Los intendentes de los municipios atravesados por la autovía 6 decidieron hacer propio un reclamo que en sus comunidades se reitera permanentemente: la solución a la problemática de la ruta 6, llamada “ruta de la muerte” por el peligro que representan los múltiples pozos y las obras a medio terminar que ya generaron múltiples accidentes, algunos de ellos fatales.

En la tarde del viernes 26, el intendente Gustavo Arrieta mantuvo una reunión con el ministro de Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, Eduardo Camaño y con el subadministrador de Vialidad, el Ing. Marcelo Copola, en la cual se planteó la necesidad de iniciar las reparaciones cuanto antes.

El encuentro se llevo a cabo en la Casa de Gobierno y participaron –además de Arrieta- los Intendentes de San Vicente, Daniel Di Sabatino; de Marcos Paz, Ricardo Curuchet; de Las Heras, Juan Carlos Caló; y de Presidente Perón, Aníbal Regueiro.

Según se informó oficialmente, el representante de Vialidad Provincial dijo que se ya se concretó el llamado a licitación y se firmaron los contratos para comenzar en las próximas semana con los trabajos más urgentes.

También se anunció que se están realizando una serie de contratos e capacitación de cooperativas, quienes serán los encargados de llevar a cabo tareas tales como corte de pasto, iluminación y calzado de banquinas, con la intención de iniciarlas en los primeros días del mes de enero.

Además, se planteó la necesidad de concretar, en un mediano plazo la traza entre Cañuelas y Luján. Al respecto, se conversó sobre la posibilidad que la misma tenga resolución a parir del segundo semestre del año que viene.

Presión

El encuentro se llevó a cabo un día antes de que vecinos de la zona, autoconvocados a través de la red social Facebook, concretaran una reunión con instituciones de los partidos involucrados, y legisladores de diferentes sectores políticos, para motorizar un reclamo.

Arrieta había anunciado que no participaría de dicho encuentro. Pero dispuesto a bajarle el tono a la polémica, el jueves dijo en un acto en el municipio que lo consideraba válido, aunque entendía que era mejor de su parte canalizarlo por la vía institucional.

Es innegable, de todos modos, que no fue casualidad que el encuentro de intendentes y funcionarios se realice al mismo tiempo que los vecinos comienzan a organizar un reclamo más fuerte.

Es de esperar, que al menos esta vez, las promesas se cumplan.