La Presidenta no quiere sobresaltos en la economía y se retira con un raid de actos

Cristina Kirchner reforzaría los controles en los comercios que especulen con una suba de precios antes del 10 de diciembre; hoy, en Morón, reaparecerá en público tras el ballottage

La derrota electoral no alterará su protagonismo. La presidenta Cristina Kirchner comenzará a despedirse hoy mismo del poder con una seguidilla de cinco actos hasta el final de su mandato. Durante los 15 días que restan para entregar el mando, tiene previsto tomar medidas sólo para resguardar la transición: que no se disparen los precios, controlar a los comercios y evitar que se descontrole el tipo de cambio.

Según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales, la mandataria estaba dispuesta a compartir con su sucesor, Mauricio Macri, la información necesaria para avanzar en la transición. Sin embargo, por lo bajo, los funcionarios no descartan imprevistos. De hecho, el resultado de la reunión que ambos mantuvieron ayer en Olivos parece indicar que la Presidenta cambió de idea.

Cristina Kirchner tiene previsto encabezar cinco actos públicos institucionales en los próximos 10 días hábiles, con otros tantos discursos que tendrán un fuerte contenido político.

El último de ellos será el 9 de diciembre próximo, cuando hará una despedida final en la Casa Rosada, el día previo al traspaso del mando.

El primero de ellos será hoy, a las 13, en el hospital Posadas, en la localidad bonaerense de Morón, donde hablará por primera vez luego de la derrota electoral del domingo, cuando Macri resultó elegido.

Mañana irá a Berisso; el lunes próximo hará otra aparición en Pilcaniyeu, a 70 kilómetros de San Carlos de Bariloche, en Río Negro; el miércoles encabezará otro acto en la ex ESMA, y el 9 se despedirá en la Casa Rosada.

Hasta ayer no había información en Balcarce 50 sobre si ese último gran acto de la Presidenta incluirá la habilitación de "patios militantes" para las agrupaciones kirchneristas, ante los cuales ella suele pronunciar largas arengas.

En lo económico, fuentes allegadas al ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguraron a LA NACION que no existen medidas relevantes en el área. Sin embargo, se redoblará el control sobre los precios y sobre el Plan Ahora 12.

La idea es ajustar los controles sobre los supermercados y comercios, con imposición de multas para aquellos comerciantes que especulen con una futura devaluación del peso y entonces produzcan desabastecimiento o alzas de precios.

"Vamos a estar muy atentos. Muchos supermercados pueden querer guardar mercadería a la espera de una devaluación durante el próximo gobierno", dijo un funcionario de Economía. El secretario de Comercio, Augusto Costa, siguió de cerca los rumores sobre los supermercadistas.

Kicillof esperará las instrucciones de la Presidenta respecto de la transición con los equipos económicos de Macri, pero hasta ayer no hubo acercamientos.

"La intención es que no haya sorpresas. La lógica de las transiciones es que no haya medidas inconsultas. Si hubiera medidas por tomar de fuerte relevancia deberían consultarlas con Macri", señaló a LA NACION una fuente de Balcarce 50.

En ese sentido, en la Casa Rosada niegan que la decisión del presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, de reducir a un tercio la posición en dólares de los bancos, tomada el sábado último, fuera para obligar al sector financiero a desprenderse de dólares por la falta de reservas. Explicaron que la intención era que no aumenten su posición en dólares ante una perspectiva de devaluación por la llegada de Macri.

"En realidad fue una medida para ayudar al gobierno de Macri", señalaron los hombres de la Presidenta. Más resoluciones como ésas se pueden esperar. También indicaron que en caso de que Macri quisiera avanzar en una ampliación del swap de China, por sobre los 11.000 millones de dólares vigentes, entonces podría haber una colaboración del equipo económico para negociarlo juntos ante el gobierno chino.

"Todas las medidas que se puedan tomar serán sólo para administrar la transición sin sobresaltos y preservar la estabilidad financiera y cambiaria", confió un hombre del equipo económico. También podría ceder la información sobre la deuda impaga y el conflicto judicial en marcha con los holdouts en los Estados Unidos y sobre todo los temas que requiera el gobierno entrante.

Una cita para reunir al peronismo

Con ánimo de contener al PJ y mostrarse como líder después de la derrota, Daniel Scioli almorzará hoy con gobernadores y dirigentes en la sede del Bapro. La reunión se realizará después de un acto de Cristina Kirchner en la Casa Rosada, al que fueron invitados los mandatarios. La excusa es "agradecer" por el apoyo durante el proceso electoral, aunque la meta de fondo es otra: el candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV) intenta reciclarse y hacer valer su figura de cara a la reconstrucción del peronismo. En esa cumbre, se hará un balance y es probable que empiecen a discutir cómo encarar la renovación de las autoridades partidarias, cuyos mandatos vencen el próximo año. También está en agenda el papel del PJ en la relación con Mauricio Macri.

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