Alerces, sobre el que había alguna preocupación más porque en algún momento hacia allí avanzaban las llamas.

Anteayer fue una jornada de extrema tensión para los brigadistas porque las llamas superaron un cortafuegos estratégico de 13 km que se había construido sobre ambas márgenes del arroyo El Pedregoso y comenzaron a avanzar en dirección Este impulsadas por el viento hacia la Villa del Blanco.Así lo confirmó el coordinador del Plan Nacional de Manejo del Fuego, Fernando Epele, que detalló: "Hubo mucha actividad y las llamas pasaron el límite que se había abierto con un enorme esfuerzo, y avanzan hacia una villa donde hay alrededor de 60 viviendas que están lejos del fuego, pero nos obliga a extremar las medidas de control sobre esa zona."

En un nuevo giro de la avanzada del fuego, el gobernador de Chubut, Martín Buzzi, vinculó los incendios con "negocios inmobiliarios" y anunció en conferencia de prensa seis medidas que apuntan a investigar y controlar la venta de tierras en la cordillera. Y agregó: "Tuvimos a lo largo del verano alrededor de 1.000 focos ígneos distintos (...) hay un negocio que vamos a atacar".

En tanto, en Bariloche, un día después del incendio generado en el centro de esa ciudad que afectó a diez viviendas, los vecinos del barrio Belgrano continúan en alerta. Si bien una tenue lluvia pareció traer alivio, en la tarde de ayer se produjo un nuevo foco que fue controlado rápidamente por personal del Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales.

Muriel Angault, una vecina, relató que "los bomberos trabajaron cortando ramas para hacer caminos. Al remover la ceniza, hay fuego y, con el viento, es posible que arranque nuevamente". Sin embargo, Pablo Cavalli, director de Defensa Civil de Bariloche, explicó que el rebrote del foco "es normal ya que tarda un par de días en apagarse del todo". Por otro lado, dos edificios ubicados sobre calle Salta continúan preventivamente desalojados ante posibles desmoronamientos.

Personal de Gendarmería patrulla la zona ante la presencia de merodeadores que fueron vistos ingresando a uno de los predios afectados. María Eugenia Martini, intendenta de Bariloche, aseguró que "el origen del incendio fue humano aunque todavía se desconoce si fue intencional o por negligencia. El municipio hará una denuncia penal para investigar cómo se originó", dijo.