La Presidenta se sumó a los festejos

La Presidenta se sumó a los festejos

Emocionada e histriónica, Cristina Kirchner fue hasta el predio de la AFA para felicitar personalmente a los jugadores y al cuerpo técnico por haber logrado el subcampeonato; autorreferencias, elogios y fotos con todos

Aclaró que no es futbolera y que no había visto ninguno de los partidos del Mundial. Pero igual quería felicitarlos y mostrarles su orgullo por lo que habían conseguido. Con gestos maternales y una euforia que fue apenas respondida por la tristeza contenida de los protagonistas del agasajo,la presidenta Cristina Kirchner recibió ayer a la selección en el predio de la AFA, en Ezeiza.

Consiguió, aunque con alguna resistencia, que los jugares le respondieran. A algunos bajo presión. "Difícil decirle que no a usted", bromeó de entrada el DT Alejandro Sabella. Finalmente los más emblemáticos de la selección terminaron tomando el micrófono para satisfacer a la Presidenta. Cristina llenó de elogios al equipo e intentó darles ánimo en la mañana del regreso tras haber estado a un paso de la gloria.

La Presidenta había llegado 15 minutos antes a la cancha techada de futsal donde se hizo la presentación. Se sentó a esperar casi en el piso, en las mismas gradas donde más tarde se pararon los jugadores. Mientras tanto, impartía órdenes al secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, para que todo estuviera en su lugar. El gabinete nacional se quedó con las ganas de ver a la selección. La Presidenta llevó a unos pocos, entre ellos a su vocero y secretario de Medios, Alfredo Scoccimarro, y al secretario legal y técnico, Carlos Zannini; también se coló su hermana, Giselle Fernández, hincha de Gimnasia como su madre, Ofelia Wilhelm. Y, por supuesto, también fue de la partida el ministro de Seguridad bonaerense y hombre de Ezeiza, Alejandro Granados. No se permitió el ingreso a los medios de comunicación, con excepción de fotógrafos y camarógrafos oficiales.

Emocionada, la Presidenta vivió el recibimiento como una fiesta, aunque los jugadores no estaban para ninguna celebración. Apenas comenzaron a ingresar, a todos abrazaba con fuerza y les daba palmadas en la espalda. Se detuvo especialmente en el arquero, Sergio "Chiquito" Romero; en Javier Mascherano, y en el capitán de la selección, Lionel Messi.

Sabella fue el que más acompañó la euforia presidencial. El DT, que ya ha mostrado su simpatía política por el kirchnerismo, parafraseó uno de los últimos eslóganes del Gobierno. "Usted dice que la patria es el otro, yo digo que el equipo es el otro", destacó, para levantar la automática sonrisa de Cristina.

"Ayer sentí un inmenso orgullo de cómo se defendieron los colores de la República Argentina, con dignidad, con orgullo, con capacidad. Y sobre todo ganándole a la adversidad", les dedicó la Presidenta a los jugadores. Máximo, su hijo, o Zannini, el más futbolero de los que ayer la acompañaron (alguna vez se probó de manera profesional), le habrían pasado algún que otro dato.

Más de uno de los jugadores se resistió a tomar la palabra, incluso Ezequiel Lavezzi, el más bromista de todos, demostró que no estaba para chistes y menos para dar discursos. Al final, tras varios ruegos de Cristina, fue Carlos Bilardo el que lo fue a buscar para que dedicara unas palabras. "Te lo pide una dama", le reclamaba la Presidenta. Su hermana era la que le apuntaba a quién debía ir llamando para hablar. Sabella, de paso, intentó distender y le alcanzó una botella al Pocho para que repitiera el chiste de tirarle agua como en el partido contra Nigeria.

La Presidenta resaltó el esfuerzo de la selección y aprovechó para reivindicarlos por las críticas que habían recibido tras los primeros partidos. "Les taparon la boca a muchos que no creían en ustedes y les demostraron que con garra, con equipo, con pasión, dejando todo lo que uno tiene y más también adentro de la cancha se pueden lograr triunfos", destacó.

A Messi, ubicado a su derecha, más de una vez le dedicó un "fuerza" por lo bajo mientras le acariciaba la espalda. A él le pasó el micrófono apenas terminó de hablar Sabella.

"Para mí también ayer habían ganado el partido", les dijo como para disipar la angustia, que no se iba. Tuvo un párrafo especial para Gonzalo Higuaín, a quien mandó al médico ante la mirada seria del delantero, que tampoco estaba para chistes. "Ahí estás Pipita, yo te recomendaría que en una semana más te hicieras una resonancia magnética", le recomendó tras el golpe que recibió del arquero alemán.

Por supuesto, los pocos funcionarios privilegiados que accedieron a la selección aprovecharon para llevarse un recuerdo. El más insistente fue Parrilli, que llevó distintas bolsas con camisetas argentinas para que los jugadores se las firmaran.

LAS FRASES DEL DÍA

La mandataria dirigió el acto y distribuyó la palabra

 

"Ustedes saben que no soy hincha de fútbol, pero toda la vida viví rodeada de hinchas: padre, madre, hermana, hijo... ""No miré ningún partido, tampoco el de ayer. Pero ayer lo llamé [a Sabella], porque para mí también habían ganado el partido""Al principio no daban ni 20 mangos por ustedes""¿Dónde está el flaco Romero? Vení que te decían que eras de segunda porque eras el suplente""Lavezzi te dicen que sos el sex symbol de la selección. No te vas a achicar ahora""Pipita Higuaín, yo te recomendaría que te hagas una resonancia porque el golpe que recibiste ayer, hermano, esa patada en la cabeza..."

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