En tales circunstancias los detenidos ingresaron al referido local comercial, uno de ellos portando un arma de fuego, presumiblemente un revólver, con la que acometieron contra las personas que allí se encontraban.

En dicho acto se apoderaron ilegítimamente de la suma de mil pesos (1.000 $) que se encontraba en la caja recaudadora del comercio. Uno de los detenidos efectuó un disparo de bala en contra de uno de los dueños del comercio, al momento en que salía del local en busca de auxilio. Instantes después hizo lo propio contra un efectivo policial en la zona exterior del local.

Sostuvo el magistrado que "nos encontramos frente a una acción típica, cuya antijuridicidad no ha sido puesta en crisis por la existencia de permiso legal alguno. Igual consideración cabe efectuar en tono a la culpabilidad de los prevenidos, cuya capacidad de motivación se encuentra verificada. Tan es así que ambos tuvieron la posibilidad de comprender el contenido de la norma prohibitiva y, además, la libertad suficiente para adecuar su conducta a dicho precepto legal. Es decir, que pese a haber podido actuar de otro modo, lo hicieron en la forma que hasta aquí se ha venido narrando".