El Ejecutivo del Intendente Pablo Guacone tiene este viernes como fecha límite para la entrega del Presupuesto 2015, por lo que todas las áreas están abocadas a la confección del proyecto de cálculo de recursos y gastos, bajo la coordinación de los secretarios de Gobierno Raúl Cheyllada y de Economía Roberto Borgo.

El Presupuesto, que alcanzará los 300 millones aunque con exiguos ingresos propios que no superarían el 20 por ciento, será "de austeridad" y procurará navegar en las turbias aguas de la crisis política, económica y financiera más importante de la historia de la ciudad.

En medio del apuro técnico para la entrega del proyecto, hay definiciones políticas de peso que son parte del debate más arduo por estas horas. Entre ellos, los cambios que algunos sectores del gabinete propusieron en el organigrama, que implican nada menos que la reducción de secretarías.

En la actualidad son siete: Economía, Gobierno, Coordinación, Desarrollo Económico-Cultural-Turístico, Salud, Desarrrollo Humano y Obras Públicas. De ellas, la última no tiene funcionario a cargo desde el punto de vista formal, ya que Fito Benincasa lo hace de manera operativa, pero el que firma la documentación es Roberto Borgo.

La Secretaría de Coordinación que conduce Fabián Binchi es una de las candidatas a desaparecer, aunque el funcionario podría recalar en otro cargo de menor estatura formal. Si así fuera, no cambiaría demasiado, ya que Bianchi es uno de los secretarios que menos cobra y uno de sus destinos podría ser la Privada del Intendente que ocupó Marcos Mamberto.

Salud podría volver a ser Subsecretaría y quedar bajo la órbita de Desarrollo Humano, como lo era hasta el último presupuesto aprobado. La idea no le gustaría mucho a Sualdea, con quien las diferencias dentro del gabinete comenzaron a profundizarse, sobre todo por los hechos que se conocieron en las últimas semanas, mientras estuvo de vacaciones.

La de Desarrollo Económico, Cultural y Turístico que conduce Pablo Ojea podría ser unificada con Obras Públicas, como ya sucedió operativamente durante algunas semanas, hasta que el ingeniero prefirió dejar de firmar como responsable del área ante ciertas dificultades para el cumplimiento de las tareas con las que se habría encontrado, sobre todo entre el personal.

El debate es disputa dentro del gabinete, ya que nadie quiere sentir que su estatus político se reduce. "Una secretaría menos es muy importante en términos de costos", dijeron en las reuniones quienes hicieron la propuesta. Son los mismos que recordaron a sus compañeros que el Municipio "está en el peor de los escenarios" y que el próximo "será el año más complicado".

Desde el punto de vista del organigrama va a haber modificaciones y algunas direcciones y jefaturas van a cambiar de jurisdicción en el nuevo Presupuesto. La preocupación dentro del gabinete está centrada en reducir egresos y aumentar ingresos. Saben que mucho de lo último depende de la voluntad del Concejo Deliberante de aprobar un aumento de tasas, cuyo porcentaje todavía no estaba del todo definido.

La discusión política está en marcha y las opiniones son divergentes dentro del Gobierno de Guacone, quien escucha todas las voces porque, al fin y al cabo, es quien tiene la última palabra. Este viernes por la mañana, los funcionarios harán la última evaluación para definir si llegan a entregar el proyecto en tiempo y forma. Hacerlo fuera de término también es una posibilidad.

En la ordenanza impositiva incluirán los cambios que a mediados de año anticipó Roberto Borgo a La Opinión, con el objetivo de alcanzar un sistema progresivo de cobro de tasas, como el de valuación fiscal para el ABL, vía cruces con Arba. El Tribunal de Cuentas, que viene cada dos semanas a San Pedro, sigue de cerca la evaluación y el análisis.