Presupuesto bonaerense: intendentes y legisladores peronistas se juntan y definen su voto

Presupuesto bonaerense: intendentes y legisladores peronistas se juntan y definen su voto

El massismo quiere desdoblar la elección de intendentes y negocia. Dudas sobre una situación similar a la de la Magistratura.

 

¿Acuerdo parlamentario de gobernabilidad con Vidal u oposición recalcitrante detrás de la candidatura de Cristina Kirchner?. Esta martes, el grupo de intendentes del PJ del Conurbano se reúne con legisladores bonaerenses partidarios y también con las bancadas K para definir cómo votarán el Presupuesto 2019 de Buenos Aires.

El encuentro se manifiesta imprevisible, por el antecedente reciente de ensayos de unidad de las distintas representaciones peronistas y kirchneristas (Unidad Ciudadana-FpV) en el Congreso, que permitió arrancarle a Cambiemos dos de los tres sillones en el Consejo de la Magistratura. Allí conjugó hasta el Frente Renovador de Sergio Massa, otro de los espacios gravitantes en el debate del Presupuesto 2019 que envió María Eugenia Vidal al parlamento provincial.

 

En Buenos Aires la ecuación es la siguiente: para la aprobación del cálculo de gastos y recursos, Vidal requiere del respaldo de la bancada massista. En el caso del Endeudamiento, que el año próximo sería 65.000 millones de pesos, en mayor medida destinado a pagar vencimientos de deuda, Cambiemos necesita, además, de algún minibloque como el del José Ottavis, ex camporista que suma cuatro bancas.

Y para seguridad completa, los siete votos de los diputados que tributan en el sector de los intendentes, representados por Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Fernando Gray (Esteban Echeverría), entre otros.

En el Senado, el oficialismo transcurre distendido. Tiene amplia mayoría y necesita un par de apoyos para los dos tercios.

Diputados, por ahora, es una probeta con líquidos en emulsión. El kirchnerismo tiene decidido votar en contra el proyecto de Vidal. Como en los anteriores presupuestos, los intendentes del Conurbano (en su mayoría de la tercera sección electoral y varios del Interior) se transformaron en árbitros de la disputa.

Producto de ese acuerdo de gobernabilidad fue la designación de Marisol Merquel como vicepresidenta de la Cámara de Diputados. La legisladora llegó de la mano del intendente de Saavedra, Hugo Corvatta. Con otras contraprestaciones se mantuvo el entendimiento político, incluso el respaldo de leyes de altísimo debate como la reforma de la caja previsional del Banco Provincia.

Los alcaldes no descuidan que en 2019 se deben ocupar algunas poltronas en el directorio del Bapro, y en el Tribunal de Cuentas, un órgano de control de la Constitución que está virtualmente acéfalo. Son souvenirs burocráticos interesantes que Massa también reclama.

“Si aprobaron el Presupuesto en el Congreso Nacional, no vemos demasiadas dificultades para una convergencia similar en la Provincia”, explican desde Cambiemos.

No descuidan, unos y otros, que 2019 es año electoral de recambio presidencial y la Gobernación. Hay alistamientos varios. Surgen datos aleatorios: la intendenta Verónica Magario (La Matanza) ya se largó a la sucesión de Vidal con Cristina como bandera. Hugo Moyano (camioneros) bastoneó su presentación como precandidata en la celebración del Día del Militante, en Merlo. Había representantes municipales que apoyan a la ex presidenta. ¿Cómo afecta el ánimo y los futuros pasos de Insaurralde en la trama parlamentaria ¿. Se sabe, el esposo de Yesica Cirio es persistente en su nominación para remplazar a Vidal.

Alguna extravagancia cita, como interrogante, qué pasaría si los siete de Insaurralde-Gray terminan juntos con los 22 de Unidad Ciudadana. Hasta Cristina, en la contracumbre del G 20, habló de unidad peronista. Varios gobernadores, y Miguel Pichetto descreen.

Por eso surgen contradicciones, dudas, movimientos tectónicos detrás de cada amague. Hace cinco días, Insaurralde se reunió con Massa, en Tigre, para determinar los comportamientos en la Legislatura bonaerense. Los “12 apóstoles” del FR tendrían decidido acompañar el proyecto del Presupuesto. A cambio insistirán con reformas electorales, aunque el desdoblamiento de las elecciones en la Provincia es un objetivo tambaleante. Massa pretende el comicio separado para que Cristina no encolumne a los intendentes partidarios detrás de la propia.

En medio de tanta elucubración, el espacio de jefes comunales que visita este martes a los bloques políticos atiende todos los teléfonos. Pero, mientras bullen los líquidos de la probeta peronista, tienen otras urgencias.

En 2019 tendrán que hacerse cargo de los subsidios sociales al transporte de pasajeros urbano y a los servicios subsidiados de agua y electricidad. Además del cumplimiento de pago por servicio del Ceamse que ahora afronta la Provincia. Son casi 14 mil millones de pesos y está en el Presupuesto que remitió Vidal.

Del prorrateo de esos montos depende buena parte del acuerdo legislativo.

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