En el marco de la investigación por el homicidio del joven qom Maximiliano Pelayo, la titular de la Fiscalía Nº3, Carmen Scarpín, dictó la prisión preventiva para el agente policial Juan Omar Anchával y ordenó la libertad del suboficial mayor que se encontraba detenido, Miguel Ángel Bocalandro. La medida se dio previo al inicio de la feria judicial.

Así lo confirmó a CHACO DIA POR DIA el abogado de la familia Pelayo, Danilo Legal. Explicó que por el momento la fiscalía no dio detalles de los motivos por los cuales se ordenó la libertad de Bocalandro ni tampoco si esta decisión es por falta de mérito o porque se le imputa un delito excarcelable.

"No pude ver el expediente físico, porque en la Fiscalía estaban muy ocupados con él y dijeron que no me lo podían mostrar", comentó Legal. "Sólo vimos el expediente informático que tiene muy poco. El primer día hábil después de la feria los veremos", indicó.

Por otra parte, el letrado se mostró la disconformidad de los familiares de la víctima por la investigación que está haciendo en paralelo el Organismo de Control Institucional (OCI), dedicado a la investigación de asuntos internos de la Policía. "No estamos conforme cómo se está llevando a cabo la investigación, principalmente porque se citan a testigos ante un organismo policial donde de alguna manera se presiona a los testigos para que 'no digan nada'", se quejó.

"Ya presentamos un escrito ante la Fiscal oponiéndonos a esa investigación paralela, sospechosamente 'apurada' que solo sirve para presionara a los testigos, que son citados y amenazados de que si no asisten los van a detener. Es una investigación administrativa interna de la policía, pero sospechosamente 'urgente' que sólo logra ensuciar la investigación", añadió.

Maximiliano Pelayo tenía 22 años y era miembro de la comunidad qom. El 30 de junio, poco después de las 16, fue encontrado con dos heridas de balas en el sector II del barrio Cacique Pelayo (el nombre es en honor a su bisabuelo, Anselmo Pelayo). Desde allí fue trasladado al hospital Luis Fleitas de Fontana, adonde fue declarado muerto.

El hecho ocurrió poco después de que, según fuentes policiales, un grupo de 20 personas cometiera una serie de desórdenes en el mencionado barrio. Hasta allí habrían ido dos uniformados en un patrullero, que habría sido recibido con ladrillazos y disparos de armas de fuego. Las mismas fuentes explicaron que los uniformados repelieron la agresión y los supuestos agresores salieron se retiraron del lugar. Poco después de esto, Pelayo fue encontrado herido y trasladado al hospital.