Prisión perpetua para los nueve represores que integraron la patota de Feced

Prisión perpetua para los nueve represores que integraron la patota de Feced

El Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) de Rosario aplicó la pena más severa (prisión perpetua) a Carlos Ulpiano Altamirano, el único imputado de homicidio entre los acusados.

 

Nueve de los diez ex policías de la provincia de Santa Fe que revistaron en el Servicio de Informaciones de la Jefatura fueron condenados ayer por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura. El Tribunal Oral Federal 2 (TOF2) de Rosario aplicó la pena más severa (prisión perpetua) a Carlos Ulpiano Altamirano, el único imputado de homicidio entre los acusados, mientras que, en el otro extremo, absolvió a Pedro Travagliante. El Tribunal también ordenó que los condenados sean detenidos de inmediato en dependencias del Servicio Penitenciario Federal.

Luego de ocho meses de audiencias, los jueces Noemí Berros, Roberto López Arango y María Ivón Bella establecieron en su veredicto que "las conductas imputadas y juzgadas revistieron el carácter de delito de lesa humanidad, ocurridos en el contexto histórico del terrorismo de Estado que asoló nuestro país, en el marco del segundo genocidio nacional perpetrado entre los años 1975 y 1983".

No es ingenuo que el tribunal haya fijado como inicio al nefasto período de la historia argentina a 1975, antes del golpe militar del 24 de marzo de 1976, dando entidad a las denuncias de víctimas de la represión ya desde el Estado conducido por el gobierno de Isabel Perón y José López Rega. También se destaca el empleo del término "genocidio", figura que es planteada recurrentemente por las querellas.

Perpetua. El tribunal estableció la pena de prisión perpetua para Carlos Ulpiano Altamirano (alias Caramelo), de 62 años, por "los delitos de privación ilegal de la libertad agravada por ser funcionario público con abuso funcional, por mediar violencia y amenazas, y por haber durado más de un mes; en concurso real con la aplicación de tormentos agravados por ser las víctimas perseguidos políticos", en nueve casos, y asociación ilícita. Pero la dureza de la pena en este caso se debió a que fue hallado culpable del "homicidio triplemente calificado por alevosía, por el concurso premeditado de dos o más personas y para procurar la impunidad para otro delito anterior", contra los estudiantes peruanos Rory y María Antonieta Céspedes Chuang.

A Lucio César Nast (alias Ronco), quien justamente ayer cumplió 62 años, el TOF2 le aplicó una condena de 22 años de prisión por privación ilegal de la libertad agravada y aplicación de tormentos agravados (siete casos), y asociación ilícita. A la vez, el tribunal lo absolvió por un caso de tormentos contra Lidia Curieses.

También recibieron una condena de 22 años, por los mismos delitos, Eduardo Dugour (alias Picha, de 65 años) cometidos contra 9 personas; Julio Fermoselle (alias Darío, de 64 años), en 13 casos, y Ernesto Vallejo (Managua, de 63 años) en 14 casos.

Por los mismos cargos, el tribunal aplicó la pena de 20 años de prisión para Ramón Telmo Alcides Ibarra (Rommel, de 72 años) por delitos contra 9 personas, y 18 años de cárcel para Ovidio Olazagoitía (Vasco, de 78 años), en 6 casos.

José Rubén Lofiego (alias Ciego, de 65 años) fue condenado a 12 años por privación ilegal de la libertad y tormentos agravados en dos casos, pero no lo alcanzó la figura de asociación ilícita; mientras que por los mismos delitos cometidos contra dos personas Ricardo Torres (Conejo, de 69 años) fue condenado a 8 años de prisión.

Absolución. El tribunal absolvió de todos los graves cargos que se le imputaban a Pedro Travagliante (de 65 años).

En todos los casos, el tribunal ordenó que "los condenados cumplan la pena privativa de la libertad en cárceles dependientes del Servicio Penitenciario Federal". Al respecto, el único que ya estaba detenido en un penal federal era Lofiego, alojado en la cárcel de Marcos Paz, donde purga la condena de prisión perpetua que recibió en el juicio oral Feced I.

Los otros imputados arribaron a la última audiencia desde distintos lugares de detención y varios permanecieron en libertad hasta ayer pese a los reiterados reclamos al respecto de la Fiscalía y las querellas. Nast, Vallejo e Ibarra estaban en la Alcaidía de la URII de la policía de Santa Fe; Altamirano, en la Unidad 3 de Rosario; Olazagoitía, con prisión domiciliaria; mientras que Dugour, Torres, Fermoselle y Travagliante tramitaron el proceso libres.

Ayer, ocho de los imputados comparecieron en la sala de audiencias, a excepción de Lofiego que escuchó el veredicto por teleconferencia desde el penal de Marcos Paz, y Dugour, que siguió la audiencia por internet en su casa, aunque custodiado por efectivos de Gendarmería, que una vez leído el veredicto lo detuvieron de inmediato.

El tribunal también anunció que el martes 2 de diciembre próximo, a las 13, realizará la lectura de los fundamentos de la sentencia.

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