Las industrias metalúrgicas dejaron atrás el buen clima de negocio que se había generado por la minería y la implementación del programa bioetanol. Hoy, los empresarios del sector afrontan un estado de riesgo debido a la caída de demanda de sus productos, como consecuencia, justamente, de menores operaciones con el sector minero y la caída de los contratos con ingenios a partir de la apertura de las importaciones. 

En la Cámara de Industriales Metalúrgicos de Tucumán (CIMT) informaron que la baja de la producción ha llegado a un 40% en lo que va del año, lo que llevó a la reducción de personal en algunas organizaciones privadas. 

La disminución de la actividad se ha registrado durante los últimos años debido a una reducción de las compras de insumos para los trabajos mineros. "El volumen de compra es bajísimo, sólo un 10% de lo que se solía comprar. Hace cuatro años que sentíamos esa merma del nivel”, dijo José Cortina Guerineau, gerente comercial de Kousal SA. 

El presidente de la CIMT, Pablo Krautmann, remarcó que el impulso que tomó la agroindustria azucarera este año no sirvió para cubrir la baja demanda de la industria minera.

Se supo que algunos contratos de proyectos dentro del marco del programa bioetanol no se concretaron. En estos casos se optó por adquirir materiales de Brasil (y hasta de India) por el bajo precio, comparado con el presupuesto local, según se supo. 

"No podemos competir con Brasil. Los costos de ellos son muchos más baratos, estructuralmente son mucho más barato”, enfatizó Rodolfo Guerci, tesorero de la CIMT.