Los préstamos para las pymes, en franco retroceso

 Los préstamos para las pymes, en franco retroceso

Pese al repunte macroeconómico, las pequeñas y medianas empresas contrajeron su capacidad crediticia en el último trimestre del año pasado. Los hogares también vieron mermar su solvencia financiera. La producción nacional, en alerta.

En 2017 comenzaron a resurgir los números macroeconómicos de la Argentina, posicionando a nuestro país en la senda del crecimiento. De esta manera, de acuerdo a datos suministrados por diversas consultoras económicas, el PBI creció un 2,7% y se reactivó una parte importante de la producción nacional.

Los primeros tres trimestres del año pasado marcaron el ritmo con un constante aumento de la capacidad industrial. Sin embargo, en el último tramo de 2017 esos números fueron a la baja, lo cual perjudicó sobre todo a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que vieron mermar no solo su capacidad productiva, sino también sus posibilidades de acceder a créditos para fortalecer sus industrias.

De acuerdo a datos proporcionados por el Banco Central (BCRA), que conduce Federico Sturzenegger, en los últimos tres meses del año pasado los estándares crediticios asociados a los préstamos a pymes se restringieron en un 5,4%. La explicación oficial se da por las mayores restricciones provenientes de los niveles de liquidez de las entidades, que impidieron acceder con mayor comodidad a préstamos productivos. Esto contrasta con lo vivido por las grandes empresas, que por el contrario tuvieron una suba en sus créditos del 1,3%.  

Desde enero a septiembre del pasado año, las pymes habían experimentado un crecimiento en sus líneas crediticias de un 7%. Esto llevó a que, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la producción en las mismas se acrecentara un 0,3%. Pero tras la victoria electoral del oficialismo en las Legislativas de octubre, la financiación comenzó a caer.

El informe de la entidad pública advierte además que en el futuro cercano tampoco se evidencian mejoras en la situación, expresando que “se esperaría que los estándares crediticios a las empresas permanezcan sin cambios significativos durante el primer trimestre de 2018 en un -0,4%”, marcando un cuadro de situación preocupante para las pymes de cara al futuro cercano.

Caída trimestral 

Especialistas consultados por diario Hoy advirtieron por los riesgos que se corren dentro de la producción nacional al no poder contar las pymes con líneas crediticias acordes a las necesidades del mercado mundial, que les permitirían afrontar con mayor competitividad las exigencias internacionales.

A esto se le suma la escasez de reglas de juego claras para la producción, ya que no se regulan las importaciones y los artículos que entran del exterior terminan siendo un factor clave para el cierre de empresas a lo largo y ancho del país. Sin controles oficiales y sin créditos a largo plazo a bajas cuotas, los expertos auguran un presente y un futuro complicado para la Argentina.

Pero el sistema financiero nacional no solo resultó negativo en la última parte del año para las pymes, sino también para las familias. El documento del BCRA indica cierta neutralidad en la evolución de sus estándares crediticios en las líneas hipotecarias y prendarias destinadas a los hogares.

Los préstamos al consumo tuvieron una baja del 11,2% en el cuarto trimestre de 2017, a la vez que los créditos para las tarjetas de crédito cayeron un 6,6%. Por su parte, las líneas hipotecarias para acceder a la vivienda propia tuvieron un descenso del 4%, mientras que los créditos prendarios, que son aquellos en los cuales se garantiza la operación por medio de un contrato de prenda, se contrajeron un 1,4%.

Paradojas de la industria argentina

Con un aporte del 38% al PBI nacional y con el 80% del trabajo formal generado por este sector industrial, las pymes se han convertido en una pieza esencial para el crecimiento de la economía nacional.

Resulta paradójico que el sector que más trabajo en blanco registra y que más apoyo debería recibir por parte de las autoridades para sacar a flote su producción tenga que atravesar tantas penurias. Sondeos realizados entre los industriales señalan que el 40% de los dueños de pymes creen que la situación de su empresa sigue siendo mala y que esperan pocos cambios de cara a lo que se viene.

Esto va en consonancia con la desconfianza que generan las medidas económicas en un sector de la industria, donde dos de cada diez empresarios analizan el cierre de sus firmas por la falta de competitividad que les genera la apertura indiscriminada de importaciones efectuada por la administración nacional.

Cifras de una realidad candente

80% del trabajo formal es generado por pymes en nuestro país

4% disminuyeron los créditos hipotecarios sobre el finaldel pasado año

1,4% cayeron los créditos prendarios en el último trimestre de 2017

11,2% mermaron los préstamosal consumo a finales del año pasado

6,6% se contrajeron los créditos para las tarjetas de crédito

5,4% bajaron los préstamos a pymes en los últimos tres meses del 2017

40% de los industriales señalan que la situación de su empresa sigue siendo mala

38% del PBI de la Argentina es aportado por las pequeñas y medianas empresas

1,3% se acrecentaron los préstamos para las grandes empresas en el último trimestre

0,3% creció la producción de las pymes industriales en 2017 según la CAME

Palabras autorizadas

“Las empresas tienen dificultades para financiarse”

Mariano Féliz, Doctor en Economía y Ciencias Sociales

“En función de los datos de la evolución del crédito en el último tiempo que dio a conocer el Banco Central, se aprecia que el Gobierno promovió el uso del crédito para tener un veranito económico hacia la época electoral. Ese mecanismo de promover el consumo y el gasto a través del crédito tuvo patas cortas, porque las condiciones macroeconómicas no son favorables y los niveles de ingreso y salarios están empezando nuevamente a ir detrás de la inflación, de manera tal que cae la posibilidad de consumo real de la población y con el crédito eso no se puede compensar con el tiempo.

Además, como las condiciones macroeconómicas son complicadas, las empresas tienen dificultades para financiarse, para hacer frente a la situación, y esto las pone en peor estado para solicitar créditos si tuvieran que pedirlos, de modo que les dan menos préstamos a las empresas.

Estos son algunos elementos de este año que no es electoral. Al no serlo, el Gobierno no tiene motivaciones directas para incentivar el consumo a crédito y es probable que haga esto justamente, restringir o no favorecer el uso del crédito en un contexto en el cual quiere garantizar la política de ajuste fiscal”.

“Las expectativas para 2018 son de estancamiento”

Sergio Chouza, Economista e investigador de la Universidad Nacional de Avellaneda (Undav)

“Los créditos a las pymes dejaron de darse por una cuestión eminentemente política del Gobierno nacional, ya que al no haber elecciones este año las necesidades del interior productivo han dejado de estar entre sus prioridades. Las expectativas para 2018 son de estancamiento y de no recuperación de la producción por una decisión política, ya que las prioridades productivas van en contra de la política económica de Cambiemos.

En materia estrictamente crediticia, me parece que influyó mucho la liberalización en materia de condiciones financieras, la existencia de nuevos instrumentos como los de cuotas variables y una campaña promocional y de marketing muy importante que se ofició para salir a captar nuevos clientes. Allí, obviamente las líneas más importantes fueron las hipotecarias y las de préstamos personales, no así las de descuento de documentos o prendarios, que quedaron un poco más relegadas.

La notable expansión exhibida en los créditos al consumo de los primeros nueve meses del año pasado decayó duramente en el cuarto trimestre. Esto derivó en un deterioro de las ventas locales, supliendo los ciudadanos la baja de los ingresos reales de la población con un mayor endeudamiento familiar, complicando así el horizonte de los argentinos”.

“Sin créditos no podemos crecer”

Roberto Ratti Merchante, Gerente general de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios (Apyme)

“Las líneas crediticias por parte del Estado y las entidades bancarias privadas son claves para el crecimiento del país. Sin créditos no podemos crecer, de ahí que pidamos a las autoridades acciones concretas. Si no, seguiremos como hasta ahora, con sectores de la industria donde la capacidad industrial utilizable no llega al 60%, cuando de hecho tenemos la idoneidad y el talento para trabajar al 100% de nuestra capacidad.

Las pymes generamos el 80% del trabajo de la mano de obra pesada de la República Argentina, por lo que resulta inentendible que nos sigan ahogando impositivamente y que no se den créditos para tener certezas a largo plazo.

Sin un escenario previsible será imposible que podamos contener toda la fuerza laboral y podamos incorporar más trabajadores a nuestro sistema. Debemos ir hacia un fortalecimiento del mercado interno, dándole preponderancia a la industria nacional, generando así un círculo virtuoso que sirva para recuperar la economía argentina.

Si seguimos con ideas como el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea (UE), que propone el Gobierno nacional, donde se prevé la liberalización del comercio de bienes y servicios y se incluyen múltiples disciplinas, tales como inversiones, compras públicas y propiedad intelectual, lo único que hará será profundizar una crisis en el sector que repercutirá fuertemente en la producción de las pymes”.

Por el tarifazo en la luz, empresas despedirían empleados

El presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, alertó que las empresas industriales podrían “reducir su personal para hacer frente al pago del servicio eléctrico”. En ese sentido, indicó que las pymes tuvieron “pérdidas millonarias por falta de producción, que afrontaron durante el actual período estival como consecuencia de las deficiencias en el servicio de energía eléctrica en combinación con los ajustes tarifarios”.

Rosato apuntó además a “la ausencia de inversiones por parte de las distribuidoras en las redes de baja y media tensión, que proveyeron servicio deficiente o directamente dejaron sin energía eléctrica a las pymes”. 

Según un informe técnico generado por el IPA, la demanda residencial a nivel nacional cayó un 2,3% interanual, y a pesar de temperaturas más bajas que en 2016, el año pasado se registraron aumentos del 63% en la cantidad de usuarios afectados por deficiencias en el servicio eléctrico, que además son penados con un 10% de interés ante el atraso del pago por un día de la factura correspondiente.

El titular del IPA pidió a las empresas distribuidoras de energía eléctrica “congelar las tarifas hasta que realicen las inversiones y estas tengan resultados que se correspondan con los aumentos interpuestos hasta la actualidad, para que las fábricas puedan funcionar, porque la energía más cara es la que se paga y llega de manera deficiente o directamente no llega”.

“En el IPA estamos recibiendo una gran cantidad de casos en donde la falta de energía eléctrica generó descalabros en las finanzas de las empresas, que perdieron producciones, no pudieron cumplir con compromisos de ventas y además debieron hacerle frente a los aumentos que en el término de dos años superaron el 800%”, enfatizó Rosato.

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