Ley de Presupuesto: recorte a las áreas sociales

Ley de Presupuesto: recorte a las áreas sociales
Ni vivienda, ni salud, ni educación ni infraestructura son priorizados.
El proyecto macrista de Presupuesto 2013 prevé aumentar los gastos sociales de $23.140,8 millones a $25.166 millones. Es una suba de tan sólo el 8,8%, menos de la mitad de la inflación.

Las partidas más afectadas, en una ciudad que se inunda cada vez que llueve, son las de Agua Potable y Alcantarillado, que directamente retrocede a menos de la mitad. También Vivienda, que recibe un incremento de apenas el 0,5%. Y Educación, a la que asignan un 5,68% más, aunque casi la totalidad de ese escaso aumento son mayores subsidios a las escuelas privadas.

Solamente para compensar la inflación, el Presupuesto 2013 debería aumentar en $5.500 millones, unos $3.500 millones más que los $2.025 millones previstos. Esta reducción en términos reales perjudica a los sectores más necesitados y las obras más urgentes.

Estos números alcanzan para ilustrar la naturaleza antisocial de la "ley fundamental" de Mauricio Macri.

Prioridades rezagadas

En una ciudad con grandes asentamientos y villas y con el "agua hasta el cuello", los rubros Vivienda y Agua Potable y Alcantarillado representan apenas el 3% del gasto total presupuestado y sólo el 5,2% del crédito destinado a la función servicios sociales. El proyecto reduce el crédito del Presupuesto 2012 de $637,4 millones para Agua Potable y Alcantarillado a sólo $205,4 millones en el Presupuesto 2013. Se trata de la segunda reducción en unos pocos meses porque el presupuesto original para 2012 era de $716 millones y se lo bajó a $637,4 millones.

Ahora, para 2013, se lo reduce un 67,7% que afecta en particular el Programa "Mantenimiento de la red pluvial" que comprende, según el propio texto macrista, "fortalecer el sistema de prevención de inundaciones de la ciudad de Buenos Aires en forma integral" y "evitar y/o morigerar las consecuencias de las inundaciones o de los anegamientos de la vía pública provocados por fenómenos climáticos como las lluvias, tormentas y/o sudestadas". De esta forma, no se entiende cómo Macri pretende "fortalecer", "evitar" o "morigerar" las inundaciones achicando nada más ni nada menos que en un 67,7% el presupuesto de esos programas.

El temporal de fin de octubre causó dos muertos y 3.400 evacuados en la provincia de Buenos Aires. En la ciudad hubo centenares de comerciantes damnificados, viviendas inundadas y autos destruidos. Los daños ocurridos en la ciudad exigen revisar drásticamente el Presupuesto 2013.

Para justificar su inacción, el Gobierno de la Ciudad dice que no tiene los $120 millones que se necesitan para los trabajos del aliviador del arroyo Vega, cuando al mismo tiempo recorta en $432 millones el crédito presupuestario 2013 respecto de 2012 y hace depender las obras de préstamos internacionales que condicionan las obras y las encarecen por los altos intereses en juego.

Lo mismo pasa en Vivienda. El crédito presupuestario aumenta sólo "6,3 millones de pesos respecto del presupuesto vigente 2012, que representa un incremento del 0,5 por ciento de esta función", admite el texto macrista. Así queda licuado un programa "cuya misión es posibilitar el acceso a la vivienda a la población con recursos insuficientes".

Según el proyecto, el crédito previsto para Educación en 2013 "es de $10.418 millones, con una variación positiva de $560,9 millones respecto del presupuesto vigente 2012, que representa un incremento del 5,68%". Ese "incremento" no compensa ni siquiera la inflación del Indec. Aun así el grueso va para el rubro transferencias que mayoritariamente se destina a "1.022 instituciones de Educación de gestión privada a subsidiar trimestralmente".

En 2012, los subsidios abarcan a 445 entidades privadas: esto significa que se proyecta un incremento de más del 100%, y representan más de $1.500 millones anuales, más de 12 veces los $ 120 millones que Macri dice no tener para las obras del arroyo Vega.

En Salud el presupuesto sube el 9,7%, menos de la mitad de la inflación real y menos que el aumento del IPC del Indec. Y para Trabajo se destina menos del uno por ciento del gasto total.

Comentá la nota