Una primera reacción por el reclamo de la ONU

Una primera reacción por el reclamo de la ONU

Habían sido arrestadas por decisión del juez Pablo Pullen Llermanos. Sus abogados habían denunciado que el proceso era ilegal y que estaban detenidas en condiciones “inhumanas”. Milagro Sala cumple 300 días de encierro.

 

Y el sol salió por un rato en la castigada Jujuy, al menos para los y las militantes de la agrupación Tupac Amaru. Ayer fueron liberadas dos integrantes de esa organización social, María Molina y Elba Jesús Galarza, por orden del juez Gastón Mercau. Ambas habían sido detenidas por decisión de otro magistrado, Pablo Pullen LLermanos, y desde el 28 de abril permanecían en la Comisaría de la Mujer. Desde el momento en que fueron encarceladas, los abogados de la Tupac denunciaron la ilegalidad del proceso y las condiciones “inhumanas” de su detención. Molina y la “Gringa” Galarza pasaron el invierno presas sin agua caliente y durmiendo en el piso. Fuentes de la organización confiaron a Página/12 que Milagro Sala se puso “feliz” al saber la noticia. La líder de la Tupac Amaru cumple 300 días presa, por lo cual anoche hubo una vigilia en el acampe montado en Plaza de Mayo y hoy habrá una misa oficiada por los Curas en Opción por los Pobres.

Las dos militantes habían sido detenidas por el juez Pullen Llermanos a partir del testimonio de Yésica Paes, la hija de Jorge Rafael Paes, procesado en dos instancias por tentativa de homicidio y sobreseído por el juez Pullen Llermanos tras haber denunciado a Milagro Sala en una de las causas que impulsaba el magistrado en su contra. La defensa, a partir de un sinfín de irregularidades cometidas en el proceso, reclamó la nulidad de las actuaciones del juez residual Pullen Llermanos que, además, intervino en las causas sin estar habilitado por el Código Procesal Penal.

En una de las presentaciones realizadas, los abogados señalaron que la única razón por la cual actuó el juzgado residual de Pullen Llermanos fue “el ánimo netamente persecutorio del juez hacia las defendidas, quien decidió sin motivo legal detenerlas en condiciones paupérrimas en una comisaría, con la paradoja que de resultar culpables del delito atribuido, las mismas no serían llevadas a prisión”.

Entre las irregularidades denunciadas, los abogados afirmaron que María Molina y Elba Jesús Galarza fueron detenida sin haber sido citadas a comparendo previo, por un delito que no amerita la procedencia de la prisión preventiva y sin que concurran los parámetros objetivos de la procedencia de la medida de coerción, posibilidad de fuga o de entorpecimiento de la investigación. Por otra parte, argumentaron que las primeras indagatorias realizada tanto a Molina como a Galarza fueron nulas, por no habérsele descripto a las acusadas los hechos por los que fueron llevadas a proceso, lo que impidió el ejercicio de defensa y dio apariencia legal a una detención llevada a delante sin los recaudos legales. La única prueba por la que se les imputó el delito y ordenó la detención –dijeron– fue valorada de manera arbitraria y antojadiza, en tanto se consideró solamente los dichos de la hija de Paes, en el caso de Molina, y de los dichos de aquella y de un informe de un subcomisario en el caso de Galarza. Además, el juez Pullen Llermanos fue denunciado por denegar la excarcelación de Molina por suponer que, una vez liberada, podría cometer delitos. “Para el juez un sólo testimonio fue suficiente para detenerlas. No realizó ningún pedido para generar otras medidas probatorias”, indicaron desde la Tupac.

La liberación de Galarza y de Molina ocurrió al día siguiente de la reunión que un grupo de legisladores nacionales del FpV-PJ (que viajaron especialmente a Jujuy) mantuvieron con el juez que dispuso la medida. “Ahora falta que el Estado cumpla con el pedido de la ONU y libere a Milagro Sala y a todos los demás presos políticos de Jujuy”, remarcó el jefe de bloque de Diputados del FpV-PJ, Héctor Recalde, quien integró la comitiva de referentes kirchneristas junto a los diputados Marcos Cleri, Santiago Igón y Josefina González, y la senadora nacional Virginia García.

En tanto, en el acampe realizado por el Comité por la Libertad de Milagro Sala en la Plaza de Mayo hubo una vigilia con la participación de diversos músicos. Hoy a las 20, al cumplirse los 300 días de la detención, los Curas en Opción por los Pobres realizarán una misa.

¿La liberación de las dos integrantes de la Tupac podría significar una señal positiva con miras a la libertad de Sala? En el entorno de la dirigente fueron cautelosos, aunque destacaron que el armado de la causa contra Molina y Galarza era demasiado “grosero”, y recordaron que hace 14 días “la ONU dictó una resolución que dice no hay independencia del Poder Judicial en Jujuy”. Sin embargo, admitieron que “hay un cambio”, de hecho, había un dictamen fiscal para que las militantes no fueran liberadas y el juez lo ignoró y las excarceló. Pero lo atribuyen más a actitudes individuales de “jueces que se están empezando a dar cuenta que no pueden seguir sosteniendo todo esto sin pruebas, que no pueden seguir embarrados por esta locura”.

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