Primeros contactos entre ministros para el traspaso del mando

Pese a las diferencias, algunos funcionarios del Gobierno cooperan ya con sus sucesores

La controvertida decisión de la presidenta Cristina Kirchner de retacearle a su par electo, Mauricio Macri, la colaboración de sus ministros para la transición del Gobierno tomó por sorpresa a todo el gabinete kirchnerista y generó malestar en algunos ministros y legisladores del peronismo, aunque en forma individual hubo algunos contactos entre funcionarios salientes y entrantes.

Luego de la reunión de anteayer en Olivos, Macri informó anteanoche que la Presidenta le adelantó que sus ministros sólo recibirán a sus contrapartes macristas para el traspaso el 9 de diciembre próximo, pocas horas antes de dejar el poder.

Ello generó una ola de críticas a la mandataria en el macrismo y en el propio Gobierno, aunque en forma reservada hubo gestos de independencia respecto de la Presidenta. Según pudo saber LA NACION, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, llamó a la ministra designada por Macri en el área, Patricia Bullrich, y quedaron en reunirse. El ministro del Interior y Transportes, Florencio Randazzo, habló con el futuro ministro de Transportes, Guillermo Dietrich, y la semana próxima podrían encontrarse.

Pero aún Randazzo no habló con el de Interior, Rogelio Frigerio, cuyo destino se confirmó ayer. "Florencio se va a poner a disposición para todo lo que necesiten sus sucesores, sin ninguna especulación", dijo un allegado al ministro, que se distanció de Cristina en julio último luego de ser marginado de la carrera presidencial.

El ministro de Educación, Alberto Sileoni, ya había tomado contacto con su sucesor, el actual ministro porteño del área, Esteban Bullrich, y avanzaron en varios asuntos.

Por otra parte, el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, reveló que el director de la AFIP, Ricardo Echegaray, programó el traspaso con el próximo jefe recaudador, Alberto Abad. Fernández buscó así desmentir a Macri, que había denunciado la reticencia de la Presidenta y lo acusó de montar "un show mediático".

El propio Aníbal invitó anteanoche al futuro jefe de Gabinete, Marcos Peña, a una reunión con carácter reservado y Peña la rechazó porque la quería "pública y a la luz del día". Fernández le respondió: "No estoy citándolo en un bar en Pompeya, sino en mi despacho".

Por la tarde, Peña insistió en que Cristina le ofreció a Macri una reunión "clandestina u oculta", que consideró "una falta de respeto a la transición y a lo que han votado los argentinos hace tres días; dice que no va a haber una transición, que no puede haber una foto ni un gesto de respeto por el presidente electo".

El clima político se tensionó y la Presidenta buscó descomprimirlo al responderle al macrismo durante un discurso en el hospital Posadas, en el que prometió "colaborar" con el nuevo gobierno y que "jamás" se le "ocurriría hacer algo que dañara la gobernabilidad" y "dejar al gobierno sin presupuesto".

Sin embargo, cerca de Macri reafirmaron que "Cristina no habilitó a los ministros hasta el día anterior a la transferencia del mando".

Según confiaron a LA NACION fuentes del Gobierno, la Presidenta tuvo el gesto de quita de colaboración porque le molestó que Macri hiciera trascender que le pediría a ella las renuncias del presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, y del director de la Afsca, Martín Sabbatella.

Un ministro confió que la actitud de Cristina tomó por sorpresa a varios miembros del gabinete que por instrucción de ella habían comenzado a preparar los informes para los nuevos ministros de Macri. Los ministros de Justicia, Julio Alak, y de Defensa, Agustín Rossi, y de Industria, Débora Giorgi, señalaron que estaban preparados para recibir a sus sucesores.

Por eso no descartaban que en los próximos días se levante ese congelamiento que ordenó la Presidenta. En Defensa señalaron que esperan el llamado de su futuro reemplazante, Julio Martínez.

En Economía, aseguraron que el ministro Axel Kicillof "por ahora no recibió ninguna comunicación" y agregaron que en Pro "están más interesados en el show mediático que en la transición".

Dentro de los bloques del PJ en el Senado y en Diputados generó malestar la negativa de la Presidenta. "No se entiende. Hay muchos comentarios negativos y nos parece increíble", dijo un legislador kirchnerista.

En cambio, Aníbal Fernández defendió a la Presidenta y atacó a Macri. "No han tenido vocación de hacer una transición. Si la vocación es hacer una transición para las cámaras, porque la intención es hacer un showcete televisivo, no es nuestra vocación. Queremos aportar datos, pero sin este gesto de chiquilines", dijo.

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