Tras una semana en la que todo le salió mal al oficialismo en el Congreso, el Gobierno nacional tiene encaminada la aprobación del primer presupuesto diseñado por el equipo económico de Mauricio Macri.

Las promesas de giros automáticos de recursos a las provincias y la ampliación del plan de obras sirvieron para ganarse el OK de los gobernadores, lo que terminó de alinear al resto del peronismo con representación parlamentaria.

En los despachos del presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y del presidente de bloque de PRO, Nicolás Massot, esperaban que este lunes devuelvan el predictamen que el viernes giraron a Jefatura de Gabinete y al Ministerio de Hacienda y Finanzas. Esa versión de la ley de leyes, que esperan sea la definitivo, se terminó de cerrar el viernes por la noche en una oficina del Congreso. Estuvieron Massot, el presidente de la comisión de Presupuesto, Luciano Laspina (PRO), y los negociadores de los bloques que garantizarán un paso sin trabas en las dos cámaras: los diputados Marco Lavagna (Frente Renovador) y Diego Bossio (bloque Justicialista) y el senador Juan Manuel Abal Medina (Frente para la Victoria).

Si llega la orden del Ejecutivo, pasará inmediatamente a la firma en comisiones y este mismo miércoles tendrá media sanción en la Cámara de Diputados.

Una de las llaves para destrabar el Presupuesto, que en algún momento amagó con empantanarse, fue el trabajo del ministro del Interior, Rogelio Frigerio. Atendió reclamos de obras y fondos de muchos gobernadores hasta llegar a una planilla definitiva que servirá para que la ley tenga los votos necesarios en el Congreso.

A esas obras tuvo que agregarle un reparto más amplio del fondo sojero, pero no cedió en uno de las exigencias a la que mayor impulso le daban las provincias: la coparticipación plena de lo recaudado para Aportes del Tesoro de la Nación (ATN).

En el que podría ser el texto definitivo del Presupuesto se incorporaron los artículos transitorios para limitar la capacidad de las provincias de salir a tomar deuda para financiar sus cajas. Se instruyen algunos topes, como la imposibilidad de endeudarse para cubrir el rojo financiero por encima del déficit previsto en el Presupuesto nacional o la condición de reducir al menos en un 10% el déficit del año pasado. Pero las provincias que hayan obtenido resultados positivos en 2016 podrán salir al mercado de capitales sorteando la autorización de la Nación que impone la ley de Responsabilidad Fiscal.

La intención de Cambiemos es incluir en la misma sesión el proyecto para regular la participación de privados en la obra pública, cuya media sanción se frustró la semana pasada. Negociarán con el PJ y el massismo los cambios al proyecto para destrabarlo y poder tener la ley aprobada este mismo año.