“Los chinos dicen cuántos kilómetros deben tener los vagones antes de que sube la gente”, explicó Horacio Rodríguez Larreta para defender el tiempo en que estará paralizada la línea A por las obras de renovación.

De ese modo, el Jefe de Gabinete porteño aludió a los técnicos que vendieron los nuevos trenes que se pondrá en marcha durante enero, en el ramal más antiguo de los subterráneos.

El funcionario dijo que la suspensión del servicio es “un tema técnico” y descartó la posibilidad de realizar las obras de a tramos, tal como habían sugerido los metrodelegados. “Hay que probar los vagones a lo largo de toda la línea. Son máquinas nuevas, que nunca funcionaron y la prioridad es garantizar la seguridad de los pasajeros”, insistió.

Consultado sobre quiénes son los ingenieros que sugirieron las nuevas obras, Rodríguez Larreta describió: “Son personas que conocen el funcionamiento del sistema y nos guiamos en sus opiniones para tomar decisiones. Hay directores, gerentes y gente de carrera de Sbase que trabaja hace años”.

Rodríguez Larreta volvió a pedir paciencia para la definición de la nueva tarifa y adelantó que el gobierno porteño se hará cargo de la explotación de "los negocios periféricos" como los alquileres de locales de las estaciones y el tendido de fibra óptica, lo que podría generar recursos frescos.