Un brote de tuberculosis se habría desatado en el Establecimiento de Ejecución Penal 5 de Cipolletti desde hace semanas atrás y para evitar que el resto de la población se contagie, se solicitó al Servicio Penitenciario que 15 internos sean trasladados con urgencia a otra cárcel rionegrina.

Esta situación no es la única dificultad que atraviesa la penitenciaría local: en el último informe que se elevó a las autoridades se pidió la intervención de Obras Públicas con la intención de que brinde un informe sobre el estado edilicio debido a que los muros presentan un importante deterioro. Además, se denunció la falta de personal penitenciario y del servicio de salud, como así también una notoria superpoblación.

Hace 40 días que un preso fue trasladado de Viedma al penal cipoleño. Se presume que esta persona habría sido la que contrajo la enfermedad y quien pudo haber contagiado a sus compañeros de pabellón. A raíz de las sospechas que tenían médicos que asistieron a los reclusos, se dispuso que fueran aislados y que, lo antes posible, sean llevados a otro penal ya que dónde se encuentran alojados no es adecuado para su tratamiento.

“Se esperan los resultados de los análisis que se le hicieron a todos pero se cree que se habrían contagiado debido a que esta enfermedad –por la tuberculosis-. Es muy infecciosa y se trasmite muy fácilmente”, comentó una fuente allegada a la cárcel cipoleña.

La mala noticia complicó aún más la situación de la unidad debido a que 15 presos debieron ser llevados al pabellón sanitario siendo este un espacio reducido y no apto para alojar tantos reclusos. Se espera que el Servicio Penitenciario defina a la brevedad dónde serán reubicados para su tratamiento.

Por otro lado, hace dos semanas se realizó un informe sobre el estado del penal a pedido de los jueces de la Cámara Primera de esta ciudad. Los resultados no fueron positivos y revelaron que el salitre de la zona afecta de sobremanera a los muros, que muestran un marcado deterioro. “A simple vista se ve en las bases de todas las paredes cómo fueron afectadas por la humedad”, comentó la misma fuente. Esta situación pone en riesgo la seguridad del penal porque no se descarta que la construcción ceda fácilmente durante una evasión. Asimismo, el salitre afecta los servicios de agua y gas.

A lo anterior, se suma el escaso personal penitenciario y médico del penal y por este motivo, se solicitó que se abrieran cupos para contar con más agentes.