El Gobierno prometió que garantizará las medidas de seguridad para la realización de la marcha del 24 de marzo en la Plaza de Mayo cuando se cumplen 40 años del golpe militar, en el mismo día que estará en el país el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.

El encuentro, más allá de trato cordial y respetuoso de ambos lados, abundó en críticas e inquietudes de parte de los representantes de las agrupaciones, que quedaron plasmadas en una carta entregada al Presidente. La visita del mandatario norteamerciano a la Argentina desató la preocupación de que podría impedirse la realización de la manifestación del 24, pero Macri se encargó en ese mismo momento de garantizar el acto. Tanto el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, como el ministro de Justicia, German Garavano, ratificaron que “no habrá ningún problema” para que se realicen las marchas y aseguraron que la agenda de Obama “va a pasar por otros ámbitos”.

También rechazaron que el 24 el jefe de la Casa Blanca visite a la ex Esma, una iniciativa que fue repudiada por los organismos. Sin embargo no descartaron que lo haga el 23. En la polémica por la gira de Obama a Buenos Aires, Carlotto aclaró que si le pide una reunión ella sola no participaría pero que sí lo haría si se suman a todas los organizaciones.

El gobierno fue cauto al hacer un análisis de la primera reunión de Macri con los organismos de Derechos Humanos. Era una audiencia que se había pedido hace tiempo y recién se concretó ayer. El 26 de enero habían sido recibidos por el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la Casa Rosada. “Fue una reunión importante, cordial y respetuosa”, dijo Avruj al tomar el micrófono de la sala de conferencias. Carlotto, que le siguió al hablar, fue más distante cuando calificó a la relación que se inicia con el Gobierno. Fue “una presentación, de darnos las manos y estar cerca”, aseguró, pero que se iba con la “sensación de misión cumplida”. Incluso contó que cuando ella llegó vio a “Macri con una cara” y cuando se fue “tenía otra”. “Es decir que le llegó el mensaje de estas señoras mayores”, reflexionó.

La lista de reclamos fue bastante extensa. Pidieron para que sea derogado el nuevo protocolo “represivo” de seguridad y se garantice el derecho a la protesta; por la liberación de la “presa política” Milagro Sala; y que se investigue la represión días atrás a una murga por parte de la gendarmería. Manifestaron su preocupación por los despidos tanto en el sector público como privado y las medidas de ajuste que viene realizado el Ejecutivo. Pidieron por la continuidad de las políticas de Estado de “Memoria, Verdad y Justicia”, que sigan los juicios a represores, se respete el mandato de la Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó; y que continúe la búsqueda de los jóvenes apropiados y la identificación de desaparecidos.

Carlotto llegó puntual a la cita. Bajó del auto a las 18.30 e ingresó a la jefatura de Gabinete de Olivos junto a Aide García (Madres de Línea Fundadora), y Angela Paulin (Familiares detenidos), y se sumaron Carlos Pisoni (H.I.J.O.S) y Gastón Chiller (Cels). La esperaba Avruj y el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis. El jefe de gabinete, Marcos Peña, completó la mesa de la reunión, que duró 45 minutos.